Luego de 28 años Argentina rompe la racha.
El sábado por la noche se vivió un partido de verdadera final. Las ansias, la ambición del campeonato fue notable y había que ganar.
Tras seis finales, cuatro perdidas con Brasil, el fútbol hizo justicia y nos hizo saber por qué es importante levantarse, seguir intentando, sin importar las frustraciones y nos regaló la posibilidad de romper la racha de 28 años sin títulos ni más ni menos que contra Brasil, el de Neymar, y en el Maracaná…
Todo empezó con Rodrigo De Paul, protagonista de un partido para el recuerdo, consagratorio, autor de una asistencia para la posteridad, a los 24 minutos del primer tiempo, en el que poco pasaba, metió un pase cruzado frontal para Di María, que no pudo controlar Renan Lodi y el volante, que se había lesionado ante Alemania en el Mundial 2014, y con Chile durante el partido en la final de la Copa América 2015, y que siempre pidió volver a estar y ser uno de los sobrevivientes de la generación pasada, quedó mano a mano y sacó a relucir toda su experiencia y jerarquía, toda su hambre, toda su confianza para definir por encima de Ederson y marcar el que sería a la postre, el gol del campeonato.
La Selección logró anoche un título a nivel mayor con una soberbia victoria 1-0 sobre Brasil en el mítico estadio “Maracaná”, para quedarse con la decimoquinta Copa América de su historia y alcanzar a Uruguay como los máximos ganadores.
La última vez anterior que Argentina levantó la Copa América había sido en Ecuador 1993, de la mano de Alfio Basile y con Oscar Ruggeri como capitán y Gabriel Batistuta como goleador. Recientemente había acumulado dos subcampeonatos seguidos de América, en 2015 y 2016.El equipo conducido por Lionel Scaloni terminó el torneo invicto, tras haber ganado cinco partidos y empatar uno, que luego sorteó por penales. Lionel Scaloni sorprendió metiendo varios cambios en la formación inicial, con Cristian “Cuti” Romero como defensor y los aportes de Di María por Nicolás González y Acuña por Tagliafico. Argentina salió a hacer un partido táctico y estratégico, sin darle espacios a los brasileños, que tocaron de primera y buscaban siempre a un Neymar que quería desequilibrar.
Brasil
Brasil no encontró las llaves para romper el cerrojo argentino, donde “Cuti” Romero fue un bastión y “Dibu” se mostró firme, pero además con los laterales bien pegados a la raya, sin revolear el balón, sino jugando siempre al pie. En el complemento Tite colocó a Roberto Firmino y sacó a Fred, y el ataque local fue más punzante y el mediocampo argentino debió recurrir a las faltas, y así fue que Paredes y Lo Celso fueron amonestados, y por eso Guido Rodríguez reemplazó al hombre del PSG. Cada intervención de Di María fue desequilibrante, aunque con el correr de los minutos el “fideo” se fue quedando sin reacción, y Messi no tuvo tanto protagonismo, aunque sí De Paul. La defensa se apuntaló en la capacidad de “Cuti” Romero y Otamendi, pero Richarlison fusiló a “Dibu” Martínez y el arquero del Aston Villa tuvo las manos de acero. Scaloni metió mano en el banco, para aguantar con juego el resultado, y además por el cansancio de muchos jugadores que ya no podían entregar más. Argentina se vio superada porque Brasil multiplicó hombres en ataque, con Vinicius y Gabriel Barbosa, que si bien hizo que el local fuera dominante, no fue sino hasta el final que tuvo claras opciones de gol. A los 41 Gabriel Barbosa probó los reflejos de “Dibu” Martínez, quien evitó la caída argentina, y en un contragolpe inmediato la tuvo Messi solo ante Ederson, tras un pase genial de De Paul, pero la “Pulga” se tardó un segundo más y el arquero evitó el gol. En una carrera fulgurante De Paul casi hace la del superhéroe, pero otra vez Argentina chocó con Ederson y no pudo convertir.
(Fuente: Marca)