“Hoy nosotros que estamos saliendo, no estamos en las mejores condiciones porque el 90 por ciento del presupuesto se va en gastos corrientes. Nos queda solo un 10 por ciento y con ese 10 por ciento tenés que tener creatividad y también esfuerzo, pero todos sabemos que se logra”, dijo este lunes la gobernadora Alicia Kirchner durante un acto en el que anunció la entrega de ambulancias.

Pero más allá de esta actividad – una de las últimas que encabezará de aquí a octubre – lo cierto es que, desde agosto, cada vez que Alicia habla parece “abrir el paraguas” para anticipar que lo que dejará en el gobierno es una mega estructura ineficiente y muy cara; la cual deberá enfrentar el gobernador electo.

Es que el impacto del resultado electoral pareciera haberla encontrado sin reflejos y ahora lo que le queda es buscar excusas para justificar lo que su gestión personal (8 años) al frente del Ejecutivo, deja a los santacruceños como resultado: un Estado vaciado.
En este sentido, el mensaje de Alicia es bastante obvio, y ahora, además de culpar a Macri, también señala a su antecesor Daniel Peralta como responsable del desastre de que vivió la provincia durante sus dos mandatos. Esto quedó en claro durante sus palabras en el acto de ayer cuando dijo: “No podríamos estar hablando en este momento de la entrega de casi 100 ambulancias. Esto es para ponernos contentos porque en la primera gestión no teníamos los fondos y un total desequilibrio y nunca mentimos. Siempre dijimos la realidad que encontramos y la gente se enojaba y tenía razón de hacerlo”, admitió. Pero lo que ocurre, es que Alicia deja el “poder” con el mismo escenario que cuando asumió.

Claro, que al igual que el Presidente Alberto Fernández culpa al contexto y obviamente a la Pandemia de Covid. Aunque tal vez olvide que, durante ese periodo, la provincia dispuso de fondos “extraordinarios” que manejó a discreción y que tal vez en algún momento haya que auditar; ya que mientras los santacruceños nos encontrábamos “privados de nuestra libertad”, sin poder trasladarnos de localidad en localidad sin atravesar numerosos obstáculos burocráticos y arbitrarios, un pequeño grupo de empresarios amigos y funcionarios hicieron “negocios extraordinarios”.

Pero volviendo al presente, tal vez lo más significativo es el anticipo que le hizo al gobernador electo sobre las cuentas de la provincia “el 90 por ciento del presupuesto se va en gastos corrientes”.
Esto es claramente admitir que la estructura provincial esta “plagada” de ministerios, secretarías y direcciones que engrosaron sus filas y que hoy significan no solo miles de empleados, sino una masa salarial que consume casi todos los recursos que dice tener el gobierno saliente.

Ya en el final de este acto “agónico”, Alicia volvió a mandarle un mensaje a Vidal, como para reiterar el concepto de la falta de recursos; es decir los fondos que le dejará.
“Ahora estoy evaluando la rendición de cuentas de las distintas áreas, y digo ´cómo con tan poca plata pudimos hacer tanto”, dijo como si creyera en su propio “relato” de un gobierno que tuvo nulos logros y que llega al final de gestión con una pesada herencia para el gobernador electo.