“No podemos hacer nada”, con esta lacónica respuesta
(extraoficial como todo lo que sale de la agencia local) se describió la posibilidad de hallar una respuesta para re establecer las prestaciones médicas a los afiliados al PAMI
(el Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados, más conocido como PAMI), mientras que miles de abuelas y abuelas han perdido su cobertura de salud.
Esto ocurre en todo el país, y Santa Cruz no es la excepción; sobre todo en zona norte donde los casi 14 mil afiliados se han quedado sin cobertura médica básica y desde hoy lunes se quedarán sin atención oncológica ni de emergencias. La situación es masque grave, y se podría calificar de “vida o muerte” de muchos adultos mayores.
Sin vacunas
Para agravar la situación desde el PAMI central se confirmó a las agencias locales que no habrá turnos de vacunación para los afiliados – en su mayoría adultos mayores de las de 70 años y pensionados con discapacidades diversas o enfermedades crónicas – y deberán esperar a los cronogramas de los Ministerios de Salud provinciales que en el caso de Santa Cruz, aun no los ha tenido en cuenta y se sigue vacunando discrecionalmente con criterios “políticos” más que sanitarios.
Así las cosas, los afiliados del PAMI en Santa Cruz se han quedado indefensos y sin que nadie reclame por ellos por una razón que da vergüenza: quienes deberían defender los derechos de los jubilados y beneficiarios de PAMI no están en condiciones de “levantar la voz” ya que a lo largo del Pandemia han quedado muy comprometidos tras recibir “ayudas” del Gobierno provincial.
Tal vez esta sea la razón por la cual los directivos del PAMI no tiene “problema” en dilatar las conversaciones con los prestadores, ya que suponen que fuera de las conversaciones internas del sector, el conflicto no se hará público ni masivo, y en caso de ocurrir alguna tragedia, culparían a los prestadores de salud privados, por no tener funcionando sus servicios para la obra social. Evidentemente, una estrategia muy perversa.
PAMI “Kirchnerista/Peronista”
Otro punto a tener en cuenta es la politización de la conducción y estructura del PAMI.
Aunque parezca mentira, mientras “nuestros abuelos” se quedan sin asistencia médica, la Obra Social más grande del país, está enfrascada en una “persecución” de empleados que no sean oficialistas. Concretamente, todo aquel trabajador de PAMI que no sea “kirchnerista/peronista” tiene sus días contados en la “planilla de personal”.
Si bien en el caso de Santa Cruz esto se pudo ver durante los últimos 10 años a nivel direcciones, ahora esto está ocurriendo en todos los niveles de la planta de personal,y afecta sobre todo a quienes ingresaron durante la presidencia de Mauricio Macri. En este caso, aquellos que ingresaron o subieron de puesto durante esos cuatro años, quedarían de un momento a otro fuera del PAMI.
“El 80% del PAMI es peronista”,dijo al respecto Paz Dávalos, una de las más de 400 personas afectadas por los despidos en el Programa de Asistencia Médica Integral (PAMI), que escalan desde hace medio año
“Hay agencias unipersonales del interior del país que permanecen cerradas. Los afiliados del pueblo están a la deriva”, denunció. Esta situación es mas que evidente en Santa Cruz.
Pero no solo se trata de una situación política, sino que también es financiera, ya que cada empleado despedido tiene una suma de dinero para cobrar, y eso sale de los fondos que debiera manejar la Obra Social.
Evidentemente, para esta administración, es más importante y tienen los fondos suficientes para “construir un PAMI oficialista”, que para usar esos fondos para la atención médica de sus afiliados.
Sin respuestas
En cuanto a la situación coyuntural, el pasado viernes se invitó a los prestadores a una reunión “informal” vía Zoom para hoy lunes. Esta “video conferencia” se convocó a último momento y luego de que se hiciera pública la dramática situación que soportan los afiliados de PAMI.
Más allá del pedido de los prestadores para que se hiciera una propuesta “por escrito” para analizarla antes de llega a la reunión, ninguna autoridad del PAMI, respondió. Tal vez la respuesta sea la mencionada extraoficialmente a este medio: “No podemos hacer nada”.
Así mientras en el interior del país los abuelos quedan “desprotegidos”; desde el Gobierno Nacional no tendrían el tema como “prioritario” y dejan todo reducido a un conflicto con prestadores locales. Es decir, no se hacen cargo.