Si hay algo que muchos de nosotros vivimos cada lunes por la mañana, casi sin excepción es la importancia que tiene el café en nuestra vida. Y quien dice importancia, dice casi necesidad.
En contra de lo que se ha llegado a creer en ocasiones, el consumo de café no tiene por qué ser un problema para la salud. Al contrario, algunos estudios encuentran que, en dosis adecuadas – y cuando no está mezclado con azúcares o grasas – podría incluso ayudar a reducir el riesgo de mortalidad o de padecer enfermedades como diabetes, esclerosis múltiple o cáncer.
Pero, ¿qué ocurre cuando nos pasamos con la dosis? ¿Qué cantidad de café y cafeína son la adecuada? ¿Y qué pasa entonces con nuestra salud y en nuestro cuerpo? Estas son algunas de las preguntas que queremos responder.
Lo primero al hablar de cuánta cafeína puede empezar a afectarnos y en qué maneras es señalar que cada uno tenemos circunstancias y estados de salud diferentes que puedes influir. De hecho, nuestra genética podría incluso influir en la tolerancia que tenemos hacia la cafeína.
Por ello, por ejemplo, en una persona que padezca ansiedad, la más mínima dosis de cafeína puede afectar de manera muy diferente a cómo afectaría a otras personas. Por ello, «demasiada» puede significar diferentes cosas para distintas personas.
Ansiedad y nerviosismo
En cualquier caso, una vez superada la dosis de cafeína que cada uno de nosotros podemos tolerar, empiezan a aparecer síntomas comunes a la mayoría de nosotros. Precisamente, los problemas de ansiedad son uno de los primeros síntomas – y más evidentes – que notaremos. Nerviosismo, aumento de la frecuencia respiratoria o mayores niveles de estrés son algunos de los efectos que podemos notar.
Problemas de insomnio
Bastante relacionado con esto, otra de las cosas que puede ocurrir en el cuerpo es que empecemos a tener problemas para dormir. Las dosis muy altas de café pueden aumentar el tiempo que tardamos en quedarnos dormidos, pero también reducir el número de horas que dormimos y la calidad del sueño.
Problemas digestivos
El café tiene cierto efecto laxante por sí mismo – incluso el descafeinado -, pero la cafeína podría aumentar este efecto ya que parece estimular el movimiento intestinal aumentando la peristalsis (contracciones musculares en el intestino). Cuando nos pasamos con la dosis de cafeína que nuestro cuerpo tolera, esto puede degenerar en problemas como heces blandas o diarreas.
Además, para aquellas personas que sufren de reflujo gastrointestinal, el consumo de bebidas que contengan cafeína – especialmente en el caso del café – podría empeorar la situación. Eso sí, a pesar de que a recorrido el conocimiento popular durante mucho tiempo, la realidad es que no parece haber ninguna relación entre en consumo de café y la aparición de úlceras estomacales.
También afecta a nuestros músculos
Aunque no es lo normal, se ha encontrado relación entre una dosis muy alta de cafeína y el riesgo de padecer rabdomiólisis. Esta enfermedad consiste en que las fibras musculares se desglosan y pueden llegar a pasar al torrente sanguíneo. En cualquier caso, se trata de algo muy poco habitual y el consumo de cafeína debería ser muy alto. Pero sí que evidencia cierto efecto en la masa muscular si nos pasamos consumiendo cafeína.
Aumento de la presión sanguínea
Una de las cosas más importantes a señalar es que un consumo moderado de café o cafeína no parece tener ninguna relación con un mayor riesgo de sufrir enfermedades cardíacas, ictus o derrames cerebrales. Sin embargo, un exceso de cafeína sí que podría aumentar la presión sanguínea debido al efecto estimulante que esta tiene en el sistema nervioso. Es más, si nos excedemos en el consumo de cafeína es posible que nos aumente la presión sanguínea mientras practicamos deporte.
En relación con esto, el consumo de cafeína excesivo también puede aumentar nuestro ritmo cardíaco. No solo haciendo que el corazón lata más rápido, si no también aumentando el riesgo de tener fibrilación auricular.
Mayor cansancio y migrañas
Una de las maravillas del café es que nos ayuda a espabilarnos, sentirnos menos cansados y estar más despiertos. Irónicamente, si nos excedemos con la dosis de cafeína, podemos conseguir justo lo contrario. Si tomamos demasiada cantidad de esta sustancia es posible que cuando abandone nuestro sistema el cansancio sea mucho mayor.
Cuánta cafeína es demasiada cafeína
Ya sabemos cuáles son los efectos que la cafeína tiene en nuestro cuerpo si nos excedemos, por lo que solo nos queda saber qué dosis es la adecuada para no pasarnos y a partir de cuándo nos estaríamos excediendo. En cualquier caso, esto dependerá en parte de las circunstancias particulares de cada uno de nosotros.
Sin embargo, hay ciertas cifras generales que podemos tener en cuenta. Así, la Agencia Europea de Serguridad Alimentaria (EFSA) o US National Academies of Science indican que en adultos saludables la dosis segura de cafeína rondaría los 400 mg diarios. Esto se traduce en, aproximadamente, unas ocho tazas pequeñas de café. En cualquier caso, si sufrimos de algún problema de salud – así como en mujeres embarazadas o en personas más jóvenes – esta dosis será menor. En algunos casos, mucho menor.