El 1 de diciembre se conmemora el Día Mundial de la Lucha contra el VIH/Sida, el objetivo de la campaña de OPS/OMS en 2021, se basa en el lema “pon fin a las desigualdades. Pon fin al Sida. Pon fin a las pandemias”.
Por ese motivo es de suma importancia comprender que esta enfermedad es un problema de salud pública mundial. Para ello, la Dra. Valeria El Haj comparte formas de prevención y tratamiento.
Según datos del Ministerio de Salud de la Nación, actualmente hay 136.000 personas con VIH en Argentina, de las cuales el 17% desconoce su diagnóstico. Asimismo, cada año se notifican alrededor de 5.800 nuevos casos; con respecto a las vías de transmisión, más del 98% son consecuencia de relaciones sexuales sin protección.

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El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) ataca el sistema inmunitario y así debilita la defensa contra muchas infecciones y determinados tipos de cáncer que las personas con un sistema inmunitario sano pueden combatir. La Dra. Valeria El Haj, Directora Médica Nacional de OSPEDYC, explica que “a medida que el virus destruye las células inmunitarias e impide el normal funcionamiento de la inmunidad, la persona infectada va cayendo gradualmente en una situación de inmunodeficiencia” y agrega “la fase más avanzada de la infección por el VIH es el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida) que, en ausencia de tratamiento y en función de la persona, puede tardar muchos años en manifestarse”.

Signos y síntomas

Los síntomas de la infección por el VIH difieren según la etapa de que se trate. Aunque el máximo de infectividad se tiende a alcanzar en los primeros meses, muchos infectados ignoran que son portadores hasta fases más avanzadas. A veces, en las primeras semanas que siguen al contagio, la persona no manifiesta ningún síntoma, mientras que en otras ocasiones presenta un cuadro pseudogripal con fiebre, cefalea, erupciones o dolor de garganta.
A medida que la infección va debilitando el sistema inmunitario, la persona puede presentar otros signos y síntomas, como inflamación de los ganglios linfáticos, pérdida de peso, fiebre, diarrea y tos. En ausencia de tratamiento pueden aparecer enfermedades graves como tuberculosis (TB), meningitis criptocócica, infecciones bacterianas graves o cánceres como linfomas o sarcoma de Kaposi.

¿Cómo se transmite?

El VIH se transmite a través del intercambio de líquidos corporales de la persona infectada, como la sangre, la leche materna, el semen o las secreciones vaginales. También se puede transmitir de la madre al hijo durante el embarazo y el parto. “Es importante señalar que no es posible infectarse en los contactos cotidianos, como los besos, los abrazos ni en las relaciones sexuales en las que se usa correctamente el preservativo. Tampoco por compartir vasos, cubiertos, el mate, intercambiar ropa, usar el mismo baño, la cama o la pileta. No lo transmiten los mosquitos, como así tampoco el sudor o las lágrimas” comenta la especialista.

¿Cómo detectarlo?

La única manera de saber si una persona contrajo el virus de VIH es realizando un test a través de una análisis de sangre. “En la mayoría de las personas, los anticuerpos contra el VIH aparecen en los 28 días posteriores a la infección. Durante ese tiempo, las personas experimentan el llamado periodo silente, cuando todavía no se han generado anticuerpos en un número suficiente para su detección en pruebas estándar, y pueden no haber tenido signos de infección por el VIH, pero pueden transmitir el VIH a otras personas. Después de la infección, una persona puede transmitir el VIH a una pareja sexual o a otra persona con la que comparte drogas, y las embarazadas pueden transmitir el virus durante el embarazo o durante la lactancia” explica la Dra. Valeria El Haj. Cabe destacar que el análisis es gratuito, voluntario, y confidencial.

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¿Cómo lo prevenimos?

Una persona puede reducir el riesgo de infección por el VIH limitando su exposición a los factores de riesgo.
A continuación, se explican los principales métodos para prevenir el contagio:
– Vía sexual: el uso correcto y sistemático de preservativos masculinos y femeninos durante la penetración vaginal o anal puede proteger contra la propagación de las enfermedades de transmisión sexual (ETS). Los datos demuestran que, si se utilizan de forma sistemática, los preservativos masculinos tienen una eficacia del 85% contra la infección por el VIH y otras ETS.
– Vía sanguínea: se previene evitando el contacto con sangre. Para eso, es necesario no intercambiar o compartir agujas ni jeringas. También se sugiere controlar que todo procedimiento que incluya algún corte o punción (pinchazo) sea realizado con material descartable o esterilizado, como es el caso del dentista, manicura, tatuajes o prácticas médicas. Por último, también podemos evitar el contacto con sangre utilizando guantes de látex.
– Vía perinatal o vertical: se recomienda que toda mujer embarazada se realice el análisis de VIH durante el primer trimestre y, si el resultado es positivo, se debe comenzar el tratamiento, seguir las indicaciones médicas y suspender la lactancia materna.
– Pruebas de detección del VIH y asesoramiento: se aconseja a todas las personas que hayan estado expuestas a algunos de los factores de riesgo mencionados que se realicen las pruebas de detección del VIH y otras ETS. Ello les permitirá conocer su estado serológico y acceder sin demora a los servicios de prevención y tratamiento necesarios en caso de detectarse la infección, por lo que siempre insistimos en la consulta y asesoramiento médico son de gran importancia.
“Si bien, la infección por el VIH se ha convertido en un problema de salud crónico tratable que permite a las personas que viven con el virus llevar una vida larga y saludable, hay que entender que no hay cura para la infección por el VIH. Por ese motivo es de suma importancia tomar las medidas que sean necesarias para evitar el contagio”.