Karin Silvina Hiebaum – International Press
¿Conoces las 12 leyes del karma? Seguro que en alguna ocasión has oído a alguien decir que la vida “es cuestión de karma”, o que algo bueno o malo le ha sucedido por culpa del karma. Lo cierto es que este concepto tan ligado a la filosofía budista está muy relacionado con la idea de justicia que se tiene a través de esa religión.
Pero no se trata de un modelo de justicia que se deba seguir bajo la amenaza de que otros (personas o dioses) nos castiguen si no lo hacemos, sino que, según las leyes del karma, debemos hacer que esa noción de justicia forme parte de nuestras vidas por nosotros mismos.
El budismo y las leyes del Karma
El concepto de leyes del karma surge a raíz de la filosofía budista, una religión que se basa en un conjunto de conocimientos, hábitos y enseñanzas que, a través de la meditación y los pequeños gestos del día a día, nos permiten ir labrando una transformación de nuestro yo interior.
Muchas personas sostienen que esta filosofía nos hace más sabios, abre nuestra conciencia y nos hace personas más consecuentes con nuestros actos. De hecho, la influencia del budismo ha tenido un impacto determinante en grandes filósofos europeos, como por ejemplo el filósofo alemán Arthur Schopenhauer, que se vio muy influido por esta corriente de pensamiento oriental a la hora de desarrollar su ética.
En busca del karma
El budismo tiene una forma particular de entender la existencia y las relaciones entre humanos. Esta religión plantea que la vida es un proceso de cambio constante, proceso que requiere que nos adaptemos y reeduquemos nuestra mente para hacernos más fuertes. Esto solo se consigue logrando ser personas con disciplina (y, por lo tanto, autocontrol) y siendo generosos y agradecidos hacia los demás. De este modo, podremos ser capaces de mejorar nuestro estado mental, alcanzando la focalización y la calma espiritual.
Las personas que practican esta disciplina suelen decir que el budismo en general y las leyes del karma en particular les permiten conectar mejor con sus emociones, lograr mejores niveles de comprensión y estar más cerca de la felicidad y el bienestar. Además, e l budismo busca un desarrollo espiritual basado en una comprensión holística y humanista de la realidad, intentando que seamos cuidadosos con la forma en que nos relacionamos con otros seres humanos. Las leyes del karma son una manera de plasmar esta filosofía de vida, en la que se busca la armonía entre uno mismo y los demás, en una serie de puntos concretos comunicables verbalmente.
¿Qué son las leyes del karma y qué nos explican sobre la vida?
Primero, empecemos por definir el concepto de ‘Karma’. Es un término de origen dhármico y proviene de la raíz kri, que significa ‘hacer’. Por tanto, karma es un concepto estrechamente relacionado con la acción, con el obrar. El karma es una energía que nos trasciende, y que es el efecto directo de las acciones de cada individuo.
Existen doce leyes del karma que nos explican cómo funciona exactamente esta energía trascendental. Nos permiten estas leyes conocer el sentido último de nuestra existencia, mediante las enseñanzas y consejos de la filosofía budista.
Cabe aclarar que el budismo no es una religión al uso, desde un punto de vista occidental. El budismo es una religión no teísta, puesto que no existe ningún dios omnipotente y creador. En el budismo, las leyes proceden de la naturaleza, y se confía en la libertad de cada ser humano para adherirse a los consejos de esta filosofía, o no. En suma, obrar bien o no tan bien es una decisión individual y, a partir de estas decisiones que tomamos cada día, somos igualmente responsables de las consecuencias y efectos que nos hayamos labrado.
Las 12 leyes del karma y su explicación
Pero, ¿cuáles son estas leyes esenciales del karma que nos propone la filosofía budista? Y más importante: ¿cómo podemos aplicarlas a nuestra vida para ser un poquito más felices y vivir una vida llena de amor y respeto hacia los demás?
Te lo explicamos en las siguientes líneas.
- La ley esencial
Tal haces, tal recibes. Es la ley de leyes cuando hablamos del karma. Recogemos aquello que hemos ido sembrando durante nuestra vida. Esto guarda una relación evidente con el principio de causa-efecto: todo lo que haces tiene su retorno. Sobre todo, las cosas negativas que hacemos se nos devolverán multiplicadas por 10.
