La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) manifiesta su preocupación por el incremento de las cuotas que deben abonar las micro, pequeñas y medianas empresas incluidas en la moratoria de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) debido a la suba de la tasa de interés definida por el Banco Central de la República Argentina (BCRA). Esta situación se genera por la finalización, el mes pasado, del periodo de 12 meses de aplicación de tasas subsidiadas establecida en la Ley de Alivio Fiscal. A partir del mes 13 (abril último) AFIP empezó a aplicar la tasa Badlar.
Este último punto hace referencia a lo establecido por la Ley 27.653 de Alivio Fiscal para Fortalecer la Salida Económica y Social a la Pandemia Generada por el Covid-19. De esta manera, las micro, pequeñas y medianas empresas se ven obligadas a afrontar un pago de las cuotas de la moratoria atadas a la nueva tasa Badlar definida por el BCRA y que en la actualidad se fijó en 87,5% N.A.
El panorama para una pyme ya era muy complejo previo al incremento de la tasa de interés del BCRA. En este nuevo contexto los pagos que deberán afrontar las pequeñas y medianas empresas saltarán de una a tres veces y media entre una cuota y otra. En ese sentido y debido a la gran preocupación de todo el sector Pyme, CAME elaboró un proyecto de ley para modificar parte de los artículos 6, 8 y 10 de la normativa vigente.
Así, entre los cambios solicitados por CAME se destacan:
Desde la cuota 13 y hasta la cuota 36 inclusive se aplicará el 30% de la tasa Badlar en moneda nacional de bancos privados. Desde la cuota 37 y hasta la cuota 60 inclusive, el 40% de la tasa Badlar en moneda nacional de bancos privados. Por último, desde la cuota 61 y hasta la finalización del plan, el 50% de la tasa Badlar en moneda nacional de bancos privados.
Las cuotas que resulten impagas entre el período que comprende la cuota número 13 y hasta la promulgación del presente proyecto inclusive tendrán postergado su vencimiento al final del plan de pagos.
Aquellos saldos a favor que se generen por la diferencia entre la cuota cobrada por la AFIP y la que hubiere correspondido cobrar serán imputados a la última cuota por vencer del plan de pagos. En caso de que exceda su monto se irá a la penúltima y así sucesivamente hasta agotar el saldo a favor.
«La moratoria en plena pandemia fue necesaria para salvar a las pequeñas y medianas empresas que debieron afrontar una situación excepcional. Sin embargo, producto de los vaivenes macroeconómicos que afectan a nuestro país y que impactan de lleno en la microeconomía, las pymes hoy no tienen la capacidad de afrontar semejante aumento en las cuotas de sus planes de financiación. No van a poder pagar. La tasa Badlar genera una enorme incertidumbre en relación a la posibilidad de afrontar esas deudas, lo que la convierte en una nueva 1050», resaltó el presidente de CAME, Alfredo González.
Cabe destacar que las empresas que han adherido al plan de facilidades de pago definido por la ley aprobada durante la pandemia suman 155.888 microempresas y 21.501 pequeñas empresas.