El protocolo es algo que se pone en práctica a lo largo de toda la vida y es una muestra de la etiqueta social y los buenos modales de cada uno. Por ello, ante cualquier situación hay que saber cómo saludar, hablar o vestir, tanto en un evento formal como informal.
Qué es el protocolo: la palabra “protocolo”, procedente del latín (protocollum) y del griego (protokollon), hace referencia a todo aquel conjunto de normas o reglas establecidas por cualquier grupo social o persona de autoridad, con el objetivo de mantener un cierto orden social en determinadas situaciones formales.
Tipos de protocolo
Que el protocolo, que no es otra cosa que esa guía que tenemos con reglas para saber cómo comportarnos en la sociedad, se divida en varios tipos diferentes, nos indica claramente que el protocolo es algo que se precisa en todos aquellos ámbitos de la vida, más o menos formales, en los que intervenga la relación social. Veamos ahora una descripción breve de algunos de los más importantes:
El protocolo militar. Las Fuerzas Armadas son aquellas entidades dependientes de los Ministerios de Defensa y encargadas de organizar de manera profesional a los militares de un país para, en caso de necesidad, defender sus territorios y su soberanía ante el exterior. Esta complejísima labor precisa de una gran jerarquización, lo que hace necesario todo un férreo protocolo capaz de marcar las normas y la disciplina necesaria para estar en un ejército, organizarlo y poder combatir llegado el caso.
El protocolo eclesiástico. La religión comprende toda una serie de actos y rituales muy marcados, y por eso el protocolo eclesiástico es tan necesario. Acudir a una simple misa puede ser un ejercicio más que recomendado para comprender de un solo golpe de vista este tipo de protocolo, compuesto por códigos de vestimenta muy precisos, sacramentos, símbolos, tratamientos, lecturas o bendiciones, entre algunos otros.
El protocolo institucional. El protocolo institucional se encarga de velar por el desarrollo de numerosos actos oficiales a través de una serie de normas administrativas que pueden variar según el territorio en el que nos encontremos. Así, en este tipo de protocolo será muy importante conocer las distintas simbologías de las que goce un país o una ciudad, si se rigen por una monarquía o por un sistema de república, quiénes son los miembros del gobierno, qué tratamiento o precedencia otorgar a cada persona, cuál es el tipo de celebración…etc.
El protocolo empresarial. Al contrario que los anteriores, el protocolo de tipo empresarial tiene lugar en ámbitos más privados, y es el encargado de englobar todas aquellas normativas y comportamientos que se precisen en una determinada empresa. Este protocolo se encarga, por tanto, de vigilar las buenas prácticas de jefes y trabajadores, tanto de puertas para adentro como de cara al exterior, lo cual es muy necesario no solo para organizar y desarrollar eficazmente actos o presentaciones, sino también para mantener una excelente comunicación e imagen corporativa.
El protocolo deportivo. Aunque pueda resultar uno de los tipos de protocolo menos formales a priori, lo cierto es que los actos deportivos también se rigen por todo un conjunto de normativas bastante estrictas, necesarias para el perfecto desarrollo de partidos y juegos de equipo, como puede ser el fútbol, el baloncesto…o casi cualquier deporte que se nos ocurra, así como para su planificación y organización. Esto hace que el protocolo deportivo sea absolutamente necesario para la realización de eventos de este tipo, siendo los Juegos Olímpicos uno de los ejemplos más destacados.
- El protocolo social. El protocolo social es quizá el que tiene un espectro más amplio de todos los tipos de protocolo existentes, pues todos formamos parte de la sociedad y todos debemos seguir una serie de normas para poder vivir en ella de manera tranquila y pacífica. Dichas normas nos enseñan a comportarnos con educación allá donde vayamos, ya sea a la escuela, a la universidad, al trabajo, a una boda o a un funeral, por lo que es un tipo de protocolo básico, pero absolutamente esencial.
Qué es el protocolo social
A medida que vamos creciendo, se nos va informando por parte de padres y profesores de aquellas conductas que “se deben mantener” en cada momento, y a esto se le llama “educar”. Otra de las cosas que aprendemos es que dichas conductas o normas no son obligatorias, sin embargo, sí que se esperan de cada uno de nosotros, pues se saben necesarias para una vida en sociedad.
