En Córdoba se implementó un tratamiento contra el coronavirus y en su fase de prueba tuvo éxito. Ocho pacientes con Covid-19 mejoraron su cuadro clínico y en siete días dieron negativo.
Este procedimiento nace de un proyecto que lidera el docente de Ciencias Químicas en la Universidad Católica de Córdoba, Dante Beltramo. Se trata de un tratamiento a base de ibuprofeno en el que participan médicos e investigadores de Conicet y Ceprocor y es financiado por Química Luar, un laboratorio cordobés cuyo dueño, Luis Argañaraz, es egresado de la UCC.
Dante Beltramo es científico, doctor en Bioquímica, investigador del Conicet y actualmente es responsable del Ceprocor, donde se desempeña en el área de la nanotecnología y como asesor científico. Muy amablemente contó en qué consiste el tratamiento, cuáles fueron los obstáculos hasta llegar a implementarlo y cómo son los pasos a seguir de esta iniciativa que, aunque todavía se encuentra en una fase experimental, siembra esperanzas para nuestra salud.
¿En qué consiste el tratamiento?
Es un tratamiento a base de la molécula de ibuprofeno modificada que permite su aplicación mediante el sistema de nebulización. Está basado en una formulación que contiene una solución de ibuprofenato sódico, que es lo que lo hace soluble en agua, en una solución hipertónica a un PH determinado que le confiere propiedades específicas como la de ser bactericida y viricida. Sabemos que también tiene propiedades fluidificantes de la mucosidad, lo que facilita la expectoración y permite una mejora en la respiración de los pacientes.
¿Qué es lo que permite de acuerdo a estas propiedades?
Las propiedades fundamentales de los estudios «in vitro» de este tratamiento, que es exclusivamente nebulizatorio, son tres: puede matar los virus extracelulares a través de un mecanismo de inactivación a nivel de membrana; ejerce su clásico efecto antiinflamatorio a nivel pulmonar, que es la propiedad más reconocida del ibuprofeno pero ahora en su aplicación directa sobre el pulmón a partir de la nebulización; y fluidifica las mucinas mediante su efecto quelante de calcio. Además, la presencia de la solución hipertónica favorece dos aspectos interesantes: «in vitro» se observó que su presencia en la formulación reduce la cantidad necesaria de ibuprofeno para matar las bacterias y disminuye también el tiempo requerido para matarlas; y por otro lado permite la disociación del «moco» del epitelio, lo que favorece su eliminación.
Este tratamiento nace a partir de un proyecto que lleva bastante tiempo. ¿De qué se trata?
El tratamiento surge como un desprendimiento de un proyecto que iniciamos en el año 2014 cuando comenzamos a evaluar el efecto de esta formulación sobre bacterias que frecuentemente anidan en el pulmón de pacientes con fibrosis quística. Nuestro objetivo era ver si esta formulación tenía capacidades bactericidas para matar a este tipo de bacteria. Así comenzó.
Esta fase experimental está principalmente financiada por el laboratorio Química Luar que es el que apostó por esta innovación hace más de cinco años cuando comenzamos a estudiar si esta formulación servía para matar a esta bacteria. Es la primera vez que se ensaya en humanos con patología de origen viral.
¿Cómo llegaron a probarlo en enfermos de Covid-19?
Dada la situación de emergencia por la pandemia, sumamos factores que hacían esta formulación potencialmente aplicable a los pacientes de coronavirus. Por un lado los datos académicos in vitro advertían de una potencial acción beneficiosa, como mencioné antes, y por otra parte el hecho que el ibuprofeno es considerado por la Agencia de Medicamentos y Alimentación (FDA) como una de las drogas más seguras en cuanto a sus efectos secundarios. Fue discutido con un grupo de médicos que tomaron la posta para avanzar y poder aplicarlo en humanos. En este caso en particular, el Ministerio de Salud de la Provincia aprobó lo que se llama el uso compasivo extendido, es decir la posibilidad de ser aplicado a las personas que quieran formar parte del protocolo. El protocolo fue aprobado por el Comité de Bioética de la Provincia de Córdoba. Las primeras pruebas se hicieron en ocho pacientes con Covid-19 positivo, con distintas patologías. Tres de ellos eran ambulatorios y menores de 60 años, no considerados de riesgo, y sus mejorías clínicas fueron rápidas, en 48 y 72 horas los síntomas desaparecían. El otro grupo era de alto riesgo, con lesiones pulmonares severas y al borde de necesitar respirador artificial. Al tercer día de aplicarse el tratamiento, estos pacientes mostraron una notable mejoría en la respiración, habían aumentado su saturación de oxígeno que estaba por debajo del 90% y luego de 5 días ya estaba a nivel del 95% de oxígeno. Al octavo día todos dieron Covid19 negativo.
¿Existe alguna contraindicación?
Hasta donde conocemos la única contraindicación es el caso de pacientes que presentan hipersensibilidad o alergia al ibuprofeno. Hasta el momento no se han presentado casos de riesgo, salvo algunas molestias como picazón en la garganta o nariz por la presencia de la solución salina, pero efectos colaterales visibles no hay hasta el presente.
¿Se han encontrado con obstáculos en el camino?
Existen normativas de la OMS y de sociedades médicas que recomiendan que no se hagan nebulizaciones cuando existen infecciones virales del tracto superior o aéreo, eso significa que uno podría estar contagiando o contaminando el ambiente de los sanitaristas que atienden a estos pacientes. Recordemos que la formulación de este tratamiento es justamente de uso nebulizable. Pero este problema se solucionó porque la empresa que subsidia el proyecto desarrolló un dispositivo como una escafandra, que presenta un conducto que contiene un filtro para retener bacterias y virus, de modo que cuando el paciente exhala no contamina el ambiente o a las personas de sanidad que lo asisten.
¿Cuáles son los pasos a seguir ahora? ¿Se puede pensar en un tratamiento efectivo contra el coronavirus?
Ahora tenemos que continuar con los controles a los pacientes que sigan ingresando porque hoy tenemos tratadas y mejoradas ocho personas y el total que exige el protocolo es un mínimo de cuarenta. Una vez que alcancemos ese número, los médicos podrán hacer una evaluación de datos clínicos y químicos para luego realizar los estudios más completos según exigen las entidades regulatorias como la ANMAT, para finalmente ver si se logra una aprobación del fármaco a nivel nacional. Es importante destacar que este tratamiento es experimental, no es un producto aprobado por ANMAT, pero ha sido aprobado su uso exclusivamente experimental para esta situación especial que es la pandemia en la provincia de Córdoba.