El autor de El Loco, el libro de Milei, afirmó que nadie de La Libertad Avanza había considerado este número excepto él.Luego de las elecciones PASO 2023, que confirmaron al líder de La Libertad Avanza como el candidato más votado del país con el 30 por ciento, Juan Luis González, autor del libro El Loco, habló este martes en CNN Radio.En conversación con Pía Shaw en Los Primeros de la Tarde, González explicó: “A Milei lo vengo investigando desde 2021 para una revista y El Loco se hizo antes de que me diera cuenta”.Y dijo que «uno siempre trabaja con la esperanza de que lo que se hace tenga un impacto». Me informaron recientemente de la editorial.

1- Sobre el texto del libro en general 

La siguiente reseña se centra en el trabajo de Investigación desarrollado por Juan Luis González, periodista de la Revista Noticias. González cuenta que la presente investigación comenzó un poco por casualidad: “empecé a seguir a la Nueva derecha, en el arranque del 2021, hago  un perfil de Maslatón para “Anfibia”, y (…) estuve muchos meses laburando de eso, como si te dijera 4 meses y coincide cuando arranca Milei su campaña política y todavía Maslatón dentro del armado de Milei, entonces casi naturalmente, paso de hacer el perfil de Maslatón a empezar a conocer a Milei más adelante agrega a Milei no se lo ve periodísticamente en serio.1

A partir de aquel momento el autor se sumerge y nos sumerge con su libro en la vida privada y pública de Javier Milei. En cuanto a la vida privada, González da cuenta de la relación tormentosa de Milei con sus padres, también de su trayectoria escolar,  de la relación con compañeros del Colegio Copello y de su paso por Chacarita Jrs como jugador de inferiores. Tanto de la época del Copello, como de su paso por Chacarita, data el sobrenombre con el que llamaban al “joven” Javier y que le da nombre al trabajo de González: el “Loco”. El autor detalla también los vínculos íntimos de Milei con su perro Conan y sus 4 clones, sin perder detalle de la comunicación interespecie que “comunica” al perro, ya muerto, con el líder de La Libertad Avanza. 

En cuanto al aspecto público, realiza un seguimiento detallado del surgimiento de Javier Milei desde sus apariciones televisivas y su relación con Eurnekian -dueño de Aeropuertos Argentina 2000 y patrón del otrora candidato a presidente liberal- hasta días antes de haber asumido como diputado en el 2021.También el autor bucea en las diferentes formas de financiamiento que fueron un aspecto central para impulsar la figura de Milei y de La Libertad Avanza. Por otro lado, queda claro en el libro el desplazamiento de los jóvenes “libertarios” que acompañaron a Milei de 2018 a 2021, por el armado de arribistas, en algunos casos ligados a sectores reaccionarios y fascistas, en otras a ex Juntos por el Cambio y hasta el Frente para la Victoria. En definitiva, la “casta” que el “Loco” dice combatir. 

El autor del “Loco” deja bien en claro que la irrupción de Milei no se explica solo por un fenómeno mediático, impulsado por lo que quedó por fuera de la casta, sino que se enmarca en un contexto ceñido por el fracaso de los gobiernos de Macri y Alberto Fernández, en particular, y de Juntos por el Cambio y el Frente de Todos, en general. Por otro lado, el autor del “Loco” destaca la reacción frente a principios y reivindicaciones impulsados por sectores de la izquierda y la centro izquierda, como la lucha por la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), la Educación Sexual Integral (ESI), etc. Esta reacción sería, según el autor, una reacción no a escala local sino que, siguiendo a Stefanoni,2 tendría un correlato en gran parte de Latinoamérica, los EEUU y parte de Europa, donde la llamada “nueva derecha” vendría a disputar sentidos, a enfrentar al llamado “marxismo cultural” y a recoger el guante de la “batalla cultural” planteada por este último. En este último punto nos planteamos debatir si el avance de la “nueva derecha” no se dio en un correlato con experiencias de izquierdas, y hasta qué punto estos avances de la derecha se fundamentan sobre bases sólidas o si expresan en sí un descontento de manera electoral, por lo menos en el caso argentino. 

