Gracias por tu amistad Mabel Ovando Del Barco

– International Press

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Desde la infancia y hasta la última etapa del ciclo vital, los amigos forman una parte esencial en el día a día de las personas. Pese a las dificultades que puede entrañar, en algunos casos, depositar confianza en otros, numerosos estudios han encontrado lo beneficioso que resulta formar este tipo de vínculo.
La importancia de tener amigos

La amistad se refiere al vínculo estrecho que se forma entre dos personas o un grupo. Este tipo de relación suele estar basado en la confianza, el afecto, la lealtad, la simpatía y el respeto que se depositan, de manera recíproca, los miembros de la relación. La amistad es un componente fundamental en la vida que, además, favorece la salud mental de las personas. Se trata, sin duda, de una de las relaciones afectivas más significativas que se puede llegar a tener.
En algunos libros de la literatura los autores han destacado la trascendencia de la amistad, esto puede percibirse tanto en libros antiguos “Don Quijote de la Mancha”, como en algunos más modernos, como la saga de Harry Potter. También son muchas las películas en las que la amistad ha sido el componente principal como en el caso de «Cuenta conmigo», la saga «Toy Story», Cinema Paradiso, o series como «La Teoría del Big Bang» o «Cómo conocí a vuestra madre». Aunque, sin lugar a dudas, las mejores relaciones son las reales.
¿Por qué es tan Importante Tener Amigos?
Los seres humanos somos seres sociales, desde que nacemos necesitamos el cuidado y el afecto de otros para sobrevivir. A medida que crecemos vamos perteneciendo a diferentes grupos y eligiendo con quien queremos pasar el tiempo libre. Poseer amigos fomenta el sentido de pertenencia a estos grupos, lo cual aporta un gran valor emocional a la persona, ya que sentirnos integrados en nuestro entorno más próximo suele estar directamente relacionado con un aumento de la autoestima y la motivación.
Además, poder confiar en tus amigos, contándole aquella información íntima y privada que deseas compartir con ellos, en la mayoría de los casos, contribuye a un alivio del estrés. Sentirse escuchado, comprendido y/o querido suele ser un buen “calmante” para el “dolor emocional”. De modo inverso, percibir que la otra parte de la relación comparte contigo sus intimidades, preocupaciones, logros, emociones, etc, te puede hacer sentir valorado, y también querido, lo que se relaciona con una mejora del autoconcepto de la persona que escucha. Cabe mencionar en este apartado que este beneficio ocurre en aquellas relaciones de amistad funcionales, es decir, en las que cada uno, además de este vínculo, tiene su espacio y no siente dependencia por la otra persona.
Poder depositar confianza en un amigo, ayuda también a superar aquellas situaciones más complicadas que pueda estar viviendo una persona como puede ser un duelo, una ruptura, la pérdida de trabajo, etc. Resulta terapéutico poder compartir los momentos difíciles con alguien que te apoya y te anima, conectando a un nivel más profundo.