Karin Silvina Hiebaum – International Press
La autoestima se trata de la opinión que tenemos de nosotros mismos, de una apreciación subjetiva acerca de nuestra valía. Por tanto, entendemos autoestima como el concepto que tenemos de nuestro propio valor, basado en los sentimientos, pensamientos, sensaciones y experiencias que tenemos en relación con nosotros mismos.
Según Walter Riso, experto en el tema y autor de varios libros sobre dependencia emocional, los cuatro pilares y componentes que forman la autoestima son el autoconcepto, la autoimagen, el autorefuerzo y la autoeficacia.
Definición de autoestima
¿Qué es la autoestima realmente?
La autoestima es el concepto que tenemos de nuestra valía y se basa en todos los pensamientos, sentimientos, sensaciones y experiencias que sobre nosotros mismos hemos ido recogiendo durante nuestra vida; creemos que somos listos o menos listos, nos gustamos o no.
Los millares de impresiones, evaluaciones y experiencias así reunidos se juntan en un sentimiento positivo hacia nosotros mismos o, por el contrario, en un incómodo sentimiento de no ser lo que esperábamos. El concepto que tenemos de nosotros mismos no es algo heredado, sino aprendido de nuestro alrededor, mediante la valoración que hacemos de nuestro comportamiento y de la asimilación e interiorización de la opinión de los demás respecto a nosotros. La importancia de la autoestima radica en que nos impulsa a actuar, a seguir adelante y nos motiva para perseguir nuestros objetivos.
La autoestima nunca va a depender de lo que tienes, de lo que sabes o de lo que eres, va a depender siempre de la aceptación personal.
La autoestima evoluciona a medida que vivimos nuevas experiencias. Desde niños estamos construyendo al crecer el concepto de nosotros mismos, se va formando una idea de quiénes somos, si gustamos o no, si somos aceptados o no. El niño irá creándose unas expectativas acerca de sus posibilidades. Se encontrará bien consigo mismo o por el contrario a disgusto con lo que hace.
Así, es en la edad más temprana cuando se va moldeando el concepto de uno mismo, la emoción y el sentimiento hacia nuestra propia persona y, aunque esto no sea completamente inmodificable, es en esta fase cuando estamos creando unas bases duraderas en el tiempo. El niño, aquí, compara su yo real con su yo ideal y se juzga a sí mismo por la manera en que alcanza los patrones sociales y las expectativas que se ha formado de sí mismo y de qué tan bien se desempeña.
Los eventos que tienen mayor influencia suelen ser aquellos que marcaron nuestra infancia, como la manera en que nos trataron nuestros padres, profesores o amigos.
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Las características principales de la autoestima es que NO es innata, esto es, se va formando, desarrollando y modificando con la experiencia y a lo largo de nuestra vida. Por tanto está muy influenciada con nuestro contexto.
De esta forma la persona terminará desarrollando una autoestima alta y sana o por el contrario una autoestima baja.
Componentes de la autoestima
Componente Cognitivo: Lo que pensamos acerca de nosotros mismos. Incluye la opinión, ideas y creencias que se tiene de la propia personalidad de la conducta y de uno mismo.
Componente Afectivo: Juicio elaborado sobre lo que sentimos, cualidades personales, la respuesta afectiva ante la percepción de uno mismo.
Componente Conductual: Lo que hacemos, nuestra decisión e intención de actuar.
¿Cómo mejorar la autoestima?
Cuando una persona tiene la autoestima baja no se quiere, no se acepta y no valora sus cualidades que muchas veces no será capaz ni de verlas. Probablemente deje de acudir a encuentros sociales, deje de probar cosas nuevas y de enfrentarse a retos por miedo a no conseguirlos ya que seguramente crea que no será capaz de lograrlo y le falte seguridad en su día a día.
A continuación te damos 10 técnicas, estos ejercicios si los pones en marcha te ayudarán a aumentar la autoestima. ¡Siempre es buen momento de empezar a aplicar estos ejercicios! ¡Trabaja Tu Autoestima con las siguientes actividades! 🙂
Busca y encuentra el origen de tu baja autoestima
Como te diría un buen arquitecto, no se puede empezar la casa por el tejado, así que para poder mejorar tu autoestima, primero tendrás que encontrar el origen de todo. ¿Un consejo para ello? pregúntate por lo menos hasta en tres ocasiones el “¿por qué?” de tus miedos.
¿Por qué me da miedo ir a la entrevista de trabajo? Porque no me van a coger. ¿Por qué creo que no me van a coger? Porque no soy competente. ¿Por qué creo que no soy competente? Porque de pequeño suspendía mucho y me decían que nunca iba a conseguir nada laboralmente hablando. ¡Bingo! Ahí lo tienes.
Hazlo, inténtalo aunque puedas fracasar
El ser humano tiende a evitar y a no enfrentarse a lo que teme y le provoca miedo, esta es la salida más sencilla, rápida y fácil a corto plazo ya que elimina la ansiedad que la situación provoca.
Pues bien, ahora se sabe que el principal enemigo de nuestra autoestima baja es, sencillamente, no hacer nada. Y es que se ha comprobado que la autoestima no depende del resultado de tus actos. Depende simplemente de que actúes. De esta forma la autoestima aumenta cuando te enfrentas a las circunstancias, y disminuye cuando las evitas. Así de sencillo.