Por Canciller Diana Mondino
La inclusión de la Argentina en los BRICS a partir del documento suscripto por sus países miembros en la reunión cumbre de Johannesburgo, contiene diversas posiciones sostenidas y consensuadas por dichos países ante varios foros y organismos internacionales. Con un alto grado de detalle, pasa revista a cuestiones que incluyen, desde seguridad, medioambiente, salud, educación, espacio ultraterrestre, etc.
La Declaración de la XV Cumbre de los Brics del 23 de agosto, requiere un análisis muy exhaustivo para ponderar las implicancias que puede tener para nuestro país. Ello, teniendo en cuenta las diferentes posiciones históricas de la Argentina, las que ha mantenido el gobierno de Cambiemos en el pasado y las que forman parte del catálogo contenido en los lineamientos actuales de Juntos por el Cambio.
El hecho de que este documento contenga tantas posiciones específicas sobre tan variados temas y que además sirva de carta de aceptación a la inclusión de Argentina, lo constituye como un contrato de adhesión con letra chica incluída.
Más allá de la participación y aceptación de Irán conjuntamente con Argentina y otros países, la Declaración de Johannesburgo relata temas inquietantes que no se corresponden con posiciones históricas de nuestro país. Ello, más allá de que en varios temas pueda coincidir con las posiciones argentinas.
A continuación se exponen algunos de los temas que pueden generar divergencias con posiciones de nuestro país.
Quizás el más relevante se relacione con el apoyo a Brasil para que ocupe un asiento como miembro permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. En primer lugar, dicha aspiracion brasileña ha sido rechazada históricamente por la Argentina constituyendo una política de estado, al menos hasta el momento. La India, Alemania, Brasil y Japón (denominado G-4) aspiran a ser miembros permanentes de un Consejo de Seguridad ampliado, alegando una mayor representatividad regional en dicho órgano. Sostienen que debe ampliarse el número de miembros permanentes y no permanentes del Consejo.
Por su parte, Argentina, que integra el grupo de países afines denominado “Uniting for Consensus”, apoya una reforma mediante el aumento solamente de miembros no permanentes del Consejo de Seguridad.
Muchos aspectos vinculados a los Organismos Internacionales o Foros globales tienen una narrativa y un lenguaje muy técnico que conlleva posiciones históricas y que, solamente aquellos que se encuentran familiarizados con dicho léxico, pueden comprender acabadamente sus implicancias.
En este sentido, por ejemplo, la Declaración recepta la narrativa de la República Popular China sobre “el derecho al desarrollo”. A simple vista nadie podría no avalar una posición de ese tenor. Sin embargo, básicamente, los derechos civiles y políticos están atados a consideraciones de desarrollo. Si se analiza pormenorizadamente la Declaración, genera la implicancia de que los derechos económicos y sociales están por encima de los derechos civiles y politicos. Por el contrario para los países occidentales, incluyendo a la Argentina, los derechos civiles y políticos generan y ayudan al desarrollo y a tener sociedades más justas.
Otro de los aspectos que se abordan en la Declaración es el vinculado a las Medidas Coercitivas Unilaterales. En este caso se recepta la narrativa de los No Alineados, muy respaldada por China, Rusia, Belarús, Venezuela, Nicaragua y Siria, señalando que las mismas son violatorias del derecho internacional. Bajo la presidencia de Cambiemos se votó en abstención en las resoluciones donde este tema fue objeto votación en el Consejo de Derechos Humanos. Bajo las presidencias de Cristina Kirchner y Alberto Fernandez se votó a favor. Para los países occidentales las Medidas Coercitivas Unilaterales constituyen un factor de disuasión contra violaciones de Derechos Humanos. Para los No Alineados, agravan la situación y violan los principios de la Carta con relación al respeto a la soberanía y la independencia política.
Otro de los temas vinculados a las discusiones que separan a la posición Argentina y del gobierno de Cambiemos respecto de la posición de los BRICS, es el relativo al concepto de “Cooperación Mutuamente Beneficiosa”. En este caso, nuevamente se recepta la narrativa china. Dicho pais es coordinador en el Consejo de Derechos Humanos en los proyectos de resolución que abordan estos temas. La “cooperación mutuamente beneficiosa” desconoce la responsabilidad de los Estados de proteger los derechos de las personas y cooperar con el sistema internacional y sus mecanismos para promover y proteger los derechos humanos. No genera ninguna consecuencia para los países que se niegan a “cooperar”. Es decir, por ejemplo, Venezuela al no cooperar con el sistema de derechos humanos, podría rechazar una resolución como la que promovió argentina en el 2019 (que se encuentra en curso), sobre la “Misión de Determinación de los Hechos” ordenada por el Consejo de Derechos Humanos.
