Cuatro de cada diez cereales de desayuno suspenden la Escala Saludable de OCU

Existe la creencia, promovida por la industria alimentaria, de que los cereales son una opción saludable para el desayuno, tanto de niños como para adultos. Lamentablemente, según expertos de la Organización de Consumidores y Usuarios OCU, la realidad es muy distinta: entre los 94 cereales azucarados, rellenos y de tipo corn flakes seleccionados por la OCU solo cinco obtienen una buena valoración en la Escala Saludable, que analiza la composición nutricional prestando especial atención al nivel de grasas saturadas, azúcares y sal, así como el grado de procesamiento y los aditivos presentes.

Los datos del análisis son preocupantes: cuatro de cada diez cereales de desayuno seleccionados –41 de los 94–suspenden. Sobre todo, los cereales rellenos de chocolate al combinar una excesiva cantidad de azúcar (28 % de media) con un significativo aporte de grasas saturadas: un 3,7% de media. También se observa un exceso de azúcar en algunos de los cereales azucarados que incorporan miel (30 % de media) y en varios chocolateados (23 % de media). Mientras que entre los cereales tipo corn flakes el mayor problema es el exceso de sal: un 1,50 % de media.

Otros 46 cereales apenas consiguen una calificación de aceptable en la Escala Saludable OCU. De hecho, solo 5 de los 94 productos seleccionados obtienen una buena valoración. Una lista que lidera Consum Copos de maíz, un producto tipo corn flakes, al que siguen cuatro cereales azucarados: Nestlé Cheerios avena, Carrefour Bio blé soufflé caramélisé, Eliges (IFA) Pétalos de chocolate y Kellog´s Rice krispies.

No obstante, incluso seleccionando los mejores cereales de desayuno, solo deberían consumirse de forma ocasional. OCU advierte que son productos muy procesados con gran cantidad de aromas y aditivos como los colorantes, los emulgentes y los agentes de carga. Y que algunos incorporen vitaminas y minerales no los hace más saludables.

Cereales caseros

De hecho, los mejores cereales de desayuno serían los que se preparan en casa combinando copos integrales de avena, trigo o maíz a granel con frutos secos y trozos de fruta.

Por su parte, Laura García Iruretagoyena, miembro de la Academia Española de Nutrición y Dietética explica en un artículo que desde un punto de vista nutricional los más interesantes son los cereales integrales o los de copos de grano entero no procesados, sin azúcar añadido: «El consumo de alimentos integrales dentro de una dieta saludable, nos garantiza un mayor aporte de fibra, antioxidantes, vitaminas y minerales. Esta composición nos ayudará a estar saciados durante un mayor tiempo. También pueden contribuir a reducir el riesgo de enfermedades no transmisibles, como la diabetes tipo II, las cardiovasculares y algunos tipos de cáncer», argumenta.

Si optamos por cereales no integrales conviene, afirma la experta, completar con fruta, frutos secos, semillas, lácteos naturales, etc. para reducir la carga glucémica del desayuno.

Los beneficios de añadir piña a tu dieta: antiinflamatoria, antiartrítica y laxante

Aporta vitamina C, magnesio, fibra o bromelina

La piña es una deliciosa y nutritiva fruta tropical que se puede comprar en cualquier época del año. Dulce y jugosa cuando está bien madura, no contiene, sin embargo, un exceso de azúcar. La piña aporta unas 50 calorías por cada 100 gramos. Su piel dura la convierte en un reto para su consumo aunque, en los últimos años muchos supermercados la venden ya cortada y preparada para tomarla en el desayuno, merienda o como postre.

Entre los beneficios para la salud, la piña es rica en nutrientes, antioxidantes y otras sustancias que promueven la salud, como enzimas que pueden reducir la inflamación y las enfermedades.

Esta fruta tropical contiene un tercio de la cantidad diaria recomendada de vitamina C que ayuda a estimular el sistema inmunológico y ayuda a combatir el cáncer, las enfermedades cardíacas y la artritis.17

Gracias a su contenido de tiamina, niacina, B6 y ácido fólico ayuda a procesar la energía de los alimentos y son fundamentales para la formación de nuevos glóbulos rojos, que transportan oxígeno a los órganos y tejidos.

La importancia del magnesio

La piña tiene cuatro veces la dosis diaria que tu cuerpo necesita de magnesio, un oligoelemento esencial que ayuda con la formación ósea, la respuesta inmune y el metabolismo. Los alimentos ricos en manganeso como la piña reducen los síntomas de la artritis, la osteoporosis, el síndrome premenstrual, la epilepsia y la diabetes.

La piña es rica en bromelina, un agente antiinflamatorio que ayuda a sanar la piel y los tejidos. La dietista Julia Zumpano explica: «La inflamación es un proceso natural que ocurre en nuestro cuerpo para ayudar a combatir las enfermedades» y añade «pero demasiada inflamación, especialmente durante períodos prolongados, puede provocar afecciones como la artritis reumatoide y el cáncer». El poder antiinflamatorio de la bromelina puede ayudar a combatir la inflamación y puede suprimir el crecimiento de ciertos tumores.

Contienen importantes minerales para la salud como cobre, potasio y magnesio. Además de un alto contenido en fibra que se asocia con una mejor digestión además de conferirle propiedades laxantes y contribuye a reducir el colesterol en sangre y al buen control de la glucemia en la persona que tiene diabetes.

La piña apenas tiene grasa ni proteínas, lo que la convierte en una aliada en dietas de adelgazamiento. La piña aporta unas 50 calorías por cada 100 gramos, aunque en almíbar ligero su aporte puede aumentar levemente.

Esta fruta tropical tiene cerca de un 11 % de hidratos de carbono, la mayor parte azúcares de asimilación rápida como sacarosa y fructosa.