Julio Argentino Roca, ¿un liberal a ultranza

Al comenzar la década de 1880, se inicia una nueva etapa en la historia del país. Son los años en que se producen profundos cambios en toda América Latina, impulsados en forma directa por la acción expansiva de los capitales europeos y norteamericanos.

Mientras en el orden externo, el país se integraba al orden económico mundial como abastecedor de bienes primarios, hacia el interior, se consolidaba un orden político nacional marcadamente conservador.

Fue el general Julio Argentino Roca la cabeza de este proceso de concentración del poder en un estado nacional reconocido por todas las provincias. Si bien en reiteradas oportunidades Roca expuso su adhesión a la tradición liberal del pensamiento económico, hizo del estado un actor clave en la vida política, social, económica y cultural del país. La frase seleccionada muestra a un Roca abiertamente partidario del fortalecimiento del estado.

Tucumano, nacido en 1843, de familia unitaria primero, urquicista después, militar de carrera, denominado el «zorro», presidente de la república en dos oportunidades, Roca manejó los hilos de la política oligárquica durante treinta años. Falleció el 19 de octubre de 1914.

Hacía mucho tiempo que los presidentes de nuestro país no recurrían a la Historia para encontrar ideales revolucionarios positivos que permitan servir de brújula y espejo a su gestión. Entiendo que el “Kirchnerismo” poco tenía que contar de Cámpora, no comprendieron cabalmente el Peronismo o simplemente se pensó que por ser Nacional y Popular, la historia empezó con Néstor.


El caso del presidente actual es diferente: recurre permanentemente a la “ciencia del pasado” convencido de “la gloriosa época de la Argentina Liberal, cuando éramos la principal potencia del mundo”.
Javier Milei cita permanentemente la figura de Julio Argentino Roca como “el mejor Presidente de la historia argentina” y no regatea elogios apologéticos hacia su persona y su época. La pregunta es saber qué imagen le devuelve el espejo cuando se mira en Roca, figura polémica si las hay. Imágenes aisladas, fragmentadas y discutibles sin lugar a dudas, pero de alguna manera algo que puede ser coherente en su imaginario: Argentina grande y poderosa, respetada, integrada, soberana, afianzada, desarrollada, potencia, granero del mundo y liberal a ultranza. De todo esto se encargaron de elogiar o refutar los más insignes representantes de las corrientes historiográficas que atraviesan transversalmente nuestra historia: liberales y revisionistas, por lo cual el objetivo de este artículo es otro: 
¿Fue en su gestión, Julio Argentino Roca (1880/1886- 1898/1904), el liberal a ultranza que sugiere el presidente y no pocos autodidactas? 
Sostengo la tesis que no es ideológica, azarosa, antojadiza ni caprichosa, sino más bien producto de la investigación y el análisis, que decididamente “El Zorro” (cómo lo bautizó probablemente Avellaneda por su astucia) es de tendencia proteccionista con severos cuestionamientos al liberalismo económico. 
El esfuerzo de síntesis que se requiere hace que tenga que enumerar algunas de las  cuestiones que fundamentan esta  afirmación, obviamente sin agotarlas:

a. Suponer que Roca era liberal porque vivió los “mejores años del liberalismo económico mundial” es como mínimo inexacto o al menos reduccionista: Gran Bretaña, pese a su prédica, se incorpora tardíamente con la abolición de las leyes proteccionistas de granos en 1846. No es esta la mejor época, en 1873 explota la primera gran crisis del capitalismo liberal que va a perdurar hasta casi entrado el siglo XX. Los países reaccionan contra las tradicionales prédicas de Smith, Ricardo, John Stuart Mill, etc.

“He abrigado siempre una gran simpatía hacia Inglaterra. La República Argentina, que será algún día una gran nación, no olvidará jamás que el estado de progreso y prosperidad en que se encuentra en estos momentos, se debe en gran parte al capital inglés.”

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