A medio año del primer caso por abuso sexual que salió a la luz en el Jardín de infantes 406 de Comodoro Rivadavia, las familias de las víctimas aún no han obtenido respuesta por parte de la Justicia. El docente involucrado no fue imputado y continúa en libertad.
Jessica Godoy, la primera denunciante, en diálogo con VíaPaís, indicó que la fiscal María Laura Blanco determinó que «no hay pruebas contundentes» para poder iniciar una causa, a pesar de que ya se suman unas 70 denuncias.
«Seguimos sin novedades; no sabemos hasta qué punto están custodiando a este profesor. Muchos nenes no pudieron ir a la Cámara Gesell, y varias cosas que dijeron los que sí fueron entrevistados no se agregaron a los informes forenses», informó la mujer.
Godoy fue la primera en acudir a la Justicia luego de que su hija le confesara en noviembre del 2022 los calvarios que debió enfrentar. A partir de este caso, se abrieron muchos expedientes más que, sin embargo, no parecen llegar a nada.
Niños y niñas de entre 3 a 10 años han confesado ser toqueteados y amenazados por este mismo hombre. Desde sus dibujos hasta sus relatos evidencian los maltratos que sufrieron dentro de un aula, pero fueron pocos los que pudieron testificar.
Las familias que pudieron cambiar a sus hijos de instituciones, lo hicieron. En el caso de la nena de Godoy, se está adaptando a un nuevo año escolar. Según contó la madre, no quiere participar de una muestra musical que se va a llevar a cabo, pues le hace acordar al docente de esta materia.
En tanto, estos padres denunciaron que en las últimas semanas, todas las banderas que han colgado fuera del inmueble donde los abusos se habrían efectuado fueron rotas. Las sospechas apuntan a la policía.
Los dibujos
Godoy a esto le sumó que una grafóloga analizó los dibujos de algunos nenes de 3 años y determinó que eran una clara prueba de abuso sexual y oral. Se trató de las pocas evidencias que pudieron conservar las familias, pues las autoridades se habrían deshecho del resto.
Tiempo atrás, estos padres encontraron afuera del edificio muchas bolsas de consorcio que parecían tener los trabajitos hechos por sus hijos. «Nos sentimos abandonados por todos lados, y hay muchas trabas que quieren cansarnos y dejar en la nada otro caso más», informó.
«Este profesor ya tuvo causas en privados y eso se tapó todo, pero aún así siguió con su trabajo. Por eso nuestros niños fueron víctimas sin saber esto», agregó Jessica, expresando su miedo de que el docente retome sus clases.