La iniciativa recibió 135 votos a favor y 103 en contra. Juntos por el Cambio lideró el rechazo pero se partió a la hora del quórum. El ministro de Economía y numerosos sindicalistas estuvieron presentes en el recinto. La sospecha de un acuerdo Massa-Milei y una propuesta alternativa para no desfinanciar a las provincias.
El oficialismo, los libertarios, la izquierda, el socialismo, el peronismo disidente y fuerzas provinciales aprobaron juntos, tras un debate de casi siete horas, la reforma del Impuesto a las Ganancias impulsada por el ministro de Economía y candidato de Unión por la Patria, Sergio Massa.
A pesar de que no faltaron los cruces y chicanas, el Frente de Todos consiguió darle luz verde al proyecto y girarlo al Senado con 135 votos a favor y 103 en contra. Massa festejó la media sanción desde uno de los palcos del recinto. Allí se ubicó entre los cegetistas Héctor Daer, Carlos Acuña y Pablo Moyano, en medio de una ovación oficialista y abucheos opositores.

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El Frente de Todos contó con apoyo de La Libertad Avanza, el bloque de Javier Milei; los peronistas bonaerenses Alejandro «Topo» Rodríguez y Graciela Camaño; la cordobesa Natalia De la Sota; los dos integrantes del Partido Socialista y los cuatro del Frente de Izquierda.
También acompañaron, a pesar de la pérdida que ocasionará a las provincias, los gobernadores electos de Neuquén, Rolando Figueroa, y de Santa Cruz, Claudio Vidal, además de los diputados que responden a los mandatarios Alberto Weretilneck (Río Negro) y Oscar Herrera Ahuad (Misiones).
El proyecto aprobado elimina el impuesto a las Ganancias para los trabajadores de la cuarta categoría y crea un «régimen cedular» por el cual solo pagarán los contribuyentes de «mayores ingresos» a partir de 15 Salarios Mínimos, Vitales y Móviles, un monto estimado en 1.770.000 pesos que actuará como mínimo no imponible. Con la futura ley, 800.000 personas dejarán de tributar Ganancias.
Varios sindicalistas desfilaron por el recinto, al compás de una movilización en la Plaza del Congreso. Además del triunvirato de la CGT, estuvieron en los palcos Hugo «Cachorro» Godoy (CTA Autónoma), Abel Furlán (UOM), Armando Cavalieri (Comercio) y Mario «Paco» Manrique (SMATA), entre otros.

Milei
Milei, que mantuvo el misterio hasta último momento, no solo habilitó la sesión con su presencia, sino que votó a favor del proyecto. «Nos encontramos ante el delirio descomunal de tratar al salario como ganancia. Este impuesto es inmundo y tiene que ser eliminado», sentenció el candidato de La Libertad Avanza, y añadió: «Con cualquier iniciativa que conste en bajar impuestos, yo voy a estar de acuerdo».
En Juntos por el Cambio brotaron nuevas sospechas de un acuerdo entre Milei y Massa. «Se está confirmando un pacto político entre Milei y Massa. Ya teníamos evidencias de intendentes y gobernadores, pero ahora tenemos la confirmación. Milei decía claramente que votar una baja de impuestos sin una baja del gasto que lo acompañe es ‘demencial'», lanzó Martín Tetaz (Evolución Radical).
Desde una posición incómoda, Juntos por el Cambio lideró el rechazo: tildó la medida de «electoralista», pronosticó que conducirá a una «hiperinflación» y advirtió que el impacto fiscal lo padecerá el próximo gobierno. «Esta sesión ingresará al récord Guinnes de la demagogia y el populismo», sentenció Luciano Laspina, del equipo económico de Patricia Bullrich.
Sin embargo, a la hora del quórum, el interbloque opositor no pudo evitar la ruptura. Cuatro diputados del bloque Evolución, que responde al senador Martín Lousteau, se rebelaron y estuvieron presentes: la cordobesa Gabriela Brouwer de Koning, el porteño Emiliano Yacobitti, la bonaerense Danya Tavela y la entrerriana Marcela Antola.
Esos legisladores quebraron el acuerdo previo y ayudaron al oficialismo en apoyo a otro proyecto del temario para crear la Universidad Nacional de Río Tercero, en Córdoba. La decisión generó un fuerte enojo al interior de la coalición, donde buscaban no mostrar fisuras en medio de la campaña electoral.

