En la clínica, dijeron los fiscales, “los alumnos y alumnas eran internados y adormecidos durante varios días como forma de aleccionamiento y subordinación”.
La Policía Federal Argentina (PFA) detuvo a un médico que trabajó en la clínica donde se hacían curas de sueño a las víctimas de la secta Escuela de Yoga de Buenos Aires (EYBA), desarticulada recientemente en el país suramericano.
El médico, cuyo nombre no trascendió públicamente, fue detenido por miembros del Departamento Trata de Personas de la Superintendencia de Investigaciones Federales de la PFA en su domicilio, en el barrio de Villa Pueyrredón de Buenos Aires, reseñó La Nación.
Según las investigaciones, este médico trabajó hasta 2019 en la denominada clínica CMI Abasto, siglas de Consultorios de Medicina Integral, donde eran enviados los miembros de la secta que eran considerados “rebeldes” y se le practicaban “curas de sueño”, catalogadas como una supuesta sanación milagrosa, pero que en realidad eran un método de tortura.
Este es el vigésimo detenido dentro de la causa, que fue nombrada como ‘Secta S.A.’. Otras 19 personas, incluyendo al líder de la secta, Juan Percowicz, fueron aprehendidos en 50 allanamientos previos.
Actualmente, cuatro personas están prófugas dentro de esta causa, cuya investigación lleva el fiscal Carlos Stornelli junto a la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex).
La secta
Los responsables de la secta son acusados de delitos como asociación ilícita, trata de personas y lavado de activos.
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De acuerdo con las autoridades argentinas, la EYBA ofrecía clases de yoga pero, en realidad, sometía a sus miembros a la servidumbre y a la explotación sexual.
Los responsables de la secta, que comenzó sus actividades en la década de 1980, separaban a los miembros de sus familias, los drogaban, les exigían donaciones y lavaban ese dinero. Además de Argentina, operaron en EE.UU.
Dentro de la secta, los subordinados de Percowicz se encargaban del ‘coacheo’ (captación y entrenamiento) y el ‘geishado VIP’, mujeres que debían sostener relaciones sexuales con políticos, empresarios o funcionarios judiciales que garantizaban protección a la secta.
“Otras prácticas coercitivas tenían lugar en la clínica denominada CMI Abasto, dependiente de la organización y donde los alumnos y alumnas eran internados y adormecidos durante varios días como forma de aleccionamiento y subordinación. Esto se hacía, fundamentalmente, cuando algún integrante planteaba alguna crítica o duda respecto al líder y sus máximos colaboradores”, dijeron Stornelli y sus colegas Alejandra Mángano y Marcelo Colombo, de la Protex.
El Ministerio de Justicia informó de que durante el operativo de allanamientos se incautaron cerca de 500.000 dólares, títulos de propiedad, historias clínicas, material de pornografía infantil y se hallaron “cuartos para intercambio sexual”.
Sobre la clínica, la institución señaló que el lugar “contaba con habilitación para consultorio externo, pero no para internación, y fue hallada una enorme cantidad de psicofármacos”. También indicó que “había consultorios de ginecología, cardiología y clínica en general”. Una característica que destacan es que “la distribución de algunas habitaciones era consultorio, baño y habitación”.