El carnívoro Koleken Inakayali vivió hace 69 millones de años, antes de la extinción masiva. Los restos fósiles se hallaron en La Colonia, en el norte de Chubut.
Un equipo de paleontólogos descubrió una nueva especie de dinosaurio, el Koleken Inakayali, un carnívoro que vivió en la Patagonia hace 69 millones de años. El hallazgo de los fósiles fue en La Colonia, en el norte de Chubut.
El trabajo es parte de un proyecto de National Geographic, a cargo de Diego Pol, con la participación de paleontólogos afiliados con varias instituciones científicas nacionales como el Conicet, el Museo Paleontológico Egidio Feruglio de Trelew, el Museo Argentino de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia, de Buenos Aires, la Universidad Nacional de Río Negro de General Roca, y la Chinese University of Hong Kong. La investigación fue publicada en la revista científica Cladistics.
El Koleken inakayali pertenece a la familia de dinosaurios carnívoros más importantes de Gondwana, los abelisáuridos, el supercontinente del hemisferio sur que incluía lo que ahora son América del Sur, África, India y Madagascar, Australia y Antártida. “Se trata de un abelisáurido, una familia popularizada por el dinosaurio más famoso de nuestro continente, el carnívoro con cuernos Carnotaurus”, explicó Diego Pol, investigador del Conicet en el Museo Argentino de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia.
Esta nueva especie de abelisáurido se distingue de otros dinosaurios carnívoros por algunas características anatómicas de los huesos del cráneo.
En la expedición se encontró el esqueleto parcial que incluye varios huesos del cráneo, una serie casi completa de huesos de la columna vertebral, una cadera completa, varios huesos de la cola y huesos de las patas traseras.
“Seguramente el cuerpo de este animal fue transportado por un río hasta un estuario, donde fue sepultado poco tiempo después de su muerte. Además pudimos hallar restos del cráneo en la parte de la concreción que había sido erosionada, lo que explica por qué los huesos del cráneo están desarticulados; mientras que la parte trasera del esqueleto, que estaba dentro de la concreción, está perfectamente articulada y en posición de vida”, comentó Pol.
El doctor en Biología, Mattia Baiano, explicó que el sitio del hallazgo “es conocido porque es donde se encontró el famoso Carnotaurus, uno de los dinosaurios más icónicos a nivel mundial”. Es un sitio sumamente rico en fósiles de todo tipo.
“Siempre es bueno encontrar una especie nueva de dinosaurio porque nos permite entender cómo era la vida en el pasado. La base del proyecto es averiguar qué pasó antes de la extinción de los dinosaurios a nivel de fauna y flora en Patagonia. Se pretende averiguar si la diversidad de animales y plantas era alta o baja; si había organismos que ya se iban extinguiendo o si, de repente, el meteorito se llevó puesto todo”, especificó el docente italiano de la Facultad de Geología y Paleontología de la Universidad Nacional de Río Negro.
Esta investigación forma parte del proyecto multidisciplinario “El Fin de la Era de los Dinosaurios en Patagonia”, apoyado por National Geographic Society, en el que participan más de 70 investigadores y becarios del Conicet, junto a colegas de otras instituciones del país y del exterior.
El proyecto llevó a reactivar las expediciones paleontológicas en las que se descubrió el Carnotaurus en un primer momento y ahora esta nueva especie. El Koleken se convierte en el segundo abelisáurido que habitaba esa área cerca del fin de la era de los dinosaurios. “Pensamos que eran los carnívoros dominantes, por lo menos en esta parte del hemisferio, cuando se produjo la gran extinción que borró a los dinosaurios de nuestro planeta. La extinción masiva ocurrió hace 66 millones de años. Estos serían casi los últimos dinosaurios no-avianos antes de la gran extinción al final del Mesozoico. Hablamos de 69 millones de años atrás”, indicó Baiano.
Especificó que los hallazgos nunca corresponden al esqueleto completo del dinosaurio. “En este caso, encontraron varias vértebras del lomo y de la cola, parte del cráneo, fémures, tibias, falanges y la cadera completa. Se hicieron distintas campañas en distintos años para rescatar todo el ejemplar», precisó.
Además de tener características únicas que lo distinguen de otros dinosaurios, “Koleken tiene los huesos del cráneo muy rugosos y vértebras robustas como otros miembros de la misma familia”, dijo el investigador.
El material fue trasladado y resguardado en el Museo Paleontológico Egidio Feruglio donde los técnicos llevaron adelante la preparación minuciosa de los huesos del ejemplar. El año pasado un equipo de varios paleontólogos comenzaron a estudiarlos.
“Analizamos aspectos anatómicos, pudimos describir la anatomía de cada hueso, averiguar la relaciones de parentesco como así también algunas cuestiones evolutivas de toda la familia. Koleken pertenece a la familia Abelisauridae, es muy típica de Sudamérica, pero más aún de Argentina. Hay más de 20 especies a nivel mundial y el 70% son argentinas”, afirmó.