Varios países alrededor del mundo celebran el 8 de diciembre el Día de la Inmaculada Concepción, festividad que conmemora el dogma católico según el cual María, considerada madre de Jesús, estuvo libre de pecado desde el momento de su concepción.
Por este motivo, el día es feriado en lugares como Argentina, Chile, Colombia, España, Perú, Guatemala y México.
En sus orígenes, la doctrina parece haber surgido de una aceptación general de la santidad de María, explica la Enciclopedia Britannica al respecto. «Especialmente después de que María fuera declarada solemnemente madre de Dios en el Concilio de Éfeso de 431, la mayoría de los teólogos dudaban de que alguien que había estado tan cerca de Dios pudiera haber cometido actos pecaminosos», dice.
Sin embargo, fue recién en el siglo XII cuando se articuló claramente la opinión de que María se había librado del pecado original, dice la enciclipeda, a raíz del debate en torno a una celebración inglesa de la concepción de María.
Durante los siglos posteriores la cuestión fue objeto de discusión en la Iglesia, hasta que el 8 de diciembre de 1854 el padre Pío afirmó la doctrina como dogma en la bula Ineffabilis Deus.
Para este 8 de diciembre se espera que el papa Francisco lleve a cabo un acto de «veneración» a la imagen de María Inmaculada en la Plaza de España en Roma, como parte de estas celebraciones marianas y de fin de año.
Festejo del día: Inmaculada Concepción de María
Purísima, Inmaculada, Concepción. La festividad es celebrada con gran énfasis entre los católicos en la actualidad pero es una solemnidad oficialmente muy reciente. Los primeros indicios de su celebración aparecen en Oriente entre los siglos VII y VIII. Tarda en llegar al occidente europeo, hasta que encontramos la festividad en el calendario litúrgico de Roma en 1476. La Concepción Inmaculada de María fue finalmente solemnemente declarada como verdad de fe definida por el Papa Pío IX el 8 de diciembre de 1854. Veinticinco años después, el Papa León XIII elevó la fiesta a la máxima categoría litúrgica.La fecha elegida está en relación con el 8 de septiembre, la fiesta de la Natividad de la Virgen. Entre la Inmaculada Concepción y la Natividad se da, por tanto la misma dependencia que entre la Anunciación del Señor y la Navidad.