- Argentina está produciendo la mayor cantidad de petróleo en 15 años
- El yacimiento de Vaca Muerte ya produce unos 300.000 barriles diarios
- La inversión vuelve a este yacimiento con la subida del petróleo
La industria petrolera de Argentina ha vuelto al calor de los altos precios del crudo y como consecuencia de la inversión de los últimos años. Argentina está produciendo en estos momentos la mayor cantidad de petróleo en más de 15 años. Una industria que parecía acabada y muerta, en un país que otrora formó parte de los grandes productores de hidrocarburos en el mundo, ha resurgido de sus cenizas ante la vuelta a la vida del yacimiento de Vaca Muerta. Los últimos datos muestran que Argentina está bombeando alrededor de 680.000 barriles diarios, unas cantidades de crudo que no se veían desde el año 2008. Este torrente de petróleo y gas se está convirtiendo en una nueva esperanza para una economía de Argentina (para mantener el superávit exterior) que se encuentra en estado crítico.
El impulsor clave del auge petrolero es la formación de shale Vaca Muerta, situada en la cuenca Neuquén, que se encuentra en la Patagonia. Algunos analistas creen que este yacimiento podría presentar unas reservas de crudo a los 16.000 millones de barriles de petróleo de esquisto (shale oil), lo que lo convierte en una de las mayores reservas de hidrocarburos no convencionales del mundo. Con frecuencia se compara a Vaca Muerta con el prolífico yacimiento de esquisto Eagle Ford en Texas, un campo que bombea alrededor de 1,2 millones de barriles de petróleo. La Administración de Información de la Energía de Estados Unidos (EIA) confirmó en 2019 que Vaca Muerta y Eagle Ford comparten profundidades, espesores, presiones y composiciones minerales similares.
Con todo el apoyo de Vaca Muerta, la producción de petróleo y gas en la República Argentina sigue apuntalando su trayectoria ascendente de los últimos años. En este sentido, en el primer trimestre del 2024 la producción de petróleo creció un 8,2% respecto al mismo período del año pasado. Además, esta tendencia de creciente bombeo de crudo supone el cuarto año consecutivo de crecimiento entre trimestres para la extracción petrolera y un máximo (trimestral) que no se veía desde el año 2004, asegura un informe la Bolsa de Comercio de Rosario. De modo que la producción de crudo ha tocado un máximo mensual desde 2008 y trimestral desde 2004.
Todo el crecimiento de la producción de crudo en Argentina se está produciendo en esta prolífica cuenca que ha estado durante años en un estado de semi-abandono. Sin embargo, en los últimos años se han retomado las operaciones y la inversión al calor de la fuerte subida de los precios del petróleo, devolviendo a la vida a Vaca Muerta: “Más inversiones y un elevado nivel de actividad vienen impulsando al sector petrolero argentino, especialmente en la cuenca neuquina. En esta, el yacimiento Vaca Muerta emerge como la gran locomotora del crecimiento productivo”.
El boom de Vaca Muerta
La cuenca neuquina pasó de representar el 40% de la producción nacional de petróleo en 2013 al 62% en 2023. Más aún, ésta representó el 66% de la producción en lo que va del 2024. La extracción no convencional, que implica la estimulación hidráulica o fracking para obtener hidrocarburos, representa ya más de tres cuartos de la producción de la cuenca neuquina.
“El mejor proxy del nivel de actividad en la extracción no convencional se muestra en términos de etapas de fractura, a diferencia de los yacimientos convencionales, cuya actividad es medida por cantidad de pozos o equipos de perforación activos. En este sentido, de acuerdo con la Fundación Contactos Energéticos, en marzo pasado se batió el récord mensual de fracturas registrado para Argentina, superando por más de un 17% la marca anterior, de septiembre de 2023″, asegura el informe publicado por la Bolsa de Comercio de Rosario.
