Por Karin Hiebaum
Corresponsal Internacional
Tres miembros del gobierno británico y decenas de otros diputados han sido denunciados ante un organismo de supervisión por presunto acoso sexual. En total, el organismo de control independiente ha recibido 70 quejas sobre 56 diputados no identificados, según informa hoy el Sunday Times.
El órgano parlamentario se puso en marcha en 2018 tras el escándalo #MeToo, cuando innumerables mujeres compartieron sus experiencias de violencia o acoso sexual. Las denuncias presentadas van desde informes de comentarios inapropiados con connotaciones sexuales hasta acosos más graves.
Según el Times, al menos uno de los casos está relacionado con actos delictivos. En este caso, un diputado supuestamente sobornó a un miembro de su personal a cambio de favores sexuales.
Según el informe, la Presidenta del Parlamento, Lindsay Hoyle, tiene la intención de poner en marcha una revisión de la cultura de trabajo en el Parlamento a la vista del elevado número de quejas. Dave Penman, secretario general del sindicato FDA, que representa a los trabajadores de los servicios públicos, ve el problema en el desequilibrio de poder entre los diputados y su personal. Los diputados pueden tomar decisiones ampliamente independientes sobre su personal.
Acusaciones sexistas contra la vicepresidenta del Partido Laborista
Un portavoz del gobierno declaró al periódico: “Nos tomamos todas las acusaciones de esta naturaleza increíblemente en serio y animamos a cualquier persona afectada a que se presente ante los organismos correspondientes.”
Un reportaje del periódico Mail on Sunday también ha causado revuelo hoy: En ella, los diputados conservadores acusaron a la vicepresidenta de los laboristas, Angela Rayner, de distraer a Boris Johnson en la sesión semanal de preguntas al Primer Ministro cruzando deliberadamente las piernas mientras se sentaba frente a él. Rayner lo rechazó con indignación. “Él [Johnson] y sus animadores tienen un gran problema con las mujeres en la vida pública. Debería darles vergüenza”, escribió en Twitter. Johnson se distanció públicamente de las acusaciones y tuiteó que lamentaba la misoginia dirigida a Rayner.