Está claro que opinar con el “diario del lunes” es poco menos que banal, sobre todo en periodismo político. Esta metáfora futbolera que alude a los resultados de los partidos del domingo, que luego se critican o exaltan el lunes siguiente; es algo en lo cual el periodismo político cae reiteradamente y se ha hecho una costumbre.
Sobre todo, en épocas de redes sociales, cuando todo parece efímero y un error conceptual, o apreciación equivocada o engañosa, es tapada casi inmediatamente por otra opinión, otro análisis o simplemente un comentario superficial.
Pero, aunque en nuestro país se discute con la misma vehemencia de fútbol y de política, la segunda actividad trasciende lo pasional y lo lúdico, y define el día a día descarnadamente.
Es por eso que el periodismo político (informativo, de opinión, análisis o investigación) debe ser riguroso, producido con honestidad intelectual y sobre todo respetuoso del lector.
Este articulo pretende sustentarse en estas premisas y a 24 horas de la veda política cumplir con la tarea de informar, dar elementos de análisis y presentar la realidad tal como es.
Fin de ciclo
La hegemonía de 32 años de kirchnerismo (éste 10 de diciembre se cumpliría ese periodo desde que Néstor Kirchner alcanzó la gobernación en 1991) llegó a su fin. Los resultados de las elecciones del 13 de agosto pasado decretaron este fin de ciclo.
Claudio Vidal fue el candidato más votado del lema Por Santa Cruz, que llevaba seis candidatos. En el escrutinio provisorio se registró que el Frente “Por Santa Cruz” obtuvo el triunfo totalizando más de 74.000 votos (46,57%), contra los casi 70.000 del frente “Unión Por la Patria” (43,77%). Aunque el escrutinio definitivo nunca estuvo a disposición ya que los datos no estuvieron disponibles el sitio oficial a cargo de la Sub Secretaría de Informática que depende del Ministerio Secretaría General de la Gobernación. Esto es fácilmente corroborable si se busca en la página oficial.
De todos modos, lo que quedó en claro es que Vidal superó por más de 5 mil votos al oficialismo que había puesto como “oferta electoral” para reemplazar a Alicia Kirchner a los intendentes más “notables” de la estructura K: Fernando Cotillo (Caleta Olivia) Pablo Grasso (Río Gallegos) y Javier Belloni (El Calafate).
Así comenzó a gestarse algo que estaba en las calles de cada localidad: la necesidad de cambiar. La imperiosa necesidad de algo nuevo que no sea un salto al vació o un cambio de nombres pero con la misma impronta política, son ideas viejas que llevaron al fracaso.
Eso se definió en agosto y está a punto de confirmarse este domingo.
Lo nuevo
Fueron 32 años de una construcción de “poder brutal”; manipulando la Constitución para buscar la perpetuidad en el gobierno, y el control total de todos los poderes del Estado. Pero cuando parecía que esto era irreversible, los santacruceños optaron valientemente por apostar a lo nuevo.
Y en esto es importante resaltar la actitud de un sector de la “oposición histórica” que comprendió el signo de los tiempos que corren e interpretó lo que buscaban los vecinos de cada rincón de Santa Cruz.
Este es Frente Electoral que nuevamente enfrenta el desafió de las urnas y que seguramente será ratificado.
Los mismos que buscaron, sin lograrlo, retener el poder en la provincia ahora buscan “atrincherase” en sus municipios. Cotillo, Grasso y Belloni – intendentes de las localidades donde se concentra el mayor porcentaje del padrón electoral – pretenden ser re electos. El primero, pareciera que recién después de casi tres años, se acordó que es intendente de Caleta y mandó a todos los municipales a la calle para mostrar gestión. El segundo, decepcionado por no haber logrado suceder a Alicia, persiste en el discurso de un Río Gallegos renovado, mientras que las periferias de la capital provincial esta abandonadas sin remedio; y el intendente de El Calafate, está más preocupado porque podría perder el control del “lugar en el mundo” de Cristina Kirchner, que en llevar calidad de vida a la cada vez más creciente comunidad de la localidad turística.
Esta no es una lectura sin sustento. Esto lo muestra no solo el revés electoral reciente, sino el creciente apoyo popular que están obteniendo los candidatos afines al gobernador electo.