Con todo, en marzo se llegó a los 1.000 millones de barriles equivalentes de petróleo producidos, sumando gas y petróleo, en Vaca Muerta desde que Repsol perforó el primer pozo de shale gas en 2010, recordó Daniel Gerold, titular de G&G Energy Consultants, en declaraciones al diario Clarín. Con el precio del crudo por encima de los 80 dólares, el petróleo que se extrae en Vaca Muerta es muy rentable. Los analistas aseguran que el barril de crudo en este yacimiento tiene un coste de 40 dólares, por lo que el precio actual del barril de Brent (83 dólares) es perfecto para lograr una rentabilidad inmensa.
Los últimos datos disponibles revelan que la producción de petróleo no convencional o shale oil ya supone más del 50% de toda la producción de Argentina, según explican desde la agencia Bloomberg. Casi la totalidad de este petróleo no convencional proviene del yacimiento de Vaca Muerta. En la actualidad, este yacimiento produce unos 300.000 barriles de crudo por día, pero las expectativas para este campo de petróleo son altas. Hay quien habla incluso de que su producción podría llegar al millón de barriles diarios en 2030.
El viaje de ida y vuelta de YPF: de la expropiación a Repsol al intento de privatización de Milei
- La petrolera argentina reina en uno de los yacimientos más prometedores del mundo
- Citi calcula un ‘break-even’ de 30 dólares en el yacimiento, la mitad que el shale de EEUU
- YPF ya cuenta con 582 pozos en el terreno; Shell, la segunda, tiene menos de la mitad: 211
Madrid
6:00 – 29/11/2023
La petrolera argentina YPF ha vuelto a ser protagonista, 11 años después de la nacionalización por parte del gobierno argentino que llevó a Repsol a perder el control de la empresa, por el plan de privatización que ha anunciado Javier Milei, el nuevo presidente del país. YPF estará lista para salir al mercado en los próximos años, y cuenta con un as bajo la manga que la convierte en una compañía con un potencial “masivo” para el banco de inversión Citi: su presencia dominante en Vaca Muerta, uno de los yacimientos de petróleo más importantes del mundo.
La noticia de la privatización de YPF la ha convertido en una de las firmas de moda en el mercado del petróleo. El crecimiento de la demanda de crudo todavía no ha tocado techo, y aunque algunas de las firmas más importantes de la industria hayan decidido ir rotando su negocio hacia las energías renovables, la inversión en nuevos yacimientos es vital para que este proceso no se convierta en una pesadilla en los próximos años. Este es el dato fundamental que convierte ahora a YPF en una compañía con un potencial “masivo” para Citi, al haberse asegurado años de producción en uno de los yacimientos más importantes del planeta: Vaca Muerta.
Aunque Vaca Muerta es el principal argumento con el que cuenta YPF para defender su valor, no es el único que tiene a su favor. El banco estadounidense también destaca “la progresiva normalización de su coste de capital; el continuo crecimiento de su producción, con una gran propiedad en Vaca Muerta; la convergencia con los precios internacionales; la diversificación de sus activos no esenciales; la eliminación de los aranceles y los subsidios; la desinversión de sus negocios no esenciales y el desarrollo futuro de una infraestructura de gas natural licuado, además de la eventual privatización”, como los argumentos que sostienen la tesis de inversión de Citi para la compañía, situándola en un precio objetivo de 20 dólares para el ADR de YPF que cotiza en Estados Unidos.
No es la unica firma que se destaca con estos precios. Aunque Goldman Sachs cree que su precio objetivo está en los 17,1 euros en este momento, no muy lejos de los 16,8 dólares en los que cotizan los ADRs, acaba de mejorar la recomendación para las acciones de la empresa desde “vender” hasta “neutral”. Santander, por su parte, valora las acciones de YPF en 30 dólares, un 78% por encima de los precios actuales.
El yacimiento de Vaca Muerta es la joya de la corona de YPF, y no es una cualquiera. En un momento en el que muchas empresas del sector han decidido canalizar sus inversiones lejos de la futura producción, hay algunos actores del mercado, como la propia Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), que están avisando de la necesidad de que se incrementen las inversiones en la futura producción de crudo para evitar tensiones en un mercado energético en transición. En este esfuerzo, un yacimiento como el que se encuentra en Argentina es de especial importancia para la industria.
