Una tormenta perfecta afecta al puerto de la ciudad de Puerto Deseado: falta de dialogo empresarial, intransigencia gremial y desinterés evidente por parte de las autoridades para resolver un problema que lleva meses, pone a esa terminal marítima al borde de ser un “puerto fantasma”.
En las últimas 48 horas, quedó en claro que el conflicto que acarrea el sector de la estiba con las empresas que operan en Puerto Deseado, y la falta de “inteligencia” del gobierno para actuar como nexo de dialogo y prevenir este “desenlace anunciado”, han dejado a toda una comunidad que en su mayoría vive en torno al puerto, prácticamente desamparada.
Por lo pronto, empresas pesqueras anunciaron que no continuarán descargando calamar en ese puerto y tras haber sido bloqueado el acceso para la descarga de contenedores, varias firmas navieras anticiparon que trasladarán sus operaciones a Chile, como ya esta ocurriendo con la descarga de cianuro para las mineras, que se lleva a cabo en Punta Arenas.
La situación es grave, y con un “gobierno en retirada” las cosas no podrían estar peor, ya que el gobierno de Alicia Kirchner parece haber diferido una posible solución para que esta “bomba” explote en manos del gobierno electo de Claudio Vidal.
Es que en el sector portuario ya se sabia que la conflictividad de Puerto Deseado tenía que ser abordada de manera multi sectorial y planificada; esto fue lo que no se hizo y hoy todo apunta a que el 2024 será critico para la localidad y su puerto.

Cada cual atiende su juego

El pasado 17 de noviembre, mediante un comunicado dirigido a las empresas el Sindicato de Estibadores Portuarios informó un aumento del jornal del 147,47 a partir del 1 de diciembre elevando el valor del turno de 6 horas a 47 mil pesos.
Con este incremento, según detalla la nota el jornal se iguala al valor que percibe el resto de los puertos del país. Al mismo tiempo, el sindicato dio a conocer que habían tomado la determinación de “eliminar” el medio turno, y que a partir del 1 de diciembre solo correría el turno completo.
Simultáneamente, Intercamaras (que reúne a las empresas del sector) expresó su preocupación por la situación del puerto de Puerto Deseado y reclamaron acciones por parte de las autoridades. El bloque de la terminal marítima por parte de los trabajadores de la estiba era el punto central de la queja de las empresas.
En un comunicado emitido por la entidad se precisaba: “Las Cámaras e Instituciones que componen la Intercámaras de la Industria Pesquera Argentina se reunieron con el Subsecretario de Pesca de la Nación, Dr. Carlos Liberman, para exponer la grave crisis generada en el Puerto de Pto. Deseado a raíz de la actitud irracional de los estibadores locales de no permitir la exportación de los contenedores desde esa terminal”. En tal sentido señalaron que “el sector pesquero le informó la situación a Liberman y le manifestó que ‘la ilícita y arbitraria forma de proceder del Sindicato Unido de Estibadores Portuarios Patagónicos muestra un total desprecio por las empresas que invierten, operan y emplean gente en la localidad, generando una inseguridad jurídica alarmante sumado al aumento de costos operativos, daños y perjuicios sobre la mercadería en tránsito innumerables pérdidas para la empresas’. Finalmente advertían: “esta medida ha generado que las empresas navieras decidan no ingresar a dicho puerto afectando todas las exportaciones del lugar. La grave situación de inseguridad jurídica que hoy sufre el sector en Puerto Deseado, pone a las empresas en la situación de tener optar a futuro por otros Puertos para sus operaciones.”
De este modo el conflicto no tiene visos de una solución ya que las partes no logran encontrar en las autoridades una respuesta concreta. Vale mencionar que según fuentes del sector empresarial “ la medida de los estibadores ha significado millonarias pérdidas en dólares para las empresas locales, al tener que mover sus contenedores a otros puertos, más las demoras en las exportaciones que esto genera.”

Afuera de la temporada

En lo inmediato ya se anticipó que la terminal marítima en cuestión quedará afuera de la temporada de calamar, tal vez la actividad más importante para la localidad.
Es importante mencionar que en 2021 se descargaron casi 41 mil toneladas; en 2022 fueron más de 37 mil toneladas y en 2023 los desembarques revelan poco más de 24 mil toneladas.
Esto marca que la disminución de la captura mas el conflicto “crónico” del puerto ya impactaron en la actividad.

Todos responsables

El conflicto tiene larga data y claramente el gobierno no pudo o no quiso llevar a las partes a “buen puerto”. Es que apenas comenzaron los reclamos, el gobierno optó por otorgar subsidios; este “parche” que se le puso al problema, lo único que hizo fue demorar una crisis posterior; que es la que se vive ahora en Puerto Deseado.
Es más, cuando el 1 de noviembre, Intercamaras denunció el bloqueo de contenedores de buques mercantes y reclamó acciones concretas, la respuesta fue el silencio y la ausencia de las autoridades.
Ahora es tarde; las empresas ya derivan sus embarcaciones a otras terminales.
Con menos de un mes para “abandonar” el gobierno la actitud de los funcionarios es de absoluto desinterés. Es como si el no existiera gobierno y prácticamente nadie atiende los reclamos de los sectores involucrados.
En este contexto, algunas empresas empiezan a revelar que los servicios que se prestan en ese puerto son deficientes y que solamente operaban en Puerto Deseado por “compromiso” con el gobierno kirchnerista; pero ahora, el gremio les da la “excusa perfecta” para dejar de operar.
Esta situación era conocida por el sindicado y pareciera que optaron por extremar su posición, sin medir consecuencias. Claramente, solo una apertura al dialogo puede salvar la situación; algo que el sindicato pareciera no estar dispuesto a hacer; y por su parte las empresas tienen la justificación para “irse”; mientras el gobierno – que aun está en ejercicio del poder – mira de lejos como “explota” la bomba en Puerto Deseado.