estibadores

Una práctica nociva que se ha repetido a lo largo de los últimos años en la localidad portuaria vuelve a poner en jaque al principal centro de actividad de una de las principales terminales marítimas de Santa Cruz.
Otra vez, el sector de la estiba adoptó una postura intransigente dificultando todo el movimiento portuario y en año por demás difícil por la crisis económica, con seis meses por delante en los que se intentaría “salvar el año” o al menos sostener la actividad, medidas y acciones de un sector hicieron que se pase de la preocupación a la alerta de los sectores productivos de Puerto Deseado. Esto sería una síntesis de lo que los representantes de diversos sectores manifestaron al gobernador Claudio Vidal, en un encuentro que se desarrolló ayer jueves y que cuyos alcances se conocieron en horas del mediodía luego de que se acordara acciones concretas para impedir la caída en términos productivos de Puerto Deseado.

Reunión y pedido

Según se supo, Vidal junto a los ministros de Producción, Gustavo Martínez y de Trabajo, Julio Gutiérrez; a los que luego se sumó la directora de la Unidad Ejecutora Portuaria de Santa Cruz (UN.E.PO.S.C.), Selsa Hernández; recibieron a representantes de la Cámara Argentina Patagónica de Industrias Pesqueras (CAPIP) y de la Cámara de Armadores de Pesqueros y Congeladores de la Argentina (CAPeCA), además de integrantes de Asociaciones de Estibadores.
Durante el encuentro los referentes de los distintos sectores plantearon la “extrema preocupación que se generó en los últimos días por la baja en la operatividad del puerto de Puerto Deseado, dado que el mismo representa una importante fuente de trabajo e ingresos para la localidad y la provincia”, indicaron fuentes que participaron de la reunión.
Pero si bien el tema de la baja de la actividad y el impacto en la economía local fue uno de los ejes analizados; tal vez la mayor inquietud proviene de una situación inusual: la aparición de grupos “radicalizados” estibadores que están generando inconvenientes en el normal desarrollo de las actividades portuarias; llegando a situaciones de extrema tensión.
En tal sentido, se habría pedido al gobernador y a los ministros de las áreas correspondientes que analicen y tomen medidas para evitar una escalada en la actitud conflictiva del sector díscolo.
Además, solicitaron que se generan las condiciones para “el cese de este accionar que lo único que hace es entorpecer y ocasionar daños en un lugar que representa trabajo e ingresos para cientos de familias” de Puerto Deseado.
Puntualmente se supo que pidieron que “las autoridades tomen cartas en el asunto porque consideran avasallante la conducta puesta de manifiesto por un grupo minúsculo de estibadores comandados por Alejandro Blatt, al cual señalan como el responsable de las irregularidades que se generaron en los últimos días, cuyas consecuencias fueron entre otras, el incremento de los costos operativos”.

Impacto negativo

El conflicto planteado por el sector que encabeza Blatt genera un desacople en todas las actividades portuarias de la localidad, pero principalmente afecta a los “armadores” del sector pesquero que sufren hostigamiento y trabas en su labor.
Una de las fuentes del encuentro precisó: “los armadores no pueden bajar los barcos por el aumento de precio de la estiba. Además, se registraron robos y hubo ciertas medidas extorsivas que lo único que hacen es entorpecer el trabajo y el funcionamiento de un lugar que representa ingresos y sustento para muchas familias”, detallaron.
El conflicto generado y cuyo origen genera muchas suspicacias, está afectando directamente la competitividad de la terminal marítima y no solo eso, sino que la pondría en riesgo de parálisis.
Puntualmente, durante el encuentro con el gobernador y sus ministros, los representantes de los sectores productivos revelaron que “actualmente el puerto de Deseado no puede competir con el puerto de Madryn, principalmente por los costos y porque en el mismo se demoran como seis días para bajar las cargas, mientras que en el otro se hace en un día y medio. Es muy difícil sostener esta situación sobre todo por cuando se ve la cantidad de barcos que llegan a un puerto y no al nuestro. Este grupo de gente que mal obra en el puerto no se da cuenta del daño y perjuicio que genera a la producción y a la gente que vive de la misma”, enfatizaron.
Si bien la situación está lejos de tener una fácil resolución teniendo en cuenta la actitud tomada por el sector de la estiba que hasta el momento rechaza el dialogo, desde el gobierno se dejó en claro que no se dejará solos a los sectores productivos y que se buscarían las vías para priorizar y apuntalar la actividad de mayor impacto económico de esa localidad portuaria.