“Vaca Muerta es la segunda reserva de petróleo de esquisto del mundo, un yacimiento que ha confirmado su viabilidad en la última década y ya es muy competitivo económicamente, a pesar de los controles de capital y otras distorsiones”, explica el banco estadounidense. “El crecimiento de la producción futura es muy claro, y los cuellos de botella en el midstream [proceso, almacenamiento y transporte del producto] se están desenredando”, confirman.
El banco insiste en que “YPF es el principal protagonista en Vaca Muerta”, un yacimiento que “ha alcanzado un desarrollo en el que ya es muy difícil fracasar”, y que ofrece “un precio de break-even de 30 dólares el barril”, la mitad de lo que necesita para cuadrar sus cuentas la industria del esquisto estadounidense. Para hacerse una idea del potencial que tiene este yacimiento, en 2013 la Agencia de Información Energética contabilizó cerca de 27.000 millones de barriles en Vaca Muerta, por encima de los 22.500 millones que estimaba YPF, y una cantidad suficiente para multiplicar por diez las reservas de crudo probadas de Argentina. En todo Estados Unidos, la Administración de Energía estadounidense contabilizaba, en 2021, unos 38.000 millones de barriles de reservas probadas, menos del doble de los que puede ofrecer el yacimiento argentino por sí solo.
El bajo coste de producción de Vaca Muerta lo convierte en una de las minas de oro negro más codiciadas del planeta, y también puede convertirse en una de las herramientas que utilizará Milei para apoyar su reforma de la economía del país, ya que el yacimiento puede contribuir a ayudar en el proceso de dolarización de la economía: “La exitosa ejecución de la perforación y los equipos que ya hay disponibles parecen suficientes para que haya un aumento de la producción que crecerá durante los próximos años, y no es menos relevante que Argentina se haya convertido ya en un exportador neto de petróleo, algo que ayudará a mantener una balanza comercial de energía positiva del país. Esto está en el núcleo del problema estructural que tiene Argentina: el acceso a los dólares”, indican desde Citi.
Así, YPF puede convertirse en una de las herramientas clave para Milei, gracias a su dominio del yacimiento, con 12.000 km² en propiedad. De los 1.331 pozos que están ya abiertos en Vaca Muerta, 582 son operados por YPF, muy por encima del segundo, la británica Shell, que cuenta con 211 pozos. Pluspetrol se mantiene ahora en tercer lugar, con 163, seguido de Vista, con 136, Pan American Energy, con 119, Tecpetrol, con 99, Pampa Energía, con 16 y por último Phoenix, con 5 pozos operativos.
Con estas cifras, YPF fue capaz de alcanzar una producción de 232.000 barriles diarios al cierre del año pasado, y su plan para 2023 fue de invertir 2.300 millones en el yacimiento de Vaca Muerto. El plan que presentó el director financiero de la firma en el primer trimestre de 2023, Alejandro Lew, fue de alcanzar unos 150.000 barriles en exportaciones en el año 2027, lo que supondría, según Lew, entre el 35% y el 40% del petróleo total que produce la compañía. Según estas cifras, YPF estará produciendo para entonces entre 400.000 y 450.000 barriles diarios de petróleo, una cantidad equivalente a lo que bombea, casi el doble de los niveles de 2022 y cerca del 0,5% de la demanda mundial de crudo actual sólo en sus manos. Para hacerse una idea, de la dimensión de esta producción, gigantes como ExxonMobil o Chevron producen unos 2 millones de barriles diarios cada uno.
El proceso de privatización, un camino complejo
La privatización de YPF que pretende llevar a cabo el presidente Milei no es un asunto sencillo. El 51% de YPF está en manos de la Nación Argentina, y de este porcentaje, el Gobierno Federal tiene derechos por el 51% de la empresa, mientras que la Organización Nacional de Provincias Productoras de Hidrocarburos, del 49% restante, algo que, a efectos prácticos no cambia nada, ya que el Gobierno Federal mantiene el control de todas las acciones en manos de Argentina hasta el año 2062 después de pactarlo en su momento con todas las provincias del país.
