Buenos Aires
La voluntad del Ministerio de Educación nacional es que «haya la mayor presencialidad posible», pero la decisión final la tomará cada distrito. Analizan actualizar los indicadores epidemiológicos que definen la vuelta a las aulas.
Tras un año con casi todas las escuelas del país cerradas, el Gobierno está decidido a que en 2021 los chicos -al menos la mayoría de ellos- vuelva a las aulas desde el inicio del ciclo lectivo. Si bien persiguen ese objetivo, en el Ministerio de Educación reconocen que la decisión final la tendrá cada gobernador.
Hasta el año pasado, el gobierno nacional asumió un rol de absoluta centralidad en las políticas educativas. Para 2021 las jurisdicciones retomarían la autonomía de la que disponen, siempre rigiéndose por los indicadores sanitarios acordados en el Consejo Federal.
Hasta ahora, el semáforo epidemiológico monitorea tres indicadores: el nivel de transmisión, la cantidad de contagios en relación a las últimas dos semanas y el porcentaje de ocupación de camas de terapia intensiva. De ese cruce de variables surge si la jurisdicción están en riesgo bajo, medio o alto. Solo los distritos en riesgo bajo pueden retomar las clases presenciales.
Los de riesgo medio están en condiciones de organizar actividades de revinculación como las que tuvo la Ciudad de Buenos Aires a partir de octubre.
De cara al próximo ciclo lectivo, el ministro de Educación Nicolás Trotta, junto con sus pares provinciales, analiza actualizar esos indicadores y flexibilizarlos para que el rebrote de contagios no impida la vuelta a las aulas.
«Los indicadores siguen vigentes, pero si hace falta actualizarlos, lo haremos. El compromiso del gobierno nacional es garantizar la mayor presencialidad posible, siempre teniendo en cuenta la realidad epidemiológica», había deslizado Trotta en una entrevista con Infobae.
Gobernadores
El ministro puso en marcha esta semana su agenda de reuniones con gobernadores. Arrancó por el NOA: primero Salta, después Jujuy y Tucumán. La intención es que entre enero y febrero tenga encuentros presenciales con todos los gobiernos provinciales.
Esas reuniones girarán en torno a dos ejes. Por un lado, avanzar en las condiciones necesarias, tanto sanitarias como edilicias, para que las escuelas estén abiertas desde el inicio del ciclo lectivo. Por otro, consensuar la campaña de vacunación a los docentes, que están incluidos entre los grupos prioritarios tras el personal sanitario.
En total, entre docentes y profesores universitarios, son 1.3 millones. Pese a que aún no están delimitados los plazos, sí se sabe que la vacunación comenzará en febrero. «Estamos terminando de definir la estrategia, que obviamente se relacionará con la llegada de las dosis. Todavía no sabemos cuántos docentes tendremos vacunados antes de marzo, pero de igual modo reiteramos que la vacuna no es condición indispensable para que haya clases presenciales», advirtió Trotta.
La definición sobre la vacuna abre una discordia con los gremios docentes, con CTERA a la cabeza. En el sindicato más fuerte del sector atan el regreso a las aulas a la posibilidad de que los maestros estén vacunados para el inicio del ciclo lectivo; algo improbable de acuerdo al poco margen de tiempo que existe.
En las próximas semanas se replicará la discusión. La Ciudad de Buenos Aires tiene arrancará algunos días antes que el resto de los distritos: el miércoles 17 de febrero. Después, el lunes 22, será el puntapié en Jujuy. Luego, en 19 provincias las clases comenzarán en la primera semana de marzo, en La Rioja y La Pampa empezarán en la segunda, mientras que en Santa Fe recién en la tercera. (Fuente: Infobae)