El gobernador de Tucumán, que inicialmente se había mostrado contemplativo con Milei, cruzó la desregulación de los biocombustibles y la libre importación de azúcar.

Redacción: Mag. Karin Silvina Hiebaum / Prensa Internacional [email protected]

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El gobernador de Tucumán, Osvaldo Jaldo, que inicialmente se había mostrado moderado con Milei, ahora adoptó una posición dura con el libertario. La apertura a las importaciones de bioetanol y azúcar, son dos preocupaciones centrales que el sector llevó en las últimas horas a Jaldo, quien consideró que los cambios planteados en seis artículos de la ley ómnibus ponen en riesgo a las más de 50 mil fuentes de trabajo que genera la actividad.

Este rechazo de Jaldo se suma a la oposición de los gobernadores patagónicos a las reformas a Ley de Pesca que también plantea la ley ómnibus de Milei, a la que acusan de favorecer la entrega del Mar Argentino a flotas extranjeras. Se empieza a formar así un frente de gobernadores peronistas, de Juntos y provinciales que por distintos motivos coinciden en el rechazo a la ley de Milei.

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En el caso azucarero, la avanzada extranjera también es foco de inquietud. Para las cámaras del sector, derogar la Ley del Azúcar (25.715) «es un grave error» que impacta de lleno contra la «preservación de la producción y del mercado interno frente a fluctuaciones severas de los precios en el mercado mundial».

En el Centro Azucarero Argentino aseguran que el mercado internacional del azúcar, donde Argentina representa menos del 1%, es uno de los más regulados del mundo por los subsidios, el dumping y restricciones de todo tipo, que perjudican a los productores no subsidiados, como los argentinos, algo que -destacaron- «neutraliza la ley 25.715».

Frente a la desregulación de la actividad que impulsa el libertario, Jaldo alertó: «Significa que cualquier país vecino puede introducir azúcar al país por lo que va en desmedro de la actividad genera 50 mil empleos».

La preocupación también está basada en las reformas a la ley de biocombustibles que impulsan la libre importación de bioetanol para su mezcla con naftas. «Desregular el bioetanol significará que las tres petroleras que hoy compran alcohol de la caña de azúcar y del maíz, lo van a poder comprar en Brasil, Cuba (países productores del producto) o cualquier otro país», dijo Jaldo.

Y agregó: «Atacar el azúcar en Tucumán y abrir la importación en Argentina no solo de caña sino de maíz provocará que haya empresas en quebranto y trabajadores desocupadas, no solo en nuestra provincia sino en otras como Santa Fe y Córdoba con el maíz. Es muy grave el anteproyecto de la ley Ómnibus».

De acuerdo a datos del Centro Azucarero Argentino, la cadena de valor está integrada por 19 ingenios, 16 destilerías de alcohol y 6.000 productores cañeros independientes, que emplean en forma directa a 57.355 trabajadores