La profesional habría cobrado un millón de pesos de guardias pasivas que no cumplió, según lo denunció el enfermero Manuel Piris.
Trabajadores de la salud acusaron a una supervisora del Hospital Regional de Río Gallegos de haber percibido un millón de pesos por guardias pasivas que jamás cumplió. Este hecho se suma al denunciado en 2020 por el cobro discrecional de cuatro millones de pesos que tiene como implicado a Carlos Romero, quien se desempeñaba en ese entonces como coordinador de la Supervisión de Enfermería, informa El Nuevo Dia.

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Manuel Piris, afirmó que “Hay una red de complicidad que permite estas cosas” y explicó que la supervisora del nosocomio “habría estado de licencia y tenia guardias extras o pasivas, lo que no corresponde porque cuando salís de vacaciones ni siquiera figurás en la planilla y cobras tu sueldo básico directamente”.
“Con esa cantidad de guardias pasivas tenés que vivir en el hospital prácticamente porque primero tenés que hacer tu carga horaria, no te dan los días del mes”.
El enfermero echó leña sobre este tipo de irregularidades en la parte administrativa. “Ellos tienen que tener un control y tienen acceso al sistema para cargar las guardias extras”, indicó y sostuvo: “Obviamente que si sos amigo del poder no te van a controlar como a un simple mortal. Hay cosas muy injustas que están ocurriendo en el hospital, hay mucho amiguismo”, criticó.
Asimismo, indicó que la mujer denunciada “sigue trabajando y no se da por aludida”.
Ahora se encuentran a la espera de la actuación del Tribunal de Cuentas. En este sentido se manifestó que “si sigue trabajando (Carlos) Romero, que se hizo cargo de haberse robado cuatro millones de pesos, estuvo suspendido con goce de sueldo tres meses y empezó a trabajar con el equipo del Ministerio, qué se espera de alguien que quizás lo va a justificar diciendo que le corresponde por el cargo o lo que sea”.