En la presente reseña nos proponemos centrarnos en el aspecto público del ascenso de Milei, dejando para otra oportunidad los ahora no tan secretos aspectos de su vida privada. 

2- Milei: un producto de la burguesía.

2- 1 Un peón, de un burgués que vive del Estado. 

En el capítulo del libro titulado “Dale una mano a Javier”, el autor da cuenta de cómo Milei llegó, desembarcó y se ancló en los medios de comunicación. En este aspecto, fue crucial la relación de Milei con su patrón Eduardo Eurnekian, dueño de Aeropuertos Argentina 2000, accionista del multimedio América desde que se privatizó en los 90, entre otras empresas, muchas ligadas al espectáculo y la producción de eventos.

Eurnekian le abre la posibilidad a Milei de irrumpir en los Medios de Comunicación, pero según se desprende de lo que señala la investigación llevada adelante por González, más por un “ajuste de cuenta personal” que por otra cosa. Milei, según relata el autor del libro, irrumpe en los medios en el 2017 (antes de la fecha tuvo incursiones sin repercusión). Para el autor del “Loco” lo llamativo es que esta llegada de Javier Milei a los medios se produce luego del éxito electoral de JxC en las legislativas de ese mismo año. Al respecto González se pregunta: ¿Por qué el eje de las críticas de Milei estaba orientado hacia Marcos Peña? El pelotudo de Macri, le dio todo el poder al comunista de Marcos Peña (…)” (Pág. 45). En la investigación, aunque no se diga con estas palabras, tanto Milei como Marcos Peña son los peones de Eurnekian y Mauricio Macri, respectivamente. La relación entre estos popes de la burguesía nacional tiene larga data y, sostiene González, que el empresario de origen armenio tenía gran relación con Francisco Macri. Juntos calificaron al ex presidente como el “boludito” (Pág. 52). En definitiva, el ataque frontal de Milei a Peña y su llegada a los medios estaría relacionada en un ataque del dueño de AA 2000, al entonces presidente Mauricio Macri, quien durante su mandato había enviado varios auditores para investigar la mencionada empresa. En definitiva, la llegada de Milei a los medios está dada por su condición de empleado de Eurnekian,3 para quien trabajaba desde el 2008 y al que no solo ayudó, sino que le facilitó el acceso a la televisión de aire. Cuenta González, que no queda claro por qué Wilobank, propiedad del empresario armenio y dirigida por Guillermo Franco compraba compulsivamente las entradas para los shows que el “libertario” realizaba en los teatros (Pág. 62). En cuanto a Guillermo Franco, también tuvo como empleado a Milei en la Fundación Acordar hasta el 2016, fundación que dirige y que estaba a cargo de Daniel Scioli, dato que, según González, el “Loco” siempre trata de ocultar. No es casualidad que Franco, hombre de Scioli y de Eurnekian y hasta hace poco representante ante el BID del Gobierno de Alberto Fernández, resuene en estos días como un hombre del futuro gabinete de un posible gobierno de Milei (La Nación, 17/10/2023).

Paradójicamente, Milei, el hombre que “ama a los perros” y “odia al Estado”, nunca saca a relucir los negocios que su patrón sostuvo y sostiene del Estado. Milei, el hombre que reniega del Estado, en forma directa a veces y en forma indirecta otras veces, siempre ha vivido de la teta del Estado, que dice odiar. 

2-2 De nazis, cambistas y peronistas

Como aclara González en su libro, con el apoyo solo de Eurnekian no se explica el ascenso de Milei, aunque haya jugado un rol importante, esa explicación o justificación parece quedar corta. Es por ello que el autor indaga sobre quienes le brindaron apoyos políticos, en este aspecto se puede encontrar una interesante ensalada de colores, de ideologías, que distan mucho de estar en favor de “la libertad” y de venir a barrer con la “Casta”.

