Los ministros nacionales de Defensa, Luis Petri, y de Relaciones Exteriores, Diana Mondino, arribaron esta mañana a Mar del Plata y de manera directa, en vuelo con helicópteros oficiales, se trasladaron a bordo de embarcaciones de la flota de la Armada Argentina que comparte operaciones navales con tripulaciones de un portaaviones y otros dos buques de Estados Unidos.

Junto a los funcionarios llegó también el embajador de Estados Unidos en Argentina, Marc Robert Stanley,que los acompañará en esta visita y actividades del ejercicio binacional denominado «Gringo-Gaucho II”.

Aterrizaron en el Aeropuerto Ástor Piazzolla, donde lo esperaron autoridades militares, y tras los saludos protocolares emprendieron viaje por vía aérea hacia alta mar, donde se desarrollarán estas maniobras conjuntas, a unos 100 kilómetros de la costa.

La agenda de los funcionarios contempla aterrizaje en el portaaviones estadounidense, donde tendrán un recorrido por la embarcación, compartirán almuerzo con el comandante y luego presenciarán algunas de las actividades que compartirán ambas flotas.

Este martes ya se había advertido un primer anticipo de este operativo con el despliegue de embarcaciones militares frente a playas céntricas. Fue el primer ensayo de las acciones que entre hoy y mañana viernes ejecutarán en conjunto con sus pares estadounidenses.

Este miércoles se informó también de otra práctica con dos embarcaciones de la Armada Argentina, una de las cuales oficiaba como supuesta siniestrada y la restante debía ir en su asistencia, con complemento de tareas de rescate de tripulantes mediante apoyo de un helicóptero Sea King, también de la misma fuerza.

Estas maniobras entre ambas flotas son una constante cada vez que embarcaciones de semejante porte tienen recorrido frente o sobre aguas jurisdiccionales nacionales. Así ocurrió en 1991, cuando estuvo por aquí el portaaviones Kitty Hawk, y lo propio se repitió en 2010.

El portaaviones George Washington que es parte de este despliegue que se extenderá durante jueves y viernes tiene más de 330 metros de eslora, dimensión que hace imposible que pueda atracar que puertos argentinos.