El periodo de formación del Estado argentino inicia en 1810, luego de la Revolución de Mayo, tiene su hito en 1853 con la sanción de la Constitución Nacional y se consolida hacia finales del siglo XIX.
El 21 de septiembre de 1880 fue aprobada la Ley 1029, por la cual se declaraba a Buenos Aires capital de la República y se la ponía bajo control federal directo. Las autoridades provinciales pasaban a ser “huéspedes” hasta que decidieran la locación de la nueva capital provincial.
De hecho, las lanas dominaron el escenario exportador en las décadas de 1870 y 1880; y aunque más tarde fueron perdiendo peso relativo, el volumen exportado se duplicó entre fines del siglo XIX y los años previos a la Gran Guerra.
Milei y su política hoy
Javier Milei: éxitos en política fiscal, pero más pobreza
El presidente de Argentina, Javier Milei, lleva poco más de tres meses en el cargo y sus medidas han causado un gran revuelo. Tras cien días al frente del país, sus resultados son desiguales.
En una economía ordenada que respalda y respalda en un entorno de seguridad jurídica, la inversión de capitales es esencial. No será posible que nuestra economía no garantice que el capital y las ganancias estén representados en una moneda sin depreciaciones, lo cual mantenga su valor. Esto requiere un tiempo, mucho más del que podemos contar, es preciso incrementar nuestras riquezas, especialmente las que puedan acercarnos a la recuperación. Es evidente la relevancia del factor tiempo, tanto en la solución como en el trayecto a seguir, lo cual inquietó tanto los días perdidos debido a un Congreso que no estuvo a la altura de la grave situación.
El régimen político institucional argentino es muy complejo porque combina en su Constitución un sistema presidencialista, federalismo, bicameralismo real (ambas cámaras parlamentarias tienen un poder similar) y elección presidencial en dos vueltas. Además, debemos sumar que las dos cámaras nacionales, el Senado y Diputados, se renuevan parcialmente cada dos años y que existe un marcado federalismo electoral por el cual los gobiernos provinciales tienen amplia libertad para separar sus elecciones de las nacionales.
Toda esta complejidad del diseño institucional hace que se dificulten los cambios y se privilegie el statu quo, más aún por ser baja la magnitud de la mayoría de los distritos legislativos -se elige un número reducido de legisladores-. El ejemplo más evidente de los obstáculos que enfrentan los cambios electorales abruptos es la situación actual: Javier Milei asume la Presidencia después de imponerse en el balotaje con casi 56% de los votos y su partido tendrá solo 38 diputados de 257 y 7 senadores sobre 72. A su vez, el oficialismo no contará con gobernaciones ni intendencias (alcaldías).
La incredulidad, sin lugar a dudas, radica en que la presión de la necesidad económica, cada vez más asfixiante, y la social, cada vez más perturbadora, impulsen a establecer un entorno que se conozca en el exterior y se haga sentir en contra de los intereses nacionales, dificultando la acción del Gobierno. Se requiere prolongar el período de tiempo requerido por todo el gobierno para que la población comprenda, aunque sea en parte, los beneficios y resultados de las acciones emprendidas. Si se consigue, se mantendrá la confianza en la posición y la capacidad de quien dirige. La orden, la ley y el Gobierno debidamente establecido, estarán protegidos, dado que el enorme argumento de la urgencia de la carestía sin corrección, de la constante subida de precios, dejará de ser una realidad amenazante.
Dentro de la Ley Bases, se eliminarán todos los obstáculos que obstaculizan las soluciones económicas que el país necesita, la mayoría de los ciudadanos respaldan porque desean incrementar su nivel de vida y tienen en cuenta que solo se logrará mediante la expansión económica. Nos agrada comunicar en breves medidas concretas, el tiempo transcurre.
Se está integrando el Estado dejando de involucrarse en el ámbito privado y su capacidad extraordinaria de creación, pero es necesario enfrentar aún políticos y burócratas que incitan sistemáticamente falsos sentimientos. Javier Milei ha sido un entusiasta con los ciudadanos: quiere enfrentar la batalla mediante la verdad y la lealtad para con los ciudadanos, ante la mentira, el cálculo y la estrategia, armas de las que algunos no desean alejarse. Se utilizó antes a la población como grupo electoral, sin abordar la estructura de sus problemas ni informar con honestidad acerca de las soluciones. El reconocimiento que el Presidente ha depositado en el extranjero y en nuestro país, por cierto con altibajos, como lo ha evidenciado esta semana el dólar y el peligro del país, debería disminuir, teniendo en cuenta que la política del gobierno, corrigiendo algunos errores, nos impulsará hacia adelante.
La política exterior del Presidente pone a prueba los supuestos límites que como resultado de sus extravagancias parecen mucho más flexibles de lo que inicialmente se hubiera esperado.