El autor del “Loco” acierta cuando pone el foco en el negocio de los “sellos políticos”, que se venden al mejor postor y que poco saben de principios e ideales. “Unite fue uno de los tres partidos que conformaron el frente de Milei en 2021” (Pág. 119). Este sello es propiedad de Bocacci, un ex seguidor de Aldo Rico, y miembro de su partido Modin4. Pero Bocacci, según da cuenta González, está mucho más a la derecha, posee imágenes con el libro “Mi Lucha” de Hitler, posee fotos con Alejandro Biondini conocido filonazi (Pág. 117). Entre otras prebendas por el sello, Milei le ofreció al ex seguidor de Aldo Rico el segundo lugar en la lista de legislador porteño, quien, a su vez, como muy bien describe González, le cedió el lugar a Lucía Montenegro cuyo padre tenía relación con otro carapintada, en este caso Seineldín (Pág. 120). Lo que no pudo contar González en su libro por una cuestión de tiempo es que la misma Lucía Montenegro es la legisladora porteña, que junto con la negacionista Victoria Villarruel, llevaron adelante un supuesto homenaje a las “víctimas del terrorismo”. Lo que esconde una reivindicación de los genocidas y represores de la última dictadura militar (Prensa Obrera 4/09/2023).

En definitiva, mucho odio al Estado en teoría, pero en la práctica la “Libertad Avanza”, se vincula a lo más rancio y conservador de la política nacional, mucho odio a la casta, pero se asienta y afianza sobre una de las peores castas, la casta militar. 

Otro sello que favoreció la presentación de Milei, fue el MID, aquella agrupación que fundara Frondizi, también el canje fue por un lugar en la lista, Oscar Zago, ex radical y ex cambista fue el tercero en la lista de legislador porteño: El hombre pasó de proponer el 24 de Marzo de 2012 una declaración en la Legislatura que condenaba “el golpe más sanguinario que viviera Argentina, que se cobró treinta mil vidas”, a abstenerse del repudio a la dictadura en la sesión del 2021, cuando ya era legislador por el partido de Milei, alguien que niega a los treinta mil desaparecidos (Pág. 124). Pero también, Milei, logró un acuerdo con “Unión Celeste y Blanca” liderada por Fabian Loayza, quien se encontraba trabajando para el gobernador Axel Kicillof hasta enero de 2021 (Pág. 169).

González va dando cuenta de cómo tanto cambistas como pejotistas trabajaron para el armado de Milei, los primeros para correr la escena política para la derecha y los segundos, para que Milei, pudiera sacarles votos a los cambiantes. Así desde Tucumán, Manzur colaborando con el pago de micros o los intendentes bonaerense buscando candidatos al “libertario”, fueron una clave para la consolidación de Milei en la escena política (Pág. 172). En este último punto, paradójicamente es Berni5, quien le da la razón a González y a los que venimos denunciando la complicidad del“Frente de Todos” hoy “Unión por la Patria”, en el armado y el sostenimiento de Milei: “‘muchos intendentes’ de Unión por la Patria, ‘le armaron la lista a Milei y le cuidaron la boletas’ en las PASO 

3- Haz lo que yo digo no lo que yo hago

3-1 Salen militantes, entran barrabravas y punteros. 

Como veníamos analizando, quien se presentó ante la sociedad argentina, como un enternecido combatiente de la “casta”, poco a poco, comenzó a rodearse de lo más putrefacto de ella, esto último lo saben mejor que nadie quienes acompañaron a Milei desde el minuto cero. González, da cuenta en varios capítulos, como se fue concretando un desplazamiento sistemático, de los jóvenes “idealistas libertarios”, por un aparato, que como ya mencionamos, reúne a simpatizantes filonazis, ex cambistas y ex pejotistas. En este punto, el autor del “Loco” propone un lugar y tiempo simbólico en “el Luna Park”, que ofició de Bunker de la “Libertad Avanza” en las elecciones legislativas de noviembre del 2021. Como le comentó una fuente al autor: si entendes el Luna Park entendes todo (Pág. 18). Dicho evento, ya no estaba a cargo del Partido libertario, sino de punteros políticos que provenían del peronismo bonaerense como Jorge Cusanelli. González comenta, que fue Cusanelli, quien “decidió que ningún