1- «Probablemente hayamos pasado el desierto de los cuarenta años para llegar a la libertad» (Javier Milei, haciendo una alegoría con los bíblicos 40 años de Moisés dando vueltas en el desierto antes de encontrar la tierra prometida y su irrupción como líder político al cumplirse 40 años consecutivos de democracia argentina).
2- «Los grandes líderes lo son aunque no entren en la tierra prometida, aunque la resolución que dieron en determinado momento después el mundo no lo haya seguido, pero pusieron un hito para empezar el camino. Por eso a ellos los debería seguir, no un rebaño de correligionarios, sino de gente pensante. Sólo así vamos a poder tener un diálogo eficaz y salir de este embrollo en el que estamos».
3- «Si los muchos que tienen poco tuvieran un poco de lo mucho que tienen los pocos que tienen mucho, habría menos líos. Pero nadie hace mucho, por no decir nada, para mejorar un poco algo tan simple» (Joaquín Lavado, Quino, a través de su personaje Libertad, de la tira Mafalda en 1970 en plena dictadura militar de Juan Carlos Onganía).
Hace 40 años que tenemos esta rutina y parece un punto de quiebre en esta estación de la historia reciente por la crisis socioeconómica y anímica que atravesamos colectivamente.
Las tres citas enumeradas que inician este texto sugieren una propuesta que es tomar un tiempo, un «parar para ver», ese instante donde el presente se materializa y nuestra atención se fija allí, para entender lo que está pasando. Eso sería un propósito para ejecutar una acción que no sea repetitiva, que no sea una actitud de autómata y con poco sentido. Que sea un ejercicio único libertad . Un espacio que nos lleve a esas tierras prometidas de cada día.
Para encontrar motivación y el concepto de esta columna, que es mi trabajo (afortunadamente hago lo que me gusta, pero no siempre ha sido así) encontré dos personajes disímiles, pero unidos por la inspiración de la actualidad y la tan mentada libertad. Son Moisés, el milenario liberador del pueblo de Israel y Libertad la última amiga de Mafalda creada por Quino.
Por qué Moisés
El duro profeta judío y su tierra prometida fue invocado en distintas oportunidades en estos últimos tiempos. Mientras la guerra sacude aquel territorio que halló, pero al que no pudo entrar, Moisés fue invocado tácitamente por Milei (cita 1) al inicio de su cierre de campaña a grito pelado asumiendo él el rol de un Moisés actual, liberador, libertario, liberal. Una expresión mesiánica camuflada en el clima tribunero de esa noche en CABA.
Pero antes como una preclara persona que es la jurista Kemelmajer utilizó la metáfora (cita 2) basada en el peregrinar del pueblo judío liderado por Moisés. Fijó su mirada en la cierta frustración del profeta que solo le es permitido ver desde un monte la tierra donde se establecería la nación hebrea, la misma que hoy arde por la guerra allí en Oriente Medio.
Un líder nos libera con su lucidez y nos advierte que, como Moisés, no todos los lideres pueden concretar sus planes, pero que sí contribuyen a que las cosas, la vida de los pueblos cambien, desde ese momento y «para siempre», parafraseando a la segura Patricia Bullrich, la otra presidenciable con posibilidades reales de ser electa hoy y que basa su discurso en garantizar un país ordenado pensado en ejercer el poder contra «las mafias» de distintos orígenes.
Entonces ¿por qué Moisés? Porque aquel tozudo mensajero y guía hebreo salido de Egipto a puro poder milagroso fue un libertador descomunal, de acuerdo a los escritos, pero que nunca vio establecerse a su pueblo liberado ¿Qué fue entonces lo importante para Moisés y para su Dios? A fuerza de arriesgar una respuesta pudo haber sido la libertad misma, obtenida en ese largo camino de 40 años bíblicos. Ese mismo lapso de tiempo cronológico que ya hemos recorrido quienes poblamos este suelo argento luego de liberarnos de la última dictadura que deshilachó violentamente este proyecto de país y que dicho sea de paso, encubiertamente la candidata a vice de Milei, Victoria Villarruel, pretende reivindicar.
Por qué Libertad
La pequeña Libertad es la última amiga de Mafalda creada por Quino para mostrar lo que significaba la libertad para él en ese tiempo (cita 3). El filósofo ilustrador mendocino fallecido hace tres años en Mendoza, dibujó a la pequeña Libertad, la más diminuta de todas las amistades de Mafalda. Así era la libertad, pequeña, para Quino en ese tiempo, pero también era filosa, contestaria y capaz de pronunciar esos silogismos que ningún dictadorcillo podría deducir.
Libertad es más radicalizada que Mafalda, o sea Quino estaba así frente al golpista gobierno de Onganía de los fines de la década del ’60 del siglo pasado. Tanto que el padre de Libertad era socialista y en más de una viñeta ella demuestra ese legado ideológico aplicando lógicas simples de entender, pero casi imposibles de realizar. Quino apareciera como un loco profeta gritando solo en el desierto.
Así es el complejo «planeta» del pensador, la genialidad es que el mismo Quino dibuja su mundo interior de manera simple a través de niños y niñas que no pasan los 6 años. Nos muestra un camino hacia la misma libertad siempre ansiada y afanada ¿Quién es el profeta y el liberador en este caso? Un pacifista, un cultor de la no violencia, un héroe contemporáneo que sonreía levemente .