El presidente viaja este miércoles luego de la polémica con Francia. Retornará el sábado para estar presente en La Rural, donde se cruzará con Villarruel.
El presidente Javier Milei viajará este miércoles hacia Francia, para estar presente en la inauguración de los Juegos Olímpicos de París y mantener una reunión bilateral con su par, Emmanuel Macron. El encuentro entre Milei y Macron se dará días después de que la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei, se reuniera con el embajador francés, Romain Nadal, para disculparse por el posteo de la vicepresidenta, Victoria Villarruel, que clasificó como “país colonialista” a Francia.
Se espera que al bilateral sea el viernes en el Palacio del Elíseo, la primera de Milei con un presidente europeo. El libertario tenia planeado un encuentro con su par francés en junio, que fue cancelado por una reprogramación de agenda. Poco tiempo después se cruzaron en la cumbre del G7, en Italia, y finalmente llegó la invitación para este viaje, con el motivo de la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos.
Es el viaje número 12 del presidente Milei desde que desembarcó en la Casa Rosada. Viajará con su hermana Karina y en París los estará esperando Daniel Scioli, el secretario de Ambiente, Turismo y Deporte de la Nación. Este último fue invitado por la organización de los Juegos y viajó el martes por la noche hacia la ciudad de las luces.
Por ahora no hay un encuentro confirmado con la líder de Agrupación Nacional, Marine Le Pen, quien obtuvo un triunfo en la primera vuelta de las elecciones legislativas y luego quedó en tercer puesto. Tanto Milei como Marine Le Pen participaron de Europa Viva 24 en España, un evento organizado por el partido Vox, también de derecha.
Milei retornará el próximo sábado a la Argentina, para estar presente el domingo en la inauguración de La Rural, en donde se verá con la vicepresidenta Villarruel, con quien no habla desde que ocurrió el episodio con Francia.
Marine Le Pen abandonó su asiento en el Viva24 en pleno discurso de Javier Milei
Javier Milei generó controversia al enfrentar sus ideas liberales con las posturas estatistas de LePen, que estaba muy incómoda durante su discurso
La presencia Javier Milei en la convención de Vox Viva24 el pasado 18 de mayo ha generado un amplio debate en el ámbito liberal. Que un presidente que se define como liberal libertario comparta escenario con destacados representantes de partidos conservadores como Marine Le Pen no ha estado exento de polémica por la incoherencia y las dudas sobre el propósito de su participación.
Así, la visita del presidente argentino ha sido vista con escepticismo por diversos sectores liberales, dado que la mayoría de los invitados al evento tienen ideas estatistas y colectivistas que chocan frontalmente con las de Milei.
Durante una entrevista con Héctor Chamizo, el economista liberal Juan Ramón Rallo se pronunció al respecto. Y es que, un día antes del Viva24, el propio Rallo le preguntó a Milei por los motivos que le llevaban a participar en un acto donde se iban a publicitar unas ideas tan dispares a las liberales.
Según Milei, su principal objetivo en el acto de Vox era mostrar su apoyo a su amigo Santiago Abascal. En propias palabras de Milei: “uno tiene que ser una persona que tenga gratitud y ser agradecida. Cuando yo era un ser despreciable, que nadie quería, digamos, el único que me abrazó fue Santiago Abascal”. Milei también quiso tener unas palabras para aquellos que dudaban de la decisión de participar en este acto: “en lugar de estar tan preocupados por las diferencias que podemos tener en este lado de la vida, no dejemos que el lado oscuro, negro, satánico, atroz, espantoso, cancerígeno que es socialismo, nos gane”.
Sin embargo, esta justificación no ha sido suficiente para apaciguar el debate entre los liberales, quienes discuten, si Milei debió haber dejado más clara su postura durante la convención o si directamente no debió haber asistido.
Aun así, el discurso de Milei en el acto de Vox estuvo cargado de sus habituales críticas al estatismo y al colectivismo, lo que generó una notable incomodidad en Marine Le Pen. Desde el inicio de la intervención de Milei, Le Pen mostró un gesto serio, aplaudiendo lo mínimo posible y visiblemente incómoda. De hecho, en la entrevista con Chamizo, Juan Ramón Rallo cuenta que “Marine Le Pen se levantó a mitad del discurso de Milei y se marchó, y lo hizo como un gesto de agravio hacia Milei”. Rallo afirma que “lo hizo porque no le gustaba en absoluto el discurso”.
