La agencia de noticias Reuters informó el jueves 1 de febrero de que Irán ha retirado de Siria a decenas de oficiales de la Guardia Revolucionaria iraní tras el aumento de los ataques israelíes, que en las últimas semanas han causado la muerte de al menos seis miembros del cuerpo de élite de la República Islámica, entre ellos dos generales.

Sea cual sea el alcance de la retirada de la Guardia Revolucionaria iraní de Siria, está directamente relacionada con los ataques israelíes y las amenazas de represalias de Washington tras la muerte de tres soldados estadounidenses en un ataque con drones en Jordania el 27 de enero.

La noticia de la retirada iraní llegó después de que CBS News anunciara que Estados Unidos había aprobado planes para “una serie de ataques durante varios días contra diversos objetivos”. Estos incluyen “personal e instalaciones iraníes dentro de Irak y Siria”, dijo CBS.

La retirada de los oficiales iraníes es, por tanto, una medida de precaución. Pero también podría interpretarse como una señal de desescalada. Se produce dos días después de que un grupo iraquí próximo a Irán anunciara que suspendía sus ataques contra objetivos estadounidenses.

A petición de Damasco, la Guardia Revolucionaria iraní está desplegando cientos de hombres en Siria bajo el nombre de “asesores”. Son responsables de entrenar y supervisar a miles de milicianos, en su mayoría chiitas, reclutados localmente o traídos de Irak y Afganistán para luchar junto al ejército sirio. Desde el pasado diciembre, más de media docena de estos “asesores”, entre ellos un alto funcionario de los servicios de inteligencia iraníes, han muerto en ataques israelíes.