Pues todas esas normas, entre las que se encuentra el ser amables y respetuosos con los otros o vestirnos adecuadamente según la ocasión, son las que forman parte del llamado protocolo social, y van cambiando según las épocas o la zona en la que nos encontremos, por lo que es un tipo de protocolo de los menos estáticos.
¿Cuál es la importancia del protocolo social?
El protocolo social nos permite algo tan importante como es el saber comportarnos en la vida, sea cual sea la circunstancia en la que nos encontremos o los lugares que transitemos, y esto hace que la misma sea un poco más sencilla y que vayamos insertándonos en ella, con el paso del tiempo, con mucho más éxito.
Tener un alto conocimiento de lo que significa el “saber estar” y de lo que implica comportarse adecuadamente en la sociedad, nos otorga las herramientas necesarias para poder desarrollarnos como ciudadanos con derechos y obligaciones y movernos con mayor soltura y dinamismo en cualquier lugar, lo que siempre es una ventaja para las relaciones sociales y laborales y es por lo que el protocolo social es tan crucial.
Normas de protocolo social
Aunque la normativa del protocolo social es bastante extensa, a continuación se señalan diez de sus códigos más importantes y básicos:
- Dejar salir a los demás siempre antes de entrar, lo que se puede aplicar a viviendas, centros públicos, transportes, etc.
- Ayudar a las personas mayores o con algún tipo de problema o discapacidad, como por ejemplo cediéndoles el paso, abriéndoles alguna puerta o guiándoles al cruzar la calle.
- Si nos encontramos en el transporte público debemos ceder nuestro asiento, si no hay disponibilidad, a personas mayores, discapacitados y mujeres embarazadas, pues tienen siempre prioridad.
- En determinados lugares se requiere guardar silencio aunque sean espacios públicos, es el caso de bibliotecas o centros de salud, por lo que no deberemos hablar durante nuestra estancia en ellos o hacerlo de manera mínima y en bajito.
- Siempre que nos encontremos en presencia de otras personas y donde se requiera silencio o concentración, como por ejemplo un centro de estudios, un cine o un teatro, nuestros móviles deberán estar apagados o en silencio y nunca deberemos atender una llamada o, si es muy urgente, hacerlo siempre saliendo fuera.
- Si hemos quedado con otras personas, tenemos una cita o una reunión, ya sea de tipo personal o profesional, deberemos salir siempre con el tiempo necesario como para llegar un poco antes de la hora acordada, pues la puntualidad es una de las normas básicas del protocolo social.
- Mantener una higiene adecuada siempre y unas reglas básicas de vestimenta según la ocasión, evitando la ropa de deporte si no es para practicarlo, especialmente si vamos a acudir a lugares más serios o a eventos sociales importantes, como por ejemplo un lugar de culto o una boda.
- Saludar siempre a los demás cuando entablemos algún tipo de contacto social, haciéndolo acorde al grado de relación que guardemos con esa persona, por ejemplo con dos besos entre amigos y familiares o con un apretón de manos en una situación de tipo más formal o laboral.
- A la hora de conversar y de relacionarnos debemos escuchar siempre atentamente lo que los demás tengan que decirnos y nunca interrumpir a la hora de contestar, sino guardar educadamente nuestro turno.
- Por último, una de las reglas más importantes del protocolo social hace referencia nuevamente a ese respeto que debemos tener no solo hacia las demás personas, sino también a los espacios que compartimos, motivo por el que debemos mantener siempre limpias las calles y todos los espacios que utilicemos, usando convenientemente los puntos de basura habilitados.
Ejemplos de protocolo social
Atendiendo a todo lo anterior, especialmente a las normas que regulan el llamado protocolo social, podremos saber fácilmente qué tipo de ejemplos de este protocolo existen y podemos observar en la sociedad, y algunos de los más significativos son:
- Ser puntual, saber presentarse y saludar.
- El saber vestir según la ocasión.
- El respeto hacia las demás personas.
- La cortesía y la cordialidad social.
- El arte de la conversación y de la escucha.
- El cumplimiento de las reglas de urbanidad.