El nuevo escenario político en Santa Cruz: renuncias, enojos, expectativas de un nuevo “acuerdo opositor amplio” que le gane al kirchnerismo en Santa Cruz.
Luego de un fin de semana que se inició “judicializando” la interna de la Unión Cívica Radical santacruceña; la confirmación de una alianza estratégica y programática entre Encuentro Ciudadano, el PRO y SER; junto a espacios políticos locales abre un nuevo escenario en torno a las elecciones que definirán los próximos cuatro años de gobierno en Santa Cruz.
Todo estaba dado para que el sábado una nueva reunión de Convención de la UCR analizara el mandato de abrir el Frente Cambia Santa Cruz a la fuerza política que encabeza el diputado nacional Claudio Vidal. El pedido había surgido a partir del reclamo de Encuentro Ciudadano y del PRO para que el radicalismo no impusiera condiciones restrictivas a las demás fuerzas en caso que SER sea incorporado a la alianza que debería enfrentar al oficialismo en las elecciones de agosto.
Pero un amparo presentado por la diputada Roxana Reyes, quien pretendía ser la única candidata a gobernadora por la coalición opositora, en caso que se sumara Vidal, impidió la realización del cónclave y concluyó con la ruptura de la UCR y una seguidilla de renuncias que dejan al descubierto las fisuras internas del centenario partido, además del descontento de un numeroso grupo de dirigentes contra la conducción radical.
Tal como lo anticipara Mas Prensa, la convocatoria a la Convención supondría un “punto de quiebre” en el radicalismo; ya sea por la inclusión del dirigente petrolero como por la negativa sostenida por el Senador Eduardo Costa y la legisladora que insistía en cerrar un acuerdo, pero condicionado a su única candidatura.
Así las cosas, y luego de que Reyes emprendiera un “raid” en medios para denostar a Vidal, los principales referentes de los restantes del Encuentro Ciudadano y del PRO advirtieron la “negativa irreductible” de la cúpula radical y confirmaron que buscarían conformar un espacio que contuviera a “todas” las expresiones de la oposición con el fin de llegar al gobierno.
Personalismo y “fallo exprés”
Todo se desencadenó, luego que el sábado 10, el Juez del fuero Federal, Claudio Marcelo Vázquez (foto) hiciera lugar al Amparo presentado por Reyes para impedir la reunión de la Convención de su partido.
Las presiones internas para evitar un acuerdo con Vidal eran obvias, sobre todo luego que mediante un plenario de “urgencia” el Comité Provincia de la UCR considerara que debía anticiparse a la Convención y ratificara la fórmula única a Gobernador y Vice de Roxana Reyes y Mirey Zeidán.
El fallo del magistrado no sólo reconoció lo actuado por el organismo de conducción del radicalismo, sino que dispuso notificar a los Congresales la anulación de la “la convocatoria” de los Congresales que se debía realiza ese mismo día a la tarde.
Se trató de un verdadero “fallo exprés”; algo que sorprendió en parte, pero para aquellos que sostienen la conveniencia de este escenario pre electoral, y sospechan de la funcionalidad de la conducción radical con el oficialismo, no dejaron de recordar la procedencia del magistrado.
El ahora titular del Juzgado Federal I de Río Gallegos, tuvo un ingreso rutilante e impensado a ese fuero durante la presidencia de Cristina Kirchner, en momentos en que se tramitaba una causa muy sensible para la mandataria; aunque su antecedente profesional más cercano era haber sido abogado empleado en la casa de neumáticos Firestone/Bridgestone. Corría el año 2015 y fue designado como como juez subrogante en la Cámara Federal de Casación Penal, en reemplazo de Luis María Cabral, quien estaba por fallar sobre la inconstitucionalidad del memorándum con Irán.
No es entonces descabellado pensar en sus conexiones con el oficialismo en el gobierno y la conveniencia de su fallo reciente que “denotaría” la interna radical en “territorio K”. Sobre todo, con la lentitud generalizada del sistema judicial para expedirse sobre temas “calientes”.
En este contexto, la “jugada” de Reyes y el Comité para sostener una candidatura única como requisito para sumar al SER, derivó no solo en un malestar interno, sino que sorprendió primero y luego enojo a sus socios de Encuentro Ciudadano y el PRO; que intentaban limar asperezas y que primara el sentido común de “sumar fuerzas” para enfrentar al Kirchnerismo.
Malestar y ola de renuncias
Los argumentos de ambos lados son claros: Por un lado, Reyes entendía que sumar a Vida afectaría su intención de ser gobernadora por el caudal de “intención de voto” que viene teniendo Vidal.
Por otra parte, quienes tiene como “objetivo claro” ser gobierno a partir del año próximo entendían que el caudal de votos del petrolero era definitorio para imponerse al oficialismo.
En cuanto a lo “programático” desde el PRO y Encuentro Ciudadano, ya habían expresado que se venía “dialogando” con integrantes de SER en niveles locales para “trabajar juntos”. El acuerdo que se buscaba estaba en torno a las coincidencias y no a las disidencias. Precisamente, los radicales que estaban a favor de este argumento era lo que se quería llevar como mensaje al seno de la Convención.
Frustrada esta instancia, y por evidente malestar generado no era de esperar una “sangría interna” de dirigentes que plantean que se debían anteponer los intereses personales, frente a las necesidades de cambio de la provincia.
En este contexto, el “primer daño colateral” fue la renuncia de Daniel Gardonio como titular del Comité Provincia de la UCR.
