El presidente de la Comisión de Pastoral Social de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), monseñor Jorge Lugones, advirtió sobre la necesidad de “reconstruir la confianza en nuestro país y generar un acuerdo político, social y empresarial para profundizar las políticas de redistribución del ingreso para cerrar la brecha social”.
En el marco del cierre del encuentro de la Semana Social 2022, Lugones abogó por la puesta en marcha de “políticas públicas que salgan del cortoplacismo”, al advertir que se necesita “más responsabilidad y espíritu crítico ante el poderío mediático que, respondiendo a intereses económicos sectoriales, niega la discusión inteligente de las ideas y el discernimiento de la realidad”.
“Estamos frente al enorme desafío de crear fuentes de trabajo con un salario digno que sostenga su poder adquisitivo”, dijo y reiteró que “los planes sociales son necesarios en la coyuntura, hasta la consolidación de modelos de economía popular sustentables”.
De todos modos, aclaró que resulta “imprescindible” aplicar un “verdadero plan de desarrollo humano integral que incluya un proyecto de repoblación de nuestro país para encauzar la angustiante necesidad de tierra, techo y trabajo que tiene gran parte de nuestro pueblo”.
Al leer las conclusiones del encuentro religioso, Lugones sostuvo que “el gran ordenador de la vida humana y la felicidad es el trabajo digno, entendiendo que la posibilidad de que acceder al mismo no es un problema individual, sino que es la consecuencia de un modelo que debe anteponer la producción a la especulación, la distribución a la concentración y el acaparamiento, el bien común a la rentabilidad sectorial”.
El titular de la Comisión Episcopal de Pastoral Social recordó que “el empresario es una figura fundamental de toda buena economía”, aunque al mismo tiempo “el verdadero empresario es el que conoce a sus trabajadores porque trabaja junto a ellos y con ellos”.
A lo largo de los últimos tres días expusieron empresarios e industriales de diversas escalas y se llegó a la conclusión de que “no se puede generar empleo de buena calidad sin una presencia activa del Estado en apoyo a las empresas y sobre las pymes, generando una articulación público/privado que genere estabilidad en las reglas”, subrayó el prelado.
“Tras este encuentro hemos escuchado con preocupación los datos sobre la desigualdad económica en nuestra patria, que la concentración excesiva de la riqueza desalienta el empleo nacional y estimula el ahorro fuera del país, el consumo externo y la fuga de divisas”, dijo monseñor Lugones y advirtió que aunque “se verifica crecimiento en la actividad económica y del empleo, sigue habiendo hermanos en situación de pobreza”.
Conclusiones
“Entre las conclusiones que hemos llegado es que es necesario defender el sistema democrático, teniendo presente que la administración de la vida en sociedad no es sólo tarea del poder político, sino también del Judicial, del económico y que al mismo tiempo es tarea de todos cuidar la voluntad soberana del pueblo”.
Lugones expresó: “Como pastores a los que se nos confió esta tarea de iluminar la labor de la pastoral social del episcopado entendemos que debemos aunar todos los esfuerzos para construir los acuerdos que permitan garantizar el trabajo digno y la integración para todos los habitantes de nuestro país”.
Tras dos años de virtualidad, la Pastoral Social se reunió de forma presencial por tres días en el hotel 13 de Julio de Mar del Plata, bajo el lema “Integración y trabajo para una patria de hermanos”, donde expusieron diferentes autoridades eclesiásticas, políticos y gremialistas con una fuerte convocatoria al diálogo, la integración humana y la creación de empleo digno.