Y es que las diferencias entre Le Pen y Milei son profundas tanto en el ámbito económico como en el moral. Mientras Milei aboga por una economía de libre mercado sin intervención estatal, Le Pen defiende políticas proteccionistas y de intervención del estado en la economía. Moralmente, Milei es un libertario que defiende la libertad individual por encima de todo, mientras que Le Pen tiene una postura más conservadora y tradicionalista. Estas diferencias explican por qué Le Pen se sintió atacada y decidió retirarse durante el discurso.
Una vez que Milei concluyó su discurso, Santiago Abascal subió al escenario para cerrar el evento. Curiosamente, Marine Le Pen regresó a su asiento justo a tiempo para escuchar a Abascal, lo que sugiere que su ausencia fue una respuesta directa a las palabras de Milei más que una decisión de abandonar el evento por completo.
Marine Le Pen, más cerca del nacionalismo económico de Perón que del liberalismo extremo de Milei
Milei intentó apropiarse del triunfo de la extrema derecha en Francia y otros países europeos. Las diferencias entre Le Pen y los libertarios.
Javier Milei se subió rápidamente a la victoria de los partidos de derecha europeos en las elecciones del domingo. El Presidente publicó en sus redes sociales una foto de un león con traje en donde sugiere que la buena elección de las distintas expresiones de la derecha europea en Alemania, Francia e Italia, están relacionadas con su discurso en Davos.
“Hace unos meses nos paramos frente al Foro de Davos, principal exponente de la Agenda 2030 y les dijimos que de continuar este rumbo Occidente se encaminaba a su extinción. Los pueblos de Europa han hablado y han revalidado con su voto nuestra visión, a pesar de los llantos de los progresistas locales e internacionales, periodistas y políticos que cuestionaron el nuevo posicionamiento de Argentina para disfrazar sus intenciones globalistas”, afirmó Milei en un largo tuit en el que cuestionó abiertamente a la Unión Europea.
Sin embargo, la vinculación que hace Milei entre su discurso económico de liberalismo extremo y las ideas de los líderes de la derecha europea que ganaron este domingo es problemática. Sobre todo con la gran ganadora de este domingo, la francesa Marine Le Pen, cuya Agrupación Nacional se impuso por 15 puntos a la fuerza del presdiente Macron.
De hecho, en términos de mirada económica, Le Pen está más cerca del nacionalismo económico de Perón que del neoliberalismo extremo de Milei. La líder francesa defiende el proteccionismo y pide más regulación del Estado, posición que comparte con la italiana Giorgia Meloni, que aplicó nuevos impuestos a los bancos.
Ambas enhebran un discurso que combina nacionalismo, estatismo, fuertes restricciones a la migración, un profundo sentir anti-musulmán y una defensa de los valores conservadores de la familia y la vida. Nacionalistas, conservadores y autoritarios. De libertarios, poco y nada.
En ese marco, el periodista e investigador de la Universidad de Gral. Sarmiento (UNGS), Heber Ostroviesky, explica a LPO que “Marine se presenta como una opositora feroz del liberalismo pro globalización de Macron, al que desprecia como hombre de las finanzas. Su principal base de sustento es justamente la Francia desindustrializada, víctima del liberalismo económico y de la ausencia de regulación estatal”.
“Marine Le Pen no es una política antiestado, es una política antiextranjeros o migrantes recientes, que en Francia, con ayuda de los partidos tradicionales, fueron transformados en el chivo expiatorio de los fracasos tanto de la derecha como de la socialdemocracia”, agrega Ostroviesky.
Marine Le Pen se presenta como una opositora feroz del liberalismo pro globalización de Macron, al que desprecia como hombre de las finanzas. Su principal base de sustento es la denuncia de la Francia desindustrializada, víctima del liberalismo económico y de la ausencia de regulación estatal.
El especialista explica que “Marine Le Pen es la heredera de un partido con una larga tradición, el Frente Nacional (hoy rebautizado Agrupación Nacional), fundado por su padre a comienzos de la década del 70 con un claro posicionamiento antisistema, xenófobo y antisemita”, agrega.