Sucedió el martes por la tarde noche, donde vecinos y vecinas, luego de concentrarse en la plaza central de Cañadón Seco se desplazaron hasta el sector de viviendas construidas por la comuna para repudiar la usurpación de una de las ocho unidades habitacionales.
La casa N° 2 le fue adjudicada por mérito de puntaje al del joven Matías Olmos, pero su grupo familiar no pudo tomar posesión de la misma porque desde hace más de un año fue tomada ilegalmente por una pareja de individuos foráneos a la localidad integrada por Betina Britos y el trabajador petrolero Sebastián Ovejero.
La protesta se tornó masiva debido a que en horas del mediodía de esa misma jornada, cuando se realizaba la entrega formal de llaves y documentación a las restantes siete familias adjudicatarias, Ovejero ingresó raudamente con su auto al patio de la vivienda usurpada, poniendo en riesgo la integridad física de varias personas.
Ello generó una fuerte discusión en la cual la pareja lanzó temerarias amenazas a vecinos y vecinas.
A consecuencia de ello fue creciendo la indignación y se gestó la manifestación popular en la que además de escucharse sostenidos sonidos de palmas, se vociferaron gritos contra los usurpadores, consolidándose además un fuerte respaldo hacia la familia damnificada.
La gente también se mostró disgustada por la demora en que incurre la justicia penal para resolver la denuncia que presentara la Comisión de Fomento, inmediatamente después que dos viviendas fueran tomadas ilegalmente, recordándose que una de ellas fue desocupada varios meses después, pero por voluntad propia de otro grupo de ilegales.
Además, los vecinos tienen bien presente que Ovejero y Britos están vinculados a un narcotraficante que fue exonerado de la policía de Santa Cruz, José Melitón Ocampo, el cual hace pocas semanas fue detenido en La Rioja por la Policía Federal.
Vale recordar que se trata del mismo individuo al que, en época de estrictas restricciones de circulación por la pandemia del Coronavirus, se le prohibió volver a ingresar a Santa Cruz por el límite interprovincial Ramón Santos.
Ocampo provenía desde La Rioja junto a otra familia y había firmes indicios que con su grupo intentaba llegar a Cañadón Seco con la intención de protagonizar la toma de otras viviendas.
Por otra parte, los vecinos también tienen bien presente que la pareja que ocupa la casa N° 2, fue incitada a cometer el ilícito por un sector político opositor a la gestión comunal.
Además sospechan que también está relacionada con otro sujeto de frondosos antecedentes delictivos que hace pocos años se afincó en la localidad, tratándose del tristemente célebre “Chatrán” Hernández.
Por todo ello deducen en que se basaron los usurpadores cuando en reiteradas ocasiones, a mediodía del martes, les profirieron una temeraria amenaza: “no saben con quienes se meten”.