Sobre el papel, YPF no es una empresa pública, si no una compañía privada cuyo principal accionista es el Estado. Esto es importante porque, según la ley argentina, se necesita el apoyo de dos tercios de la Cámara para poder vender estas acciones en manos del Estado a otros inversores. Desde Citi están seguros de que “habrá un gran debate sobre esto”, ya que puede caber la interpretación de que la Ley de Expropiaciones puede enmendarse con una mayoría simple (la mitad de la Cámara).
Otro problema que tendrán que solucionar es acordar con las distintas provincias los derechos sobre las acciones de YPF, a pesar de que estén bajo gestión del Gobierno Federal. “El presidente tendrá que negociar con los gobernadores de cara a la venta de las acciones”, unas negociaciones que “es posible que ya hayan dado comienzo”, indican desde el banco estadounidense.
El primer paso para la privatización ha sido el nombramiento de Horacio Marin como CEO y presidente de la empresa, un perfil técnico que fue, precisamente, quien organizó el pozo de shale gas de más éxito de todo el yacimiento de Vaca Muerta, una infraestructura conocida como Fortín de Piedra.
Mientras tanto, desinversiones
Mientras se prolonga toda esta vorágine de negociaciones y discusiones sobre el aspecto legal del proceso de privatización, desde Citi creen que YPF, en manos de Marín, tiene la posibilidad de desinvertir parte de sus empresas subsidiarias con el objetivo de mejorar la asignación de capital de la empresa e incrementar la potencial valoración de la firma de cara a maximizar la privatización.
Entre estas subsidiarias se encuentran firmas como Profértil, una joint venture que se dedica a la producción de fertilizantes y amoniaco, que alcanza un beneficio bruto de 597 millones de euros en el año natural que terminó en junio, y también YPF Agro, una pata de la compañía dedicada a la venta de productos agrícolas.
En el sector de la electricidad, YPF cuenta con YPF Luz, de la cual es propietaria al 75%, y se dedica a la generación de electricidad con plantas térmicas, hidroeléctricas y también con fuentes renovables. Se trata de uno de los mayores productores de energía del país, con 10,150 GW/h producidos en 2022.
Además, YPF cuenta con el 70% de Metrogas, una distribuidora de gas natural que abastece a 2,5 millones de hogares en Buenos Aires. También cuenta con un negocio de distribución de gas licuado del petróleo llamado YPF Gas, además de otros negocios, como el químico, o divisiones de investigación centradas en el litio.
El viaje de ida y vuelta de YPF: de la expropiación a Repsol al intento de privatización de Milei
- La petrolera argentina reina en uno de los yacimientos más prometedores del mundo
- Citi calcula un ‘break-even’ de 30 dólares en el yacimiento, la mitad que el shale de EEUU
- YPF ya cuenta con 582 pozos en el terreno; Shell, la segunda, tiene menos de la mitad: 211
Madrid
6:00 – 29/11/2023
La petrolera argentina YPF ha vuelto a ser protagonista, 11 años después de la nacionalización por parte del gobierno argentino que llevó a Repsol a perder el control de la empresa, por el plan de privatización que ha anunciado Javier Milei, el nuevo presidente del país. YPF estará lista para salir al mercado en los próximos años, y cuenta con un as bajo la manga que la convierte en una compañía con un potencial “masivo” para el banco de inversión Citi: su presencia dominante en Vaca Muerta, uno de los yacimientos de petróleo más importantes del mundo.
La noticia de la privatización de YPF la ha convertido en una de las firmas de moda en el mercado del petróleo. El crecimiento de la demanda de crudo todavía no ha tocado techo, y aunque algunas de las firmas más importantes de la industria hayan decidido ir rotando su negocio hacia las energías renovables, la inversión en nuevos yacimientos es vital para que este proceso no se convierta en una pesadilla en los próximos años. Este es el dato fundamental que convierte ahora a YPF en una compañía con un potencial “masivo” para Citi, al haberse asegurado años de producción en uno de los yacimientos más importantes del planeta: Vaca Muerta.