«Algunos dirigentes que hoy tienen la facultad de conducir han logrado convencerme de que no quieren un cambio», fueron las primeras declaraciones del intendente de Puerto San Julián luego de firmar su renuncia de manera indeclinable. La carta de renuncia fue dirigida al vicepresidente de la UCR santacruceña en donde se explaya escuetamente sobre su determinación.
«Mi trayectoria política con errores y aciertos, siempre está impregnada por la pasión que impone el convencimiento en la propuesta que ofrecemos para solicitar el acompañamiento. Así como mi felicidad es plena cuando me acompaña la voluntad popular en las urnas, también he sido muy respetuoso cuando esa soberana decisión dijo lo contrario», sintetizó.
Luego, en otro párrafo que claramente estaba dirigido a Reyes, Gardonio sostuvo: «Nunca forcé una candidatura o exigí un cargo amparado en títulos extinguidos, simplemente me retiré a colaborar desde el lugar que me tocaba como emprendedor, padre, marido o afiliado. No puedo acompañar decisiones SIN RESPALDO de la voluntad expresa de nuestros afiliados».
La carta analiza de manera lapidaría la situación interna de su partido y también los motivos que profundizaron el quiebre consumado el fin de semana.
«Jamás puedo acompañar y menos ejecutar resoluciones obtenidas por medio de interpretaciones individuales y legales muy particulares que terminan favoreciendo la perdurabilidad de los proponentes y de toda una clase política que en definitiva impide, entre otras cosas, la formación de nuevos cuadros, dirigentes, una movilidad social o el cambio requerido por la sociedad, etc», remarcó mostrando su rechazó a la judicialización de la interna.
«Las decisiones inconsultas, la soberbia, la perpetuidad, entre otros valores incompatibles con la política como herramienta de crecimiento y transformación, permitieron ese espacio imposible de advertir desde un tan cómodo como solitario despacho que subestima la decisión popular», enfatizó en otro tramo de su carta de renuncia.
El “impacto” de la judicialización que impidió el debate interno fue a gran escala, y otro de los dirigentes que optaron por tomar distancia de la acción de Reyes fue Joaquín Serra, titular de la Juventud Radical.
«Hoy, nos encontramos ante una situación en la que algunas personas han avasallado nuestro partido, poniendo claramente intereses personales en contra de la causa principal por la que luchamos. Este es un hecho lamentable que le genera un gran quiebre a la UCR», advirtió Serra en la carta de dimisión que envió al Comité provincia.
Radicalismo “roto”
En las últimas horas, se conocieron como un “efecto dominó” tras la presentación judicial de Reyes y la imposición para que no sesionara la Convención Radical, una serie de renuncias y críticas tanto a la diputada nacional como a Costa.
Mientras avanzan el “reacomodamiento” de fuerzas, trascendió que renunciaría a su cargo de presidente de la Convención, el dirigente radical – y edil de puerto Deseado – Raúl “Pirri” Martínez, quien días atrás ya había insistido en la necesidad de un frente más amplio para vencer al gobierno.
“Toda la mesa de Cambia Santa Cruz debe trabajar en función de ver cómo se resuelven los problemas a los habitantes de Santa Cruz”, habría reclamado cuando comenzaban a ser evidentes las intenciones de “cerrar” el espacio a otras fuerzas políticas.
«La elección no la va a ganar solo el radicalismo, sino que formamos parte de un Frente que se está preparando para gobernar y es Cambia Santa Cruz», había analizado.
Ante el embate judicial de Reyes y la imposibilidad de dejar debatir a los convencionales, Martínez daría un “paso al costado”; pero no solo sería el sino cerca de una docena de integrantes de ese organismo que se vieron “ninguneados” por el Comité provincia.
Pero este conflicto interno desnudó además un fenómeno que se venía dando desde hace algunos años: las grandes diferencias entro los Comités locales y la conducción radical de Rio Gallegos.
Es que el Comité provincia no tenía consensos ni dialogo real con las dirigencias locales; lo que desencadenó un “choque” entre el interior y la capital provincial.
Horas decisivas
Contra reloj, teniendo en cuenta a la finalización del plazo para oficializar alianzas y frentes, se sabe que la mayoría de los dirigentes opositores se encuentran analizando la “mejor estrategia” para consolidar un espacio que suma la mayor cantidad de votos, en el marco de la Ley de Lemas vigente.
Por eso no se descarta que si bien, la denominación Cambia Santa Cruz no sería utilizada por los recientes hechos que la “dividieron”, podría apelarse a una nueva denominación, en una coalición que fuera parte de Juntos Por el Cambio. De este modo, todas las listas actuarían como “colectoras” de “voto opositor”.
Otra posibilidad es que EC, el PRO y SER consoliden un nuevo frente que sume un “ala radical”, además de los partidos locales que ya habían mostrado intenciones de sumarse a Cambia Santa Cruz, pero que ahora están más cercanos al nuevo espacio.
Las próximas 48 horas serán fundamentales, no solo para la oposición y sus componentes partidarios, sino para los santacruceños que buscan un cambio a más de 30 años de gobierno hegemónico Kirchnerista que luego de tres décadas de gestión mantiene a la provincia en un estado de crisis generalizado.
Sea cual fuera el resultado del dialogo político opositor, lo cierto es que los votantes de Santa Cruz se encontrarán con un panorama nuevo y esperanzador en cuanto a un cambio de rumbo de la provincia.