La actriz Audrey Hepburn se ha convertido en uno de los grandes íconos femeninos del siglo XX. Con un gran talento como actriz y un porte muy elegante, Hepburn es todo un símbolo de la moda.
Un Destino Inesperado
Nacida en Bruselas, Bélgica, en 1929, Audrey Hepburn vivió una infancia marcada por la Segunda Guerra Mundial. A pesar de los desafíos de la época, su pasión por el ballet la llevó a Londres y, eventualmente, a la actuación. Su rostro angelical y su elegancia natural atrajeron la atención de Hollywood. Hepburn no solo personificaba la elegancia; la redefinió. Su papel icónico en “Breakfast at Tiffany’s” (Desayuno en Tiffany’s) la inmortalizó como un ícono de la moda y el estilo. Su atuendo en la película, un vestido negro Givenchy, se convirtió en un símbolo de sofisticación y buen gusto que aún se replica en la moda actual.
Por su elegancia innata, que iba más allá de su outfit.Su formación como bailarina influyó en su porte, así como su origen humilde en su carácter afable; pero la elegancia, la clase, la gracia, o eso que los franceses llaman el je ne sais quoi, le era tan natural su icónica belleza.- Porque pocas mujeres han lucido los diseños de Givenchy como ella.Cuando Hubert de Givenchy salió al encuentro de Miss Hepburn en su atelier se llevó una gran decepción al comprobar que no se trataba de Katharine sino de Audrey. Aquel sería el comienzo de una gran amistad entre la actriz y el diseñador que, pese a rechazar hacer el vestuario para la película Sabrina en un primer momento, no tardaría en caer bajo el influjo de aquellos ojos enormes enmarcados por largas pestañas y cejas espesas. Sabrina, Desayuno con diamantes, My Fair Lady… el artista y su musa nos regalaron algunos de los vestidos más inolvidables de la historia del cine.
Por estar divina con el pelo recién lavado, enrollado en una toalla, mientras cantaba Moonriver.Truman Capote no estaba contento con la elección de Audrey Hepburn para su Holly Golightly pero con su interpretación y especialmente con esa canción que es, a día de hoy, un canto al amor, a la esperanza y la dulzura, al escritor no le quedó más remdio que rendirse al encanto de esta joven belga.
Porque todas hemos querido recorrer Roma en una Vespa, siguiendo su estela.
Desde el pañuelo al cuello, al galán a la cintura (Gregry Peck) , Audrey Hepburn puso de moda todo cuantó tocó en Vacaciones en Roma.
Porque nunca se vio envuelta en ningún escándalo.
Se habló de sus parejas, de su matrimonio, de su divorcio y de sus segundas nupcias; se hablaba de su ropa y también de su pelo, pero Audrey conservó su estatus de diva sin ensuciar ni una sola vez su nombre.
Por su naturalidad y saber estar.Espontánea en las disctancias cortas, tímida con los extraños y elegante en cualquier ocasión, así describen quienes la conocieron a este mito del cine.
- Porque, además de un rostro bonito, era una buena actriz.Estuvo nominada al Oscar por sus interpretaciones en Sabrina, Sola en la oscuridad, Historia de una monja, Desayuno con diamantes y Vacaciones en Roma aunque sólo esta última logró que se alzara con la estatuilla.
- Porque nadie ha llevado los pantalones capri con tanto encanto.Junto con Grace Kelly o Marilyn Monroe, Audrey contribuyó a que este tipo de pantalones de corte midi se consolidaran como símbolo de los años 60 casi tanto como la minifalda.
- Porque supo envejecer.Ni las arrugas ni las canas lograron enturbiar la belleza impertérrita de este icono que lució el paso de los años con la misma elegancia -o más, si cabe- que su juventud.
- © Porque su peinado creó escuela. El flequillo a mitad de la frente se convirtió en una de sus señas de indentidad y en uno de los peinados más imitados del mundo , entonces y ahora.
- Porque les gustaba por igual a ellos y a ellas.Como una patito feo, así se describía así misma. Pero mientras ella describía su finísima silueta como desgarbada, el resto del mundo caía rendido a sus pies.
- Porque su estilo sigue siendo absolutamente trendy.Miles de turistas se arremolinan a diario en el escaparate de Tiffany’s en Nueva York para imitarla. Hay quien, incluso, va caracterizado como su personaje. Otras, se conforman con imitar su flequillo y otras con lucir, al menos una vez en la vida, un LBD combinado con una tiara y unos guantes.
Porque nunca se sintió una “star”.
Lo tenía todo -fama, dinero y belleza- pero nunca se dio aires de diva, ni dentro ni fuera de los sets de rodaje.
Porque, gracias a su personaje de Eliza Doolittle, nos enseñó que “la lluvia en Sevilla es una pura maravilla”.‘The rain in Spain stays mainly in the plain’, decía la versión original, pero la frase en español pasó a formar parte del refranero popular.
- Porque 20 años después de su muerte, nadie ha logrado reemplazarla.Tanto es así que para celebrar el día de los enamorados, el restaurante Atelier Belge (c/Martín de los Heros, 36. Madrid) ofrece un menú inspirado en la actriz y uno de sus personajes más emblemáticos: Sabrina.
Porque tenía un increíble sentido del humor.
Todo lo que pido por Navidad es otra película con Audrey Hepburn’, cuentan que dijo en una ocasión, Cary Grant, gran admirador del sentido del humor de su compañera de reparto, a quien tantas veces hemos visto reír en fotogramas inolvidables y en sencillas escenas de su vida cotidiana.
Porque “enamoró” en la pantalla a Cary Grant (En Charada) , a George Pepper (en Desayuno con diamantes) y hasta al mismísimo Humphrey Bogart (en Sabrina) .
La comedia romántica se postró a sus pies al tiempo que los grandes galanes de la escena cinematográfica. Nadie quedaba indiferente ante su influjo, ni siquiera en el celuloide.