Buenos Aires
La logística del transporte y los testeos que se realizan en el marco de la pandemia demoran el programado ingreso de personal a las obras de las represas hidroeléctricas en Santa Cruz, informó hoy la Unión Transitoria de Empresas (UTE) a cargo de la obra.»En el proceso de retorno teníamos como objetivo tener 1100 personas en obra para el 1 de septiembre, pero las vamos a tener para el 4 de septiembre producto de las demoras de transporte, los testeos, todo el protocolo para proteger a la obra de posibles contagiados», dijo a Télam Mariano Musso, director de Relaciones Institucionales de Represas Patagonia.

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Un vuelo chárter contratado por la UTE para arribar ayer El Calafate quedó suspendido cuando testearon a los 146 trabajadores que tenían en aislamiento estricto en dos hoteles de Buenos Aires y detectaron 15 positivos.
«Entonces decidimos que no viaja ninguno hasta que den negativo», informó Musso, como parte del operativo.
Musso dijo que el vuelo suspendido es parte del operativo montado por la UTE con las autoridades sanitarias para retomar con 1100 trabajadores desde este mes la construcción de las represas hidroléctricas Cóndor Cliff y La Barrancosa en el río Santa Cruz, luego de que desde mediados de julio permaneció en los campamentos una dotación mínima.
«Estas personas que llegaron, algunas desde Salta, otras de Misiones, si bien vinieron en transportes que cumplen los protocolos sanitarios, por más medidas que se hayan tomado pueden haberse contagiado, por lo tanto decidimos que se queden todos y mantenerlos en cuarentena hasta que nuevos testeos confirmen quelos negativos son negativos», explicó.

Contagiados
Musso advirtió que «eso es lo que sucede, estamos encontrando contagiados antes de ingresar a obra. Lo mismo ocurre en el aislamiento obligatorio que realizan los trabajadores de Río Gallegos o de El Calafate», ciudades con casos de Covid-19 y con circulación comunitaria en el caso de la capital de Santa Cruz.
«Todo eso hace que se demore la logística, pero está todo en proceso», añadió el vocero.
Vuelos chárter y colectivos, aislamiento obligatorio y testeos son parte de los protocolos sanitarios aprobados por el Ministerio de Salud y Ambiente de Santa Cruz para el ingreso a las represas de trabajadores de otras provincias, incluso locales, en el marco de la situación epidemiológica actual.
«Somos actividad esencial por obra pública pero cada provincia tiene su protocolo y permisos para cuidar a su gente, y muchas veces esas son trabas que hacen que no sean tan fáciles los viajes», explicó.
Musso informó que «desde el 23 de mayo trabajamos con Salud pública de la provincia, producto de un convenio que hizo la UTE que donó materiales de insumos médicos, 8000 kits de testeos y una máquina de real time para procesar muestras de PCR que aportó a habilitar el laboratorio de Caleta Olivia y la provincia se comprometió a este control para el ingreso de personal a las obras».
«Hasta julio hicimos unos 1.430 hisopados, en función de lo que necesitábamos en ese momento en la obra», precisó.
En esta nueva etapa dijo, «empieza a retomarse la obra dentro de este contexto que no es fácil, no va a ser una reactivación rápida, vamos a empezar a trabajar con unas 1100 personas y el objetivo de tener a toda nuestra nómina contratada, unas 2200 personas, trabajando fuerte en octubre».
«El control es estricto y ha evitado la propagación del virus en los campamentos», concluyó.