Un grupo de integrantes de la Fundación Santa Cruz Sustentable decidieron apostarse en el ingreso al basural de Caleta Olivia en reclamo de su reinserción en los puestos laborales que se generarán cuando quede reacondicionada la planta de tratamiento de residuos urbanos, la cual en 2019 fue destruida por un incendio que también causó serios daños al galpón que la resguardaba.
Hasta el momento del incendio, quienes se encargaban de operar la planta eran los trabajadores de la Fundación quienes a partir de ese momento continuaron cobrando una ayuda económica de 30 mil pesos por parte del Gobierno Provincial, pero sin prestar funciones en ningún lado. Lo que quieren, según lo hicieron saber, es ser contemplados para retomar con sus labores una vez que el Sindicato de Petroleros Jerárquicos culmine con la obra de reacondicionamiento y puesta en funcionamiento de la Planta.
En la citada planta trabajaba un grupo y se sucedieron numerosos conflictos laborales hasta que las tareas se redujeron al mínimo y luego se registró un incendio del cual se sospecha que fue intencional, pero las investigaciones no determinaron responsabilidades.
Hace unas semanas el intendente Fernando Cotillo firmó un convenio con el Sindicato que lidera José Llugdar, ratificado por el Honorable Concejo Deliberante en el cual se establece que la entidad gremial a través de su Fundación se encargará del acondicionamiento de toda la Planta y por su parte el Municipio cederá espacios y personal cuando desde la institución se lo requiera, para diversos eventos que estén bajo su organización. Lo que no está especificado en el convenio es el monto de inversión de la obra por parte del gremio para reparar la planta y el galpón, estimándose que el proceso de recuperación de residuos reciclables podría reanudarse a fines de este año.
Sin embargo, por ahora el municipio no definió cual será el personal que se hará cargo de las tareas y por ello los referentes de la Fundación comenzaron a pedir su reinserción en esos puestos.
La protesta se viene realizando de manera pacífica y no se bloquea el ingreso de camiones recolectores-compactadores ni de otros que arrojan desechos de materiales de construcción en volquetes, pero de manera preventiva, en el lugar se reforzó la vigilancia con la presencia permanente de un patrullero policial.