Relacionista Internacional
Comunicadora social

Una tienda en Buenos Aires muestra los precios de sus productos.

Argentina cerró 2021 con una inflación del 50,9%. Es una cifra alta, la mayor de Sudamérica después de Venezuela, pero está por debajo del 53,8% que registró el país en 2019, el último año de Mauricio Macri como presidente.

Argentina sufre la inflación más alta en décadas mientras Cristina Kirchner castiga en público al presidente

A las críticas, cada vez más amplias y duras, al trabajo del ministro de Economía, Martín Guzmán, se le suma la crisis política del gobierno, en el que el presidente y la vicepresidenta no se hablan

Grandes especialistas en inflación, los argentinos confirmaron este miércoles que, en ese aspecto, pocos en el mundo saben más que ellos: el índice mensual de marzo, un 6,7 por ciento, fue el más alto en 20 años. Todo, en un contexto político cada vez más enrarecido, en el que la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner lanzó un nuevo ataque al presidente Alberto Fernández.

La aceleración inflacionaria en la tercera economía de América Latina es evidente: el acumulado del primer trimestre de 2022, un 16,1 por ciento, implica la mayor tasa desde 1991. El gobierno peronista de Fernández, que apeló a duros controles de precios, no parece encontrar la forma de domar el potro inflacionario argentino, que en 1989 y en 1991 adquirió niveles superlativos con dos episodios de hiperinflación. Analizado, el índice actual está ya por encima del 70 por ciento.

A las críticas, cada vez más amplias y duras, al trabajo del ministro de Economía, Martín Guzmán, se le suma la crisis política del gobierno, en el que el presidente y la vicepresidenta no se hablan. Este miércoles, durante la inauguración del congreso de la asociación parlamentaria Eurolat, la dos veces presidenta atacó a Fernández sin nombrarlo.

“Que te pongan una banda y te den el bastón no significa que tengas el poder, lo digo por experiencia propia. Y si no hacés lo que tenés que hacer, peor todavía”.

Fernández llegó a la presidencia en diciembre de 2019 luego de una extraña jugada política en la que Fernández de Kirchner lo nominó para la jefatura del Estado y se reservó la candidatura a vicepresidente. Las elecciones premiaron esa maniobra y pusieron fin a los cuatro años de presidencia de Mauricio Macri, pero los meses y años posteriores demostraron que la dupla de los Fernández no funciona para gobernar.

La falta de sustento político del presidente es evidente, pero los ataques de la presidenta contribuyen a debilitar más aún a Fernández y a avivar las especulaciones acerca de su futuro: ¿será el presidente capaz de llegar al 10 de diciembre de 2023, día final de su mandato? La pregunta fue el tema central de loa analistas políticos en las últimas semanas.

Más allá de que Fernández de Kirchner tenga su cuota importante de responsabilidad, al haber sido ella la que impulsó a Fernández y quien lo combate desde adentro, la dos veces presidenta (2007-2015) mantiene su carisma y genera embelesamiento en importantes sectores políticos, dentro y fuera de la Argentina.

Sucedió el 13 de Abril con Javi López, eurodiputado del Partido Socialista de Cataluña y co-presidente de EuroLatam. López, que en los últimos días en Buenos Aires visitó a diferentes altos cargos del gobierno peronista, así como el Instituto Patria, el “think-tank” de Cristina Kirchner, se mostró rendido ante la vicepresidenta: en su discurso, previo al de Fernández de Kirchner, dijo sentirse como “el telonero de los Beatles”.

En ese contexto, economistas consultados dieron cuenta de las principales causas que dispararon la inflación en 2021 entre las que se destacan: la suba de precios reprimida en 2020, la normalización de la demanda de pesos en 2021, una fuerte emisión monetaria por parte del Banco Central para financiar el déficit, la suba internacional de precios, el aumento de la brecha cambiaria y la consecuente expectativa de devaluación.