Aunque Vaca Muerta es el principal argumento con el que cuenta YPF para defender su valor, no es el único que tiene a su favor. El banco estadounidense también destaca “la progresiva normalización de su coste de capital; el continuo crecimiento de su producción, con una gran propiedad en Vaca Muerta; la convergencia con los precios internacionales; la diversificación de sus activos no esenciales; la eliminación de los aranceles y los subsidios; la desinversión de sus negocios no esenciales y el desarrollo futuro de una infraestructura de gas natural licuado, además de la eventual privatización”, como los argumentos que sostienen la tesis de inversión de Citi para la compañía, situándola en un precio objetivo de 20 dólares para el ADR de YPF que cotiza en Estados Unidos.
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No es la única firma que destaca el valor que tiene la empresa en estos precios. Aunque Goldman Sachs cree que su precio objetivo está en los 17,1 euros en este momento, no muy lejos de los 16,8 dólares en los que cotizan los ADRs, acaba de mejorar la recomendación para las acciones de la empresa desde “vender” hasta “neutral”. Santander, por su parte, valora las acciones de YPF en 30 dólares, un 78% por encima de los precios actuales.
Una mina de ‘oro negro’ barato de producir
El yacimiento de Vaca Muerta es la joya de la corona de YPF, y no es una cualquiera. En un momento en el que muchas empresas del sector han decidido canalizar sus inversiones lejos de la futura producción, hay algunos actores del mercado, como la propia Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), que están avisando de la necesidad de que se incrementen las inversiones en la futura producción de crudo para evitar tensiones en un mercado energético en transición. En este esfuerzo, un yacimiento como el que se encuentra en Argentina es de especial importancia para la industria.
“Vaca Muerta es la segunda reserva de petróleo de esquisto del mundo, un yacimiento que ha confirmado su viabilidad en la última década y ya es muy competitivo económicamente, a pesar de los controles de capital y otras distorsiones”, explica el banco estadounidense. “El crecimiento de la producción futura es muy claro, y los cuellos de botella en el midstream [proceso, almacenamiento y transporte del producto] se están desenredando”, confirman.
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El banco insiste en que “YPF es el principal protagonista en Vaca Muerta”, un yacimiento que “ha alcanzado un desarrollo en el que ya es muy difícil fracasar”, y que ofrece “un precio de break-even de 30 dólares el barril”, la mitad de lo que necesita para cuadrar sus cuentas la industria del esquisto estadounidense. Para hacerse una idea del potencial que tiene este yacimiento, en 2013 la Agencia de Información Energética contabilizó cerca de 27.000 millones de barriles en Vaca Muerta, por encima de los 22.500 millones que estimaba YPF, y una cantidad suficiente para multiplicar por diez las reservas de crudo probadas de Argentina. En todo Estados Unidos, la Administración de Energía estadounidense contabilizaba, en 2021, unos 38.000 millones de barriles de reservas probadas, menos del doble de los que puede ofrecer el yacimiento argentino por sí solo.
El bajo coste de producción de Vaca Muerta lo convierte en una de las minas de oro negro más codiciadas del planeta, y también puede convertirse en una de las herramientas que utilizará Milei para apoyar su reforma de la economía del país, ya que el yacimiento puede contribuir a ayudar en el proceso de dolarización de la economía: “La exitosa ejecución de la perforación y los equipos que ya hay disponibles parecen suficientes para que haya un aumento de la producción que crecerá durante los próximos años, y no es menos relevante que Argentina se haya convertido ya en un exportador neto de petróleo, algo que ayudará a mantener una balanza comercial de energía positiva del país. Esto está en el núcleo del problema estructural que tiene Argentina: el acceso a los dólares”, indican desde Citi.
Así, YPF puede convertirse en una de las herramientas clave para Milei, gracias a su dominio del yacimiento, con 12.000 km² en propiedad. De los 1.331 pozos que están ya abiertos en Vaca Muerta, 582 son operados por YPF, muy por encima del segundo, la británica Shell, que cuenta con 211 pozos. Pluspetrol se mantiene ahora en tercer lugar, con 163, seguido de Vista, con 136, Pan American Energy, con 119, Tecpetrol, con 99, Pampa Energía, con 16 y por último Phoenix, con 5 pozos operativos.