- Ley de generatividad
La misión de todo ser humano es ser partícipe de la vida, y eso implica creación. Somos parte inseparable del mundo y del universo, y con ellos formamos una misma cosa. Nuestra es la responsabilidad de tomar lo bueno que encontremos en el lugar del mundo que habitemos, para construir nuestra propia vida.
- Ley de humildad
Todo aquello que negamos, acaba influyéndonos negativamente. Si solo vemos el lado malo de las cosas y de las otras personas, estaremos renunciando a la humildad, esa virtud que hace que podamos crecer moral e intelectualmente.
- Ley de la responsabilidad
Debemos aceptar la responsabilidad de las cosas que nos ocurren. Si nos pasan cosas malas muy a menudo, es posible que estemos haciendo algo mal nosotros mismos. Esta es una de las leyes del karma que e enfoca hacia las consecuencias directas de todo lo que hacemos, las cuales pueden ser buenas o malas. Todo acto conlleva sus consecuencias, aprendamos a asumirlas y afrontarlas.
- Ley de conexión
Todo está conectado. Cada acto, por intrascendente que pueda parecer, está conectado con muchos otros elementos del universo. Como se suele decir, el aleteo de una mariposa puede iniciar un tsunami. La realidad es compleja y absolutamente todos nuestros actos tienen su eco en el futuro.
- Ley de desarrollo
Estamos en constante cambio, en un permanente fluir. Hagamos lo que hagamos en nuestra vida, debemos ser conscientes que somos soberanos de nuestro destino, y para ello hay que evolucionar espiritualmente. Si somos capaces de mejorar nuestra mente, todo lo que nos rodea también cambiará… a mejor.
- Ley de focalización
Vamos aprendiendo cosas poco a poco, de forma sostenida. No somos capaces de acceder a niveles altos de sabiduría sin haber estado antes en estadios intermedios. Debemos perseguir ciertos objetivos en nuestra vida, e ir avanzando poco a poco hacia ellos. El esfuerzo casi siempre tiene su recompensa.
- Ley de la generosidad
Es vital que actuemos con generosidad y amabilidad con otros seres humanos. Vivir en un estado mental de respeto y compasión hacia los demás nos hace estar más conectados con nuestra condición de seres que habitamos un mismo planeta.
Y es que las leyes del karma no son independientes de nuestra manera de relacionarnos con los demás, dado que nuestras acciones tienen consecuencias en los otros, y además también tiene un efecto en nuestra identidad.
- Ley del presente
Vivir pensando en el pasado, en lo que pudo haber sido y no fue, es una manera perfecta de desbaratar nuestro presente y nuestro futuro. Todo aquello que nos ancla al pasado debe ser revisado: hay que renovarse para poder seguir adelante y hallar aquello que nos hace felices.
Así, esta ley del karma pone énfasis en no crear problemas artificiales alimentando de manera incontrolada preocupaciones basadas en lo que tuvo lugar en el pasado y lo que podría pasar en el futuro.
- Ley del cambio
El infortunio tiende a repetirse hasta que encontremos el valor y los medios para poder cambiar nuestra vida. Esto se logra en base a los conocimientos y experiencias adquiridos, de los que aprendemos y mejoramos. Con ellos hemos de ser capaces de corregir nuestro rumbo y construir nuevos objetivos.
- Ley de la paciencia
Los frutos que recogemos tras mucho trabajar saben mejor. Cuanto más dedicados estemos a las labores que nos ocupan, mayor será la felicidad al recoger la recompensa. Debemos lograr hacer de la paciencia un valor fundamental en nuestra vida.
- Ley de la inspiración
Cuanto más esfuerzo, energía y valor dediquemos a nuestra vida diaria, mayor será el mérito de nuestros triunfos. ¡Ojo! Incluso de los errores se aprende, como hemos visto en las leyes anteriores. El karma reconoce que somos individuos con la capacidad para crear y evolucionar, incluso en circunstancias no del todo favorables. En algún momento llegarán los frutos, y habremos recorrido un camino de esfuerzo y valentía, de acuerdo con las leyes del karma.