Los indicadores reflejan una caída de hasta el 80% en la inflación de alta frecuencia. Además, el banco central está cerrando el déficit de reservas.
El gobierno argentino de Javier Milei sigue avanzando en la aplicación de políticas de ajuste, estabilización y liberalización que poco a poco van arrojando resultados. En los últimos días han trascendido distintos indicadores que confirman mejoras de gran calado en algunos indicadores clave, como el crecimiento o el control de la inflación.
Quizá la mejor noticia de todas ha sido la publicación de un nuevo documento de previsiones macroeconómicas elaborado porJP Morgan que reduce al -3,6% la caída esperada en el PIB de 2024. El mismo estudio avanza que en el último trimestre del presente año se podría registrar un aumento de la actividad, mientras que en 2025 se daría unincremento del 5,2% en la producción del país, consolidando así un rebote que podría alumbrar una fase expansiva de 2026 en adelante.
El estudio de JP Morgan también plantea que la inflación caerá el próximo año hasta situarse en una tasa anual del 40%. No hay que olvidar que el aumento de precios alcanzado en 2023 se situó en el entorno del 210%, de modo que la reducción que plantea el banco de inversión estadounidense supone un descenso del 80%en un periodo de dos años (2024-2025).
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El ritmo de aumento diario de la inflación llegó a alcanzar el 1% en los últimos compases del anterior gobierno de Alberto Fernández y Sergio Massa. En cambio, la consultora Econviews estima que el ritmo de aumento de los precios se sitúa ahora en una tasa del 1,4% semanal, es decir, en una tasa diaria del 0,2% que nuevamente reflejaría una caída del 80% en los niveles de inflación.
Otro indicador que también evoluciona a mejor es el llamado riesgo país, una medición comparable a la prima de riesgo calculada en Europa. Si el 9 de noviembre de 2023 veíamos que esta variable alcanzaba los 2.466 puntos, cinco meses después encontramos que ha caído hasta situarse en 1.205 puntos. Esta mejora es vital para disipar la amenaza de quiebra que se cernía sobre la economía argentina y está directamente relacionada con la contención del gasto público por parte del Ejecutivo que encabeza el político liberal.
En el siguiente gráfico compartido por Julián Yosovitch y elaborado con datos de Bloomberg se puede comprobar el preocupante nivel de intereses que se venía exigiendo a las emisiones de deuda del gobierno argentino, con un bono (AL30) en niveles del 28% y con la peor calificación posible dentro de los distintos tipos de “bono basura”.
Como explica el analista argentino, “Ecuador, que lidia con una crisis de seguridad muy grave, paga hasta un 20% en sus operaciones de endeudamiento. Pakistán enfrenta una guerra con Afganistán y se financia al 12%, porcentaje similar al de El Salvador, donde también se han alcanzado niveles de inseguridad de proporciones históricas. Nigeria, por su parte, se financia al 9% a pesar de su conflicto civil”. Por lo tanto, el margen de mejora de Argentina es muy grande y, además, si no se genera más déficit habrá muchas menos necesidades de financiación.
En este sentido, es importante recalcar que el gasto primario del sector público ha retrocedido con tal fuerza desde que Javier Milei es presidente, que ya se encuentra en niveles propios del año 2019 cuando se analiza en términos nominales. Se estima que el ajuste desarrollado por el nuevo gobierno en el primer trimestre de 2024 ha supuesto un descenso de los desembolsos superior al 30%. Pese a esta caída, el descenso del PIB será mucho menor; de hecho, la caída de la recaudación tributaria ha sido inferior al 10%, de modo que el grueso del gasto era puramente clientelar y carecía de efecto alguno en la actividad económica.
Todo esto contribuye significativamente a lacompra de dólares y el proceso de reequilibrio del balance del Banco Central, que supone un paso fundamental para (1) levantar el cepo cambiario y (2) facilitar la dolarización. Cuando Milei llegó al poder, el BCRA tenía reservas negativas por valor de más de 15.000 millones, pero esta situación límite se ha revertido en tiempo récord y la posición podría alcanzar un escenario de neutralidad este mismo semestre.