Con estas cifras, YPF fue capaz de alcanzar una producción de 232.000 barriles diarios al cierre del año pasado, y su plan para 2023 fue de invertir 2.300 millones en el yacimiento de Vaca Muerto. El plan que presentó el director financiero de la firma en el primer trimestre de 2023, Alejandro Lew, fue de alcanzar unos 150.000 barriles en exportaciones en el año 2027, lo que supondría, según Lew, entre el 35% y el 40% del petróleo total que produce la compañía. Según estas cifras, YPF estará produciendo para entonces entre 400.000 y 450.000 barriles diarios de petróleo, una cantidad equivalente a lo que bombea, casi el doble de los niveles de 2022 y cerca del 0,5% de la demanda mundial de crudo actual sólo en sus manos. Para hacerse una idea, de la dimensión de esta producción, gigantes como ExxonMobil o Chevron producen unos 2 millones de barriles diarios cada uno.
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El proceso de privatización, un camino complejo
La privatización de YPF que pretende llevar a cabo el presidente Milei no es un asunto sencillo. El 51% de YPF está en manos de la Nación Argentina, y de este porcentaje, el Gobierno Federal tiene derechos por el 51% de la empresa, mientras que la Organización Nacional de Provincias Productoras de Hidrocarburos, del 49% restante, algo que, a efectos prácticos no cambia nada, ya que el Gobierno Federal mantiene el control de todas las acciones en manos de Argentina hasta el año 2062 después de pactarlo en su momento con todas las provincias del país.
Sobre el papel, YPF no es una empresa pública, si no una compañía privada cuyo principal accionista es el Estado. Esto es importante porque, según la ley argentina, se necesita el apoyo de dos tercios de la Cámara para poder vender estas acciones en manos del Estado a otros inversores. Desde Citi están seguros de que “habrá un gran debate sobre esto”, ya que puede caber la interpretación de que la Ley de Expropiaciones puede enmendarse con una mayoría simple (la mitad de la Cámara).
Otro problema que tendrán que solucionar es acordar con las distintas provincias los derechos sobre las acciones de YPF, a pesar de que estén bajo gestión del Gobierno Federal. “El presidente tendrá que negociar con los gobernadores de cara a la venta de las acciones”, unas negociaciones que “es posible que ya hayan dado comienzo”, indican desde el banco estadounidense.
El primer paso para la privatización ha sido el nombramiento de Horacio Marin como CEO y presidente de la empresa, un perfil técnico que fue, precisamente, quien organizó el pozo de shale gas de más éxito de todo el yacimiento de Vaca Muerta, una infraestructura conocida como Fortín de Piedra.
Mientras tanto, desinversiones
Mientras se prolonga toda esta vorágine de negociaciones y discusiones sobre el aspecto legal del proceso de privatización, desde Citi creen que YPF, en manos de Marín, tiene la posibilidad de desinvertir parte de sus empresas subsidiarias con el objetivo de mejorar la asignación de capital de la empresa e incrementar la potencial valoración de la firma de cara a maximizar la privatización.
Entre estas subsidiarias se encuentran firmas como Profértil, una joint venture que se dedica a la producción de fertilizantes y amoniaco, que alcanza un beneficio bruto de 597 millones de euros en el año natural que terminó en junio, y también YPF Agro, una pata de la compañía dedicada a la venta de productos agrícolas.
En el sector de la electricidad, YPF cuenta con YPF Luz, de la cual es propietaria al 75%, y se dedica a la generación de electricidad con plantas térmicas, hidroeléctricas y también con fuentes renovables. Se trata de uno de los mayores productores de energía del país, con 10,150 GW/h producidos en 2022.
Además, YPF cuenta con el 70% de Metrogas, una distribuidora de gas natural que abastece a 2,5 millones de hogares en Buenos Aires. También cuenta con un negocio de distribución de gas licuado del petróleo llamado YPF Gas, además de otros negocios, como el químico, o divisiones de investigación centradas en el litio.