Como si se trata de una película de suspenso en el que nadie sabe qué pasará a último momento, la oposición en Santa Cruz se enfrenta horas cruciales. A decir verdad, ni siquiera los protagonistas lo saben. Pero lo que todos entienden perfectamente es que se ésta jugando el futuro de Santa Cruz y de la posibilidad de un nuevo gobierno provincial.
Si bien se trata de un final abierto que se debe resolver antes de 14 de junio cuando se cierren los Frentes Electorales, la realidad es que solo hay dos posibilidades: que la oposición logre superar los personalismos y las ambiciones personales, o que se divida y surjan dos alternativas.
Lo que quedó del último encuentro de la Mesa de Cambia Santa Cruz, fue que Encuentro Ciudadano y el PRO claramente entienden que, si no se incorpora a una fuerza como SER en éste espacio, será muy difícil vencer al Kirchnerismo.
Por su parte la UCR; enfrascado en sus internas permanentes y en viajas inquinas, entre quienes acusan a la actual dirigencia partidaria de manejarse como “los dueños del partido” y los que quieren hacer sus “pergaminos” de pasadas elecciones, ve aflorar una crisis que desde hace años está presente pero que esta vez sale a la luz.
En este contexto algunos actúan como “principales de la política” embanderados en ese artilugio deportivo del “campeón moral”. Estando en juego el destino de Santa Cruz, no pareciera ser esta una alternativa para garantizar a los santacruceños un futuro distinto al presente decadente que vive la provincia.
Debate, egos y números
Momentos de definiciones vive hoy la oposición en Santa Cruz; y lo que surja de este debate claramente puede derivar en que cambie la historia de los últimos 30 años, o que comience una nueva etapa política.
Las últimas horas, pese a todo, comenzaron a mostrar una realidad: no alcanza con “hacer una buena elección” o “consolidar nuevas fuerzas opositoras”.
Como nunca antes en la provincia se da un escenario de “tres tercios”; 3 espacios con idénticas potencialidades, pero también debilidades, situación que se supera con “votos”.
Esta sería la síntesis del debate que abrió la posibilidad de la incorporación del partido SER, a Cambia Santa Cruz, para formar una coalición de “fuerzas” que logren ganar la gobernación.
Ya hablaron Encuentro Ciudadano y el PPO y concluyeron que el camino es sumar a SER.
Mientras que la UCR se debate en abandonar el excesivo personalismo de los últimos años y pasar a una etapa de consensos.
Pero no será fácil, sobre todo con posturas como la de la diputada Roxana Reyes quien no para de denostar a su par legislador nacional dirigente del gremio petrolero, Claudio Vidal.
La postura de Reyes es hasta el momento inflexible y en las últimas horas redobló la apuesta anticipando que no aceptaría “de ninguna manera” la incorporación de SER. De ese punto es muy difícil volver, o propiciar un dialogo.
En contrapartida, la referente de Encuentro Ciudadano llamó a la sensatez: para cambiar la realidad de Santa Cruz hay que gobernar, y para gobernar hay que ganar.
Todo esto, “previo al dialogo, al “acuerdo programático” a los puntos en común y no en las diferencias. Esto no es “pragmatismo” político. Esto es sensatez y responsabilidad.
Algo similar planteó el PRO, cuando su principal referente provincial Alberto Parsons, puso las cosas en claro: “Con Encuentro Ciudadano planteamos que el frente debe ser abierto y no cerrarnos. Y está a las claras que, en 2007, 2015 y 2019 hubo una estrategia similar y no nos fue bien, además de que la misma sociedad nos demanda un cambio”.
En cuanto al resto de los participantes de la Mesa de Cambia Santa Cruz, está claro que funcionan como un “apéndice” de la UCR. El ARI-CC hace “seguidismo” de lo que pida el Senador Eduardo Costa, y el socialismo con su escaso aporte de votos, apenas si aspira a ser parte del espacio opositor que le garantice lugares en las listas. De gobernar, ni hablar.
Si el debate se hace en torno a las cualidades y la trayectoria; si la discusión es por quien debe “ser el candidato natural” y si las decisiones se toman pensando en lo que se pierde individualmente en vez de lo que se gana colectivamente, será e triunfo de los egos y el personalismo.
Si, por otra parte, la cuestión se centra en “como doblegar” al aparato oficialista (que por otra parte mira desde un lugar privilegiado ésta discusión que le conviene, y lo acerca a sus posibilidades de consolidar otros 4 años de Kirchnerismo en Santa Cruz), hay que concentrase en los “números”. En los votos. Matemática elemental: Dos tercios sumados son más que uno.
Apertura, o nuevo frente
“No planteamos irnos de Cambia”, dijo Parson al diario Nuevo Día de Río Gallegos. Fue una manera de calmar a los inquietos radicales que habían echado “espuma por la boca” cuando EC y el PRO dijeron que había que sumar a Vidal.
Sobre la postura llevada el pasado miércoles a la Mesa de Cambia Santa Cruz, tuvo un argumento: “la gente nos reclama madurez, acciones concretas y no esta pelea interna o cruces”.
Fue en ese encuentro, en el cual la UCR pidió “tiempo para pensar” y ahora se espera un nuevo encuentro de la Convención para definir que se llevará a cabo el fin de semana.
Cabe recordar que la UCR, que había puesto como condición una lista “única” en Cambia (que por obvias razones debía encabezar Reyes) algo que el resto de los pre candidatos rechazarían. Ya se sabía de antemano que esto pasaría, por eso todo pareció mas un “simulacro de intención” de sumar a SER.
Lo que determine la UCR marcará también lo que el partido será de aquí en adelante. Todos saben que se trata de una interna que nunca se resolvió y que ahora – con el escenario pre electoral – quedará expuesta y zanjada.
Por su parte, quienes esperan la apertura aclaran: “No es nuestra idea ni tan rupturista ni tan descabellada de otra figura para trabajar todos”. Esto fue lo que explicó Parson pero dejó una suerte de advertencia: “Si decidimos trabajar juntos, será dentro de un nuevo frente electoral o no; no es la integración a SER, sino un nuevo frente electoral que le abra las puerta a los partidos que quedaron relegados”.
Claramente Santa Cruz está frente a un nuevo tiempo político, pero, por otra parte, las decisiones para avanzar dependen de viajas estructuras que sostienen un “status quo” que mayoritariamente fue funcional al oficialismo. De lo que ocurra en sábado en la convención dependerá en gran parte que Santa Cruz cambie de rumbo.