Caleta Olivia
En Caleta, se dio un fenómeno más que interesante en la campaña de Pablo Carrizo, quien desde hace dos meses parece el virtual intendente de la ciudad convocado por los vecinos y llevando obras a los barrios en sectores olvidados. Es que el referente local del sindicato se tomó en serio lo de “hacer más que decir” y ya remodeló varios playones deportivos, llevó luminarias a los barrios y hasta gestión mejoras de distribución de agua ante Servicios Públicos, como adelantándose a la tarea que seguramente le tocará desarrollar a partir de diciembre.
Pero Carrizo no está solo en esta contienda, ya que completan la propuesta electoral, el médico y ex diputado, Juan Acuña Kunz, el reconocido abogado local, Ismael Machuca, el ex intendente Facundo Prades y los referentes sociales Javier Navarrete y Víctor Chamorro.
En frente, en Unión Por la Patria estarán “viejos conocidos” de la política de los últimos años, que paradójicamente afirman que pueden hacer algo nuevo. El primero, es el ya mencionado Cotillo, que pretender ser por cuarta vez intendente. Además, se sumó Eugenio Quiroga, que en el rol de vice estuvo totalmente ausente ante los requerimientos de los vecinos, y ahora asegura que le preocupa el futuro de la ciudad. Otro “viejo conocido” es Julián Carrizo, titular del SOEM desde hace más de una década, quien en su rol sindical siempre pareció estar del lado de la patronal más que de los trabajadores. Esto puede ser confirmado por los municipales a quienes no sorprende que se haya “prendido” para sumarle votos a su jefe Cotillo. Y el tercero, es el intrascendente ex diputado y Secretario de Minería de Alicia, Gerardo Terraz. Habría que mencionar también a los concejales Carlos Juárez, quien ya fue candidato a diputado por pueblo en agosto, y Miguel Troncoso, dos aspirantes con chances nulas.
Si de fútbol se tratara, podríamos pronosticar una “derrota”; pero como se trata de política, del análisis de esta oferta electoral podríamos anticipar que el oficialismo “en retirada” tiene demasiadas pocas chances de retener la intendencia en la ciudad del Gorosito.
Río Gallegos
En la capital provincial, la oferta electoral del kirchnerismo está encabezada por el “derrotado” Pablo Grasso, que luego de perder la gobernación en las urnas, busca no ser expulsado de la intendencia con los votos. Lo acompañan Mauricio Neira (militante de “Nace una Esperanza”), Juan Romero (dirigente social del barrio San Benito), Mauricio Gómez Bull (dirigente de La Cámpora y actual presidente de Vialidad Provincial), Santiago Gómez (empresario del transporte) y José Blassiotto (dirigente del Frente Renovador). Este “combo ultra oficialista” no logra entusiasmar a nadie, y esto es evidente en la escasa movilización espontánea y las presiones que se están ejerciendo para que los empleados municipales salgan a militar.
Por otra parte, los candidatos a intendente del espacio del gobernador electo (Ser, PRO, Encuentro Ciudadano y Unidos) optó por representar a “todos” los sectores que lograron el triunfo de agosto. La lista incluye Guillermo Giménez (PRO), Gabriel “Faty” Oliva (Encuentro Ciudadano), Rubén Ferrara (Unidos) y Guillermo Carnevale (Libertarios). A su vez, dada la Ley de Lemas, el espacio contiene a las candidaturas de Manuel Piris, Elsa Ana Lamas, Ariel Varela, Mijael Harasic, Harold Bark y José Álvarez, este último uno de los dirigentes con mayor sintonía con Vidal, ya que lo acompaña desde la fundación misma del partido SER.
Lo que ocurra en la capital de la provincia, será tal vez la señal más clara para saber si los vecinos de Río Gallegos son permeables a la ola de cambio que “arrasa” en la provincia y a la tendencia de apostar a un nuevo proyecto político. En esta localidad, está en juego mucho más que la intendencia, ya que como “capital política” de Santa Cruz, la sinergia de municipio y provincia es indispensable para confirmar el cambio de paradigma.
El escenario final
Caleta Olivia y Río Gallegos son sólo una muestra de escenario provincial. En cada localidad las campañas han desnudado la realidad que antes escondía tal vez el miedo, o las presiones de los funcionarios de turno. En agosto, Santa Cruz perdió ese temor y envió un mensaje claro a la política enquistada desde hace 3 décadas en el gobierno.
Nuevamente, el futuro de los santacruceños se definirá en las urnas y este domingo hablarán los votos.
Como ya fue mencionado, este artículo contiene datos, información y una interpretación “honesta” del escenario pre electoral. Con estos elementos podríamos anticipar que la mayoría de Santa Cruz ratificará el cambio; y seguramente quedará plasmado en el diario del lunes.