Karin S. Hiebaum

Tras días de protestas masivas, el partido gobernante de Georgia declaró el jueves que retiraría el proyecto de ley que, según los opositores, reprimiría la disidencia.
Tras días de protestas masivas, el partido gobernante de Georgia declaró el jueves que retiraría el proyecto de ley que, según los opositores, reprimiría la disidencia.
Los manifestantes bloquean la sede del Parlamento de Georgia por tercer día consecutivo, a pesar de las concesiones de las autoridades. El partido en el poder inició la retirada del proyecto de ley sobre “agentes extranjeros” y se han liberado a los detenidos de las protestas.

La presidenta, Salomé Zurabishvili, volvió a pronunciarse en apoyo de los manifestantes y calificó de “natural” la desconfianza hacia el gobierno.

“Si somos un país democrático, el Gobierno y el Parlamento no podrían haber desoído la voz y la voluntad del pueblo”, dijo Zurabishvili, que dijo tener la tiene intención de bloquear otros proyectos que, en su opinión, contradicen la apuesta europea de Georgia.

El proyecto de ley, ahora retirado, introducía la etiqueta de “agentes extranjeros” a las ONG y medios de comunicación que recibieran dinero del extranjero.

Los manifestantes tachan esta iniciativa de “ley rusa” por su parecido a ciertas leyes vigentes en dicho país.