El discurso que pronunciara el Presidente de la Comisión de Fomento de Cañadón Seco, Jorge Marcelo Soloaga, en el cierre del acto institucional alusivo al 79° Aniversario de esa localidad, tuvo varios ejes concernientes a la historia de la localidad, a sus protagonistas y a la necesidad de luchar por reivindicaciones que aseguren un futuro promisorio para las nuevas generaciones.
En ese marco rememoró el protagónico de vecinos y vecinas en diferentes facetas, como el caso del dirigente gremial Bonifacio “El Gaucho” Luna quien a riesgo de su propia vida llegó plantarse con firmeza ante militares durante una período de dictadura.
También aludió a la necesidad de reformar la anacrónica Constitución Provincial e hizo un llamado a todas las comunidades de la zona norte y a sus dirigentes para instrumentar acciones que contribuyan a dejar de percibir “las migajas” que distribuye el gobierno provincial a los pueblos del interior.
Sostuvo además que Cañadón Seco, en cuyo acceso se acaba de inaugurar un cartel luminoso para resignificar que allí vive gente que contribuye constantemente al proceso de modernización, no está exento de las vicisitudes que afronta el país por cuestiones económicas y políticas, a lo que se suman acontecimientos mundiales que son aprovechados por grandes grupos de poder en beneficio propio.
En lo referente al ámbito provincial dedicó un pasaje de su alocución a la crisis educativa que pone en riesgo el futuro de niños, niñas y jóvenes.
De manera elíptica apuntó contra quienes, a pesar de tener responsabilidades de conducción institucional, demuestran no tener inteligencia o bien optan “por la ignominia y la imbecilidad, sin reparar que, a la larga, se está condenando a un pueblo a la esclavitud, a la humillación y al fracaso, ya que no tienen conciencia de lo que representa el proceso de formación”.
Más adelante reparó que hoy en esa provincia queda en evidencia que “hay más desencuentros que acuerdos”, siendo estos últimos de vital importancia para poner de pie a todo un territorio, pero esa dicotomía hace que las ilusiones y expectativas de las comunidades se vean frustradas cuando la clase dirigencial no toma las decisiones que den soluciones a los problemas cruciales.
LAS DOS SANTA CRUZ
Luego, remontándose a la historia de este territorio, recordó que cuando se descubrió en petróleo en Cañadón Seco (1944), esta zona pertenecía a la gobernación militar de Comodoro Rivadavia y que después del derrocamiento del gobierno de Perón un régimen militar golpista, en 1955, trazó una línea limítrofe que no respetó afinidades geográficas ni tampoco históricas, económicas y culturales.
Y a pesar del paso de tiempo, evaluó que en la práctica “aún hoy tenemos dos Santa Cruz que no se conjugan una con la otra”.
“Por un lado –sostuvo- hay una Santa Cruz parasitaria que se concentra en la egolatría de la capital galleguense que solo reparte migajas y la Santa Cruz que se esfuerza y trabaja sobre la base de los recursos estratégicos y económicos que posee en su territorio”.
Ese sentido puntualizó que la zona norte, a pesar de generar el 90 % de las riquezas por el petróleo, la pesca, la minería y ahora la energía eólica, no puede resolver los problemas de sus pueblos por los exiguos fondos que recibe de regalías y recursos coparticipables.
Por todo ello afirmó que con rebeldía y objetividad era necesario alzar la voz a modo de estandarte para instar a Santa Cruz Norte y a sus dirigentes a ponerse de pie “porque nos vivieron saqueando históricamente”.
Para revertir ese injusto panorama, consideró que se hace necesario una nueva Ley de Coparticipación para lograr la distribución equitativa de los recursos fiscales “que les permita a nuestros municipios tener plena autonomía” y que no haya que ir a mendigar ante algún funcionario circunstancial que ejerce en Río Gallegos “para ver si dan cinco pesos más o que no descuenten otros cinco pesos porque alguien se portó mal o porque, según ese funcionario no estamos haciendo las cosas como se dictan desde la egocéntrica Río Gallegos”.
Fue entonces cuando, para ejemplificar la situación que exponía, citó frases del recordado escritor Arturo Jauretche, indicando que “nosotros la de la Zona Norte nos parecemos a los perros de frigorífico porque nos estamos peleando por la achuras pero resulta que la vaca es nuestra y la tiene el matarife de Río Gallegos”.
En esa misma sintonía volvió a reclamar por una nueva Constitución Provincial habida cuenta que la que existe es antidemocrática en su esencia y en su origen, fue sancionada en tiempo de la dictadura fusiladora en 1957, es anacrónica y fue redactada cuando los recursos petroleros, gasíferos, mineros y pesqueros eran inexistentes, pero además fue sancionada sin la participación de representantes del Justicialismo dado que esa fuerza política popular estuvo proscripta y de esa redacción tampoco intervino un sector del radicalismo.
LA ANTIPOLÍTICA
En los tramos finales de su discurso, Soloaga se refirió al actual proceso electoral, indicando que en gran parte se está caracterizando por “el dedazo”, es decir designándose candidatos en reducidos círculos de dirigentes, algo que no tiene asidero en Cañadón Seco.
Ello lo llevó decir que el régimen electoral de Santa Cruz quiebra el principio de mayoría porque son los ciudadanos quienes mayoritariamente tienen que decidir si van a acompañar o no las políticas necesarias e imprescindibles para el desarrollo de la sociedad”.
Consecuentemente, resaltó “no sirve para nada la política si no hay protagonismo y participación de la gente que exprese su voluntad y tampoco sirve si permitimos que a ella ingresen los sátrapas y malandras que con el solo hecho de incorporarse para ver si pellizcan votos, descalifican, agravian, insultan y falsifican firmas y voluntad de la gente para presentarse después como candidatos, tal como sucedió en Cañadón Seco en las anteriores elecciones”.