1. Conocer su historia a través de sus edificios
La mejor postal de Viena la conseguiremos recorriendo el Ringstrasse. El escaparate monumental de la ciudad, ofrece las majestuosas fachadas de edificios históricos tales como la Universidad, el Ayuntamiento, la Iglesia Votiva o el Museo de Historia Natural. La forma más económica de hacer un recorrido a través de los años ojeando sus diferentes estilos arquitectónicos.
2. Convertirse en un experto en arte
Viena lo vuelve a poner fácil: sorprende la cantidad de museos que se pueden visitar de forma gratuita y cualquier día de la semana. El Museo de Arte Contemporáneo MUSA, los museos de los distritos como el popular Leopoldstadt, el Museo Austriaco de Artes Aplicadas MAK o el Museo Thyssen-Bornemisza de arte contemporáneo, son sólo algunos de ellos.
3. Recorrer la ciudad pedaleando
Sabemos que los museos gratis no son novedad en las grandes ciudades, pero ¿qué hay del transporte? Existe el servicio público llamado Citybike, que ofrece bicicletas de alquiler. Sin embargo, la primera hora es gratis, por lo que, si se es rápido o selectivo, será la mejor forma de hacer un tour por la ciudad, además de una manera de colaborar con el medio ambiente y vivir una experiencia local…¡sin gastar un euro!
4. Comer gratis
Como se puede ver, no es difícil visitar una ciudad y conocer su cultura de forma gratuita. Lo que no es tan fácil es encontrar sitios donde comer gratis: en Viena, el restaurante paquistaní Wiener Deewan goza de gran popularidad, sobre todo entre los estudiantes, gracias a su lema “todo lo que puedas comer, pagando lo que desees”.
Si el presupuesto es demasiado ajustado, es posible irse sin dejar dinero alguno, pero tras este recorrido gratuito, se recomienda invertir al menos unos euros en la comida.
5. Relajarse en la playa
No, no estamos locos. En Viena, es posibletomar el sol en alguna de sus “mini playas” a la orilla del Danubio, por supuesto, gratis: Strandbar Herrmann es literalmente un chiringuito de playa, o en este caso, de río, del Danubio. Además, ofrece tumbonas e incluso clases de yoga gratis los domingos por la mañana.
6. Disfrutar de un concierto nocturno de música clásica
Cada junio, la Filarmónica de Viena, una de las orquestas más famosas del mundo, realiza un concierto gratuito al aire libre nada más y nada menos que en los jardines del icónico Palacio Schönbrunn (los cuales, también son gratuitos, en caso de que se visiten de día). Sin duda, un evento obligatorio en la ciudad de la música por excelencia.
7. Observar a una hora en punto el curioso Reloj Anker
El Reloj Anker puede llamar la atención por su estilo art nouveau y su decoración de cuento, pero hay que estar atentos: en el curso de 12 horas, cada hora en punto, 12 pequeñas figuras salen del reloj bailando al son de una melodía peculiar. Las figuritas representan a personajes históricos como Maximiliano I de Habsburgo, Leopoldo VI o María Teresa I de Austria. Además, a las doce de cada día, todas las figuras desfilan al ritmo de la música de varias eras.
8. Descubrir lo último en moda
Viena no sólo destaca por ser una de las ciudades más antiguas de Europa; es también el lugar donde muchos diseñadores de moda y artistas dan lugar a sus creaciones. Un ejemplo de ello es Eigensinnig, una tienda y showroom de moda vanguardista y fotografía, situada en la calle Burggasse que exhibe sus diseños más impactantes, algo que disfrutarán especialmente los amantes de las tendencias y lo contemporáneo.