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El paso de Ginés González García por el Ministerio de Salud de la Nación pasará se recordará como una de las gestiones más “controvertidas” de esa Cartera, pero también como una marca de ineficacia, improvisación y escándalo del Gobierno de Cristina y Alberto Fernández en plena Pandemia de Covid-19.
Desde aquella declaración en donde afirmaba que el letal virus no llevaría al país, hasta la tarde de ayer, cuando el Presidente le exigió la renuncia, Ginés mostró que nunca estuvo a la altura para hacerse cargo de un ministerio clave en la crisis sanitaria.
Ayer, por la noche se confirmó que será Carla Vizzotti la nombrada como nueva ministra de Salud. La flamante funcionaria se desempeñaba como secretaria de Acceso a la Salud y según el gobierno “posee un indiscutido perfil técnico en lo relacionado a las vacunas”.

Escándalo
El escándalo se desencadenó luego que el periodista “ultra K”, Horacio Verbitsky admitiera en una entrevista radial que se había recibido la vacuna rusa Sputnik 5, pese a que no estaba dentro de los grupos de riesgo. El periodista contó que se suministró la dosis gracias al Ministro de Salud que le facilitó la vacunación.
Tras la “confesión”, Alberto Fernández le pidió la renuncia a Ginés González García, pero también accionó contra otros dos funcionarios de gobierno que habían accedido a este beneficio, por fuera del sistema de turnos establecido. Se trata del senador del Frente de Todos y excanciller, Jorge Taiana, y el diputado nacional cercano al presidente Alberto Fernández y al papa Francisco, Eduardo Valdés. Ambos fueron “bajados” del viaje que realizaría el Presidente a México.
Por otra parte, se sabe que hay otros funcionarios y “amigos” del “poder” que habrían recibido la vacuna indebidamente, como en el caso de la provincia de Santa Cruz, donde el gobierno de Alicia Kirchner aún no ha tomado medidas contundentes al respecto y sólo ha prometido “investigar”

Repudio
Tras el escándalo, crecieron las críticas y los repudios al punto que el CELS (organismo de derechos humanos presidido por Horacio Verbitsky) emitió un duro comunicado.
“Recibimos la noticia de que el presidente de nuestra organización fue vacunado por fuera del sistema establecido, a través de una cadena de favores y a título personal, mientras estábamos intentando, como todo el mundo conseguir un turno para las personas mayores de nuestras familias”, escribió el CELS a través de su cuenta de Twitter.
También reclamaron expresaron “la necesidad de que el proceso de vacunación responda a criterios de inclusión social que atiendan en forma prioritaria a los grupos más vulnerables de nuestra población, de acuerdo a factores sanitarios y no discriminatorios”. Finalmente remarcaron: “El equipo de trabajadorxs del CELS rechaza esta o cualquier otra acción o privilegio que vaya en otro sentido. Nada de lo ocurrido representa el trabajo y el pensamiento de quienes integramos y hacemos a la organización en su día a día”.