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Pérdida
Horas antes de la sesión, los opositores que acompañaron el proyecto (a excepción de Milei) presentaron un proyecto complementario para compensar la pérdida que sufrirán las provincias a través de la coparticipación del 30% de lo recaudado por el impuesto al Cheque. Pero Massa no dio la venia para tratarlo y nadie garantiza que se abra el debate en el marco del Presupuesto.
El costo fiscal de los cambios en Ganancias es de 1 billón de pesos. Según datos a los que se accedió, Córdoba dejará de percibir 49.439 millones de pesos anuales; la provincia de Buenos Aires, 122.270 millones; Mendoza, 23.218 millones; y Santa Fe, 50.724. Son los distritos que más sufrirán el impacto.
«En este debate nadie habló de las provincias ni de los casi 1.300 municipios a lo largo y ancho del país. ¿Alguien le consultó a los gobernadores si estaban de acuerdo con esta medida, o cómo se pretende resarcir este hueco fiscal? Al gobernador Schiaretti, por lo menos, no», se quejó el jefe de Córdoba Federal, Carlos Gutiérrez.
Gutiérrez y su par Ignacio García Aresca votaron en contra, al igual que el compañero de fórmula de Schiaretti, Florencio Randazzo. Pero Natalia De la Sota se desmarcó y votó a favor. «Este sector de los trabajadores necesita este alivio», argumentó a este medio, y agregó: «Yo en este caso no puedo ir en contra de lo que ha sido siempre un principio, que es que el salario no es ganancia».

Debate
El Frente de Todos y Juntos por el Cambio intercambiaron acusaciones a lo largo de toda la sesión. «Aquellos que no dieron quórum deberán explicarle a la gente. Que se hagan cargo. No van a tener la conciencia tranquila si no hacen honor a su palabra y no quitan el impuesto injusto al salario», sostuvo la presidenta de la Cámara baja, Cecilia Moreau.
A su vez, Sergio Palazzo, titular de La Bancaria, recordó que «en el gobierno de Cristina Kirchner, muchos de Juntos por el Cambio nos acompañaban en las marchas con el cartelito ‘El salario no es ganancia’ y nos enrostraron con que iban a votar todo lo que significara bajar la presión tributaria y eliminar impuestos y hoy tienen una posición contraria».
«Ahora resulta que es un impuesto progresivo que no se tiene que eliminar, pero suscribieron con aplausos, militancia y spots publicitarios al expresidente Macri diciendo ‘en mi gobierno nadie va a pagar Ganancias’. No sé si fingieron demencia antes o ahora», dijo Palazzo en uno de los pasajes más aplaudidos.
El jefe del bloque radical, Mario Negri, contraatacó: «Massa se rifó en una semana un punto del PBI de los argentinos y ha convertido al Estado en su comité de campaña».
«Que casi todo el arco político, desde la izquierda hasta la ultraderecha, apoyen el proyecto de un ministro candidato que duplicó la inflación en un año es llamativo. Juntos por el Cambio no va a especular electoralmente cuando hay riesgos serios de hiperinflación», aseguró.
En el mismo sentido, Laspina subrayó que el proyecto «beneficia al 15% de los trabajadores de mayores ingresos» y «le va a costar al Estado casi un punto del Producto, 5.000 millones de dólares al tipo de cambio oficial». «Y por supuesto, eso se va a pagar con más impuesto inflacionario. Estamos dando un paso más hacia la hiperinflación», avizoró.

Reintegro del IVA
Mientras transcurría la sesión, Massa y los titulares de AFIP, Carlos Castagneto, y de Aduanas, Guillermo Michel, se reunieron con Moreau en las oficinas de Presidencia para ultimar detalles del envío de otro proyecto de ley del paquete económico, para reintegrar el IVA a jubilados, monotributistas y trabajadores en relación de dependencia con un ingreso mensual de hasta seis veces el Salario Mínimo, Vital y Móvil.