La mayoría de los comentarios acerca de la falta de ocupación y la recesión no se fundamentan en propuestas efectivas. La política kirchnerista ocasionó grandes deficits, los cuales se financiaron mediante la emisión monetaria, lo cual generó una disminución constante. Se establecieron empresas y negocios desde el Estado y, de esta forma, se generaron empleos, pero no se pudieron mantener, sino a partir de subsidios y protección del Estado, privilegios financiados con la generación de dinero insignificante. Si se siguió esa ruta, se encontraba con una recesión excesiva, el Gobierno, no obstante, se esforzó por detenerla abriendo los grifos que la alimentaban. Esto tuvo como consecuencia que diversas compañías abandonaran la actividad, el saneamiento de la economía tiene costos, surge siempre un desastre, es el que estamos experimentando, no se ha producido aún la reabsorción. En cuanto a Milei y su política, se refiere a los errores cometidos durante muchos años, de los cuales nadie desea asumir responsabilidades.
Tras las medidas que anuncia el Gobierno, las compañías deben examinar sus programas de producción demasiado respaldados, aún, a la ideología autárquica anterior, enfocarse en las posibilidades del Mercado. Argentina debía abandonar los años de una estructura esencialmente socialista con nacionalizaciones, estatismo, burocracia, dirigismo, sindicatos únicos y políticos, controlos, emisión de moneda e inflación de tipo avalancha. No obstante, también se puede apreciar que el país y la opinión pública desean soluciones más rápidas y paliativas a la situación difícil actual: eliminar los impuestos o incrementarlos para las inversiones directas es beneficioso, así como la moratoria para que capitales que se encuentran en el exterior regresen a Argentina sin rendir cuentas ni recibir castigos, pero sin perdonar deudas impositivas y previsionales, sería injusto.
La administración debería tener en cuenta a los estudiantes que acercan algunas correcciones, si nos equivocamos, podemos de nuevo caer en el desierto. La recomendación de personas adecuadas debe ser ignorada, si contribuye a impulsar la excelente decisión de la mayoría de los ciudadanos en Argentina: un sistema liberal de libre mercado, con estabilidad monetaria, que los precios se ajusten al poder adquisitivo disponible, con la producción de bienes en incremento y la recuperación de la situación inestable mediante excedentes en el Tesoro público. No será posible lograr una solución sin un plan de recuperación económica, no se debería malgastar un minuto más, el país ha experimentado más dificultades.
La población ha sido afectada de forma continua, explotada por falsos líderes que logró fundamentar una política realmente suicida en el país. El gobierno ha puesto en marcha el telón, se encuentran ubicando en el escenario los personajes que se encuentran a su lado. El propósito de la campaña debe ser claro: mostrar los actos de corrupción, manipulación y engaño, los cuales están impulsando la mentalidad de muchas personas desempeñadas durante años, beneficiando de intereses inconsolables. La justicia desempeña un papel fundamental en la justicia, debe asumir su responsabilidad, sin excepciones.
La figura del líder Presidente ha sido capaz de atravesar la borda durante años de desastres, es el líder ejecutor de la actualidad política; aunque existen elementos de su personalidad que no agradan, se debería diferenciar este problema de lo que es la gran transformación que desea experimentar. En el entorno llano, es sencillo creer en panaceas. Será fundamental respaldarle en su lucha decisiva por la libertad y el sistema civilizado de vida en el que se encuentra atrapado: la libertad es inalterable, no podemos ser liberales en política y socialistas en economía. Desearía que la capacidad para llevarlo a cabo impulsara a una sociedad enferma y dolorida, así como que el plan económico no interferiera en obstáculos en la marcha de Argentina, ni se generaran efectos políticos perturbadores contra el plan de libertad económica, respeto por la propiedad privada y la eliminación del Estado como socio de los empleados.
Javier Milei tras firmar el Pacto de Mayo: «No puedo prometer que no haya problemas, pero vamos a vivir en un país sin inflación»
El presidente brindó un discurso en el que apuntó contra los gobernadores ausentes a los que acusó de no querer «ceder privilegios» y lanzó: «Se terminó el chamanismo económico»
sus privilegios».
«La constitución de 1853 nos dio la época dorada. Fue la erupción de Argentina como un volcán desde las profundidades del abismo hasta la altura de los cielos. Hoy esa Argentina parece un sueño lejano después de un siglo de miseria», comenzó.
«Nosotros no miramos para atrás ni mantenemos rencores, lo único que tiene que hacer la política es llevar las ideas a la realidad», expresó Milei por cadena nacional.
“Quiero agradecerle a todos los presentes por haberse congregado aquí, hoy nos reunimos para renovar nuestros votos patrióticos. Agradecer a diputados y senadores de distintos partidos. A pesar de haber estado enfrentados, tienen la generosidad de concurrir a este llamado que les hace el pueblo argentino, el que les exigió a la dirigencia política un cambio de dirección».”, dijo y agregó: “Creemos que el desafío que enfrenta la Argentina es demasiado grande”.
Javier Milei apuntó a los gobernadores ausentes: «No quieren ceder los privilegios»
«Nosotros no miramos para atrás, no perseguimos al adversario por pensar distinto. No obstante, hay muchos dirigentes políticos, sociales y sindicales que no están aquí. En algunos casos porque sus anteojeras ideológicas los hacen desconocer la raíz del fracaso, en otros por miedo o vergüenza de haber persistido en el error durante tanto tiempo. Y en muchos casos por no querer ceder los privilegios que el viejo orden les brindaba. Ellos son adictos al sistema por sus intereses personales, progresan a costa que al conjunto de los argentinos les vaya peor», argumentó apuntando contra los gobernadores ausentes.