La Declaración de Johannesburg también recepta la Declaración de los Ministros de Seguridad de los países miembros de los BRICS y la hace parte de la Declaracion presidencial. Cabe añadir que de la reunión de los Ministros de Seguridad de los BRICS participó como observador el Ministro de Seguridad de Irán.
En ese sentido, en la Declaración de los Ministros de Seguridad de los BRICS, se indica que “el Sur Global tiene la importante misión de resistir la interferencia e infiltración externa y mantener la política de seguridad”. Aunque no lo menciona, es muy clara la implicancia de resistir la influencia de occidente.
Precisamente, el denominado “Sur Global” es una calificación de una supuesta alianza de la que los actuales BRICS, pretenden ser los líderes mundiales, instando a generar una alianza geopolítica mundial basada en diversos principios opuestos en muchos casos, al mundo occidental.
La Declaración también aborda cuestiones vinculadas a conflictos en diferentes países. En ese sentido, analiza la situación en varias naciones del Africa tales como Sudán, Níger, Libia, etc. En este caso, la Argentina ha sido muy cautelosa acerca de tomar posición sobre muchos conflictos internos en estos países, más allá de la condena reciente por el golpe de estado en Níger que se corresponde más con la posición de países occidentales que con la de la Federación Rusa, por ejemplo.
También toma posición sobre la guerra de Ucrania. En ese sentido, por supuesto, lejos está de considerar que fue una invasión por parte de la Federación Rusa, al tiempo que insta a analizar la resolución del conflicto a través del diálogo y la diplomacia, mientras que veladamente asigna la responsabilidad a Ucrania por la continuación de la guerra.
Por otra parte, también da la bienvenida a la readmisión de la República Arabe Siria a la Liga Arabe el pasado 7 de mayo y reafirma su apoyo a todos los esfuerzos para lograr una solución política y negociada del conflicto. Sin perjuicio de que tal iniciativa pueda ser positiva o no, la Argentina no se ha pronunciado sobre el reingreso de Siria a la Liga Arabe por las controvertidas implicancias que dicha situación pudiera traer aparejada.
En otro orden, la Declaración menciona las cuestiones que se discuten dentro del ámbito de la Conferencia de Desarme en Ginebra, en particular en el Comité de PAROS (Prevención de la Carrera Armamentista en el Espacio Exterior). Nuevamente como muchos otros temas, al parecer nadie podría contrariar la expresión de la prevención de la carrera armamentista, sin embargo, dentro de las conversaciones de las que participa Argentina y sobre las que coincide, se encuentra el hecho de que se reduzca el “riesgo de conflicto en el espacio ultraterrestre”, algo que no menciona la Declaración y que coincide con las posiciones de la Federacion Rusa y China en evitar esta mención.
Otro aspecto de la Declaración también se relaciona con la “necesidad de resolver la cuestión nuclear de Irán de forma pacífica y por medios diplomáticos de acuerdo al Derecho Internacional”. El hecho de incluir una mención a esta situación en la Declaración es una muestra de apoyo a Irán, dándole la bienvenida a uno de los nuevos miembros a partir del próxmo 1 de enero junto con la Argentina. Sabemos que nuestro país considera que Irán puede ser una amenaza tanto regional como mundial.
Asimismo, en la Declaración se acuerda en “llevar la voz del Sur Global a la agenda del G20 durante la próxima Presidencia de la India este año, de Brasil en 2024 y de Sudáfrica en el 2025”. Es bien claro el condicionamiento que ello implica en tanto supeditar la posición argentina sobre este tema para adherirse al consenso del grupo.
Conclusión:
Los temas arriba mencionados, no agotan el análisis de todas las cuestiones abordadas en la Declaración, pero pueden brindar una idea de los condicionamientos que puede implicar la participación argentina en los BRICS donde los países líderes del Grupo, la Federación Rusa y la República Popular China, conducirán, de acuerdo a sus posiciones comunes, al resto de los países miembros en todos los foros y organismos internacionales, en una nueva alianza internacioal por oposición a las políticas que defienden la democracia, las libertades, y los derechos humanos.