Desde un enfoque desde afuera y hoy viéndolo durante unos días en el mismo país, el presidente Javier Milei «logró instalar su agenda, lo cual es sumamente importante en estas circunstancias» y «todo lo que se comenta es en función de lo que él dice».

«Milei es un presidente que ha recuperado la autoridad presidencial, a nadie le cabe duda quién está gobernando, y no caben dudas de que este es un fuerte proceso de cambios».

Aunque aún queda muy poco claro, cual es el rol de su hermana Karina y quién toma realmente las decisiones. Aunque respetando la Investidura Presidencial, este tema del lugar en la Presidencia de su hermana, conlleva a michas interpretaciones y críticas entre los mismos liberales.

En ese marco, puedo considerar que después de la aparición del peronismo en el Ñ ’45, esta es la primera vez que aparece un personaje anti statu quo que viene a barajar y dar de vuelta y Milei no es uno más del sistema; tiene más posibilidad de generar una renovación política que cuando lo hacen propios personajes del sistema.

Por supuesto, que debatiendo sobre estos temas con muchos liberales, llegamos a mí has controversias y analizando está política desde lo sociocultural, no puedo presentar un análisis diferente: La combinación de medidas de austeridad, desregulación y paralización de las políticas públicas no son solo números en un balance. Está perjudicando a personas reales de clase media y sectores populares. La pobreza se sitúa en un asombroso 55 por ciento, y la pobreza extrema en un 18 por ciento. El poder adquisitivo de la gente ha disminuido un 20,7 por ciento, mientras que los costes de los alimentos y las medicinas han aumentado. En marzo, UNICEF advirtió que si las condiciones no cambiaban, la pobreza infantil aumentaría del 57 por ciento al 70 por ciento.

El gobierno de Milei no solo aplica políticas, sino que promueve valores en algunos lugares autocríticos y diferentes a lo que se pueda denominar democrsticos. Ataca verbalmente a todos los que lo critican, estigmatiza a la oposición y ha avanzado en la criminalización de las protestas. Intenta impulsar toda su agenda de gobierno con medidas extraordinarias, pasando por encima de la democracia y los derechos humanos. Milei deslegitima las instituciones democráticas atacando al Congreso y a los gobernadores que discrepan de él. Ataca verbalmente a la oposición, la cultura, el feminismo y el ecologismo. Estos análisis, no son una crítica contra la Investidura Presidencial, si no una observación de tener a cuenta para mejorar.

Otra cuestión preocupante es el posicionamiento internacional del gobierno argentino. El Presidente ha insultado a múltiples jefes de Estado y partidos y se ha distanciado de sus homólogos sudamericanos. El libertario Milei se ha alineado con gobiernos, partidos políticos y ONG mundiales de derecha. Participó en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC, por sus siglas en inglés) en Estados Unidos y en la Conferencia de Vox en España. Según el CELS, Milei está llevando a cabo “un experimento que propone brutales medidas de austeridad con graves consecuencias sociales, apoyado por el FMI y con un espíritu conservador en materia social, política y cultural”. En este momento Argentina debería mantener una postura libre y neutral en la Geopolítica internacional, para volverse a posicionar internacionalmente.

Hay una tendencia a tolerar el totalitarismo y la acción violenta del Estado y a desacreditar las instituciones democráticas. Es sumamente importante reducir al Estado, pero no odiarlo y negar su función.

Respecto a la coyuntura Parlamentaria la Ley Bases tiene una buena posibilidad de convertirse la primera ley de este gobierno.

En el fenómeno Milei hay muchas controversias en su Gobierno: A medida que el Presidente Javier Milei se acerca a los seis meses en el cargo, es esencial hacer balance de la situación socioeconómica de Argentina. Como prometió, su gobierno ha avanzado en las medidas de austeridad para combatir la inflación. El peso argentino se devaluó un 118 por ciento. Se recortaron ministerios, subsidios estatales a combustibles y transportes, pensiones, jubilaciones y decenas de miles de empleos en la función pública. Se levantaron cientos de normas para “liberar” o desregular la economía. Argentina está aplicando un sistema que transfiere la riqueza pública a los sectores privados y más concentrados de la economía.

Esperemos 7 meses más y dejemos gobernar a este Gobierno. Los mismos liberales clásicos lo apoyamos, diferenciandonos de muchas decisiones. Pero hay que esperar y observar!