Karin Silvina Hiebaum – International Press

El debate sobre si el budismo es una filosofía o una religión es una construcción occidental contemporánea: las religiones orientales no funcionan como las tres grandes monoteístas, a las cuales estamos acostumbrados. Además, la separación filosofía-religión no se produjo hasta el siglo XVIII con la Ilustración.

Sin embargo, por las propias características del budismo, sus enseñanzas son compatibles con distintas creencias y pueden adoptarse como una filosofía o forma de vida. ¿Quieres saber por qué y descubrir lecciones que aprender del budismo? ¡Sigue leyendo!

Budismo, una puerta abierta a la exploración de uno mismo y del mundo
El budismo como filosofía es una práctica de contemplación y cuestionamiento que no depende de la creencia en un dios o de la fe. De hecho, el propio budismo defiende dejar atrás cualquier dogma para ser capaces de ver el mundo como es.

Qué podemos aprender del budismo como filosofía – Japón Zen

Esta idea la ilustra muy bien un cuento tradicional del budismo Zen. En él, se explica que un profesor universitario fue a visitar a un maestro Zen. Al llegar el profesor, tras anunciarse con gran pomposidad, el maestro le ofreció té. Se lo comenzó a servir con una gran calma y siguió sirviéndolo incluso cuando la taza estaba colmada.

El profesor universitario pidió que parara: “la taza está llena, ¡ya no cabe más!”. A esto, el maestro Zen replicó: “como esta taza, tú mismo estás lleno de opiniones y especulación. ¿Cómo puedo enseñarte Zen si no vacías tu taza primero?”

De esta manera, una primera enseñanza del budismo es dejar nuestros prejuicios atrás, abrir la mente ante el mundo real tal y como se despliega ante los ojos. Y esta propia idea es también clave para poder aprender del budismo sin necesidad de adoptarlo como religión.

Enseñanzas básicas que obtener de Buda y el budismo como filosofía
Buda es el título que recibió Siddhartha Gautama por sus conocimientos y por su iluminación, pero todos podemos ser un buda si seguimos sus enseñanzas.
El objetivo de un budista es la búsqueda de la verdad y la verdad está abierta al cambio. Si hay enseñanzas incorrectas o incompletas, pueden ser cambiadas o completadas.
Dentro del budismo, incluso como religión, cada persona puede creer lo quiera mientras lleve a cabo las enseñanzas.
Lo único que importa, lo fundamental, es el momento presente: trabajar en nosotros ahora. Debemos dejar pasar el pasado y el futuro.
El mal, lo que en el cristianismo sería el diablo, es el sufrimiento: un dolor que viene causado por el ego. En el momento en que desaparece la ignorancia que provoca mirarse constantemente a uno mismo, el individualismo, la felicidad está más cerca.
La realidad es solo una percepción. Si somos capaces de elevar nuestra conciencia y obtener mayor conocimiento, cambiamos la realidad.
La compasión hacia los demás es transformadora, tanto para el entorno como para uno mismo. Debe buscarse la bondad en las otras personas y ser capaz de conectar con ellas.
Entregar amor, compasión y la propia presencia es un ejercicio diario: la vida es un juego entre entregar y recibir.
Qué podemos aprender del budismo como filosofía – Meditación

No puedo concluir este post sin hablar de una de las prácticas inseparables del budismo: la meditación. Meditar es encontrar el momento presente, desligarse del ego y ser capaz de buscar, en el interior de la mente, la verdad.

¿Por qué no comenzar a seguir las enseñanzas del budismo como filosofía por aquí? Recuerda mis consejos sobre meditación: encuentra un lugar y momento tranquilos, siente la Japa Mala en tus manos y deja a tu mente sentir.

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