La capital santacruceña amaneció bajó una densa niebla y con una fina capa de escarcha cubriendo las calles. Se recomienda a peatones y automovilistas extremar las medidas de precaución al circular.

¡Cuidado al circular! Niebla y escarcha cubren las calles en Río Gallegos
FOTO: LEANDRO FRANCO/LA OPINIÓN AUSTRAL

Este miércoles, una capa de escarcha cubrió las calles y veredas de Río Gallegos, causando inconvenientes a la hora de circular. Además, durante las primeras horas de la mañana, la ciudad capital de Santa Cruz estuvo bajo una densa niebla que dificultó la visibilidad.

Por la madrugada, la temperatura en Río Gallegos fue de -2°C y pese a la probabilidad de lluvias y nevadas, no se registraron precipitaciones. Sin embargo, las bajas temperaturas ocasionaron que el rocío y la humedad matutina se cristalizaran en forma de escarcha cubriendo todo a su paso.

A la tarde, la temperatura será de 3°C. El viento circulará en dirección Sur, con velocidades de entre 7 y 12 km/h. Por la noche el termómetro marcará 1°C. Los vientos oscilarán entre 7 y 12 km/h en dirección Sudeste.

Cómo caminar en la escarcha y evitar caídas

Es fundamental que utilices zapatos con suela antideslizante. Si esa suela presenta un diseño con hendiduras que aumenten su capacidad de adherencia, mucho mejor. Para condiciones extremas, que podrían darse en entornos rurales o de alta montaña, existen los clásicos crampones para botas o incluso “cadenas” para calzado, similares a las que se colocan en las ruedas de los vehículos, pero fabricadas con goma y pensadas para adaptarse a las botas o zapatillas deportivas de forma sencilla.

Otra ayuda para caminar por la escarcha es contar con un punto de apoyo extra como un bastón o stick de trekking. En ese caso, debes comprobar que cuenta con la debida protección para que no resbale. Si hay hielo, siempre es más seguro un stick, porque podrás clavarlo en la superficie helada.

Además, es importante portar ambos elementos correctamente. Si llevas un bastón en una superficie resbaladiza, nunca debes apoyar todo tu peso en él ni llevarlo demasiado adelantado respecto a tu cuerpo, porque en estas dos posibles situaciones el riesgo de resbalón es elevado.

Cómo caminar en la escarcha y no caerse en el intento

Debido a la nieve y la escarcha, la calle se convierte en una potencial y peligrosa pista de patinaje. Cualquier precaución es poca, e incluso debes considerar cambiar tu forma de caminar. Un consejo útil es imitar el andar de los pingüinos. En esta afirmación coinciden monitores de esquí, experimentados montañeros e incluso compañías aseguradoras.

Los pingüinos son el mejor ejemplo de cómo caminar sobre una superficie helada con la mayor seguridad posible

La explicación tiene lógica si analizamos nuestro movimiento al caminar. Al dar cada paso, nuestro peso está repartido entre ambas piernas. Al avanzar, inconscientemente, elevamos la que se adelanta apuntando ligeramente hacia arriba con los dedos de los pies. Al mismo tiempo, echamos el tronco mínimamente hacia atrás. Es algo que, en la marcha normal, resulta imperceptible, pero ocurre. Por unos microsegundos, nuestro cuerpo no está del todo recto y no mantenemos la perpendicularidad respecto al centro de gravedad.

En condiciones normales, no ocurre absolutamente nada, pero en una superficie tan resbaladiza como una placa de hielo, ese microsegundo de desequilibrio puede desestabilizarnos con las peores consecuencias.

Pasos lentos y muy cortos para incrementar la estabilidad, con el tronco lo más recto posible, algo a lo que ayuda mantener la cabeza ligeramente adelantada con la barbilla hacia abajo; manteniendo un sutil balanceo lateral y apoyando bien y en su totalidad la planta del pie que se adelanta. Para que lo veas claro: cuando des el paso, el talón de tu pierna adelantada y el hombro del mismo lado deben formar una perfecta línea vertical, para proporcionarte así el apoyo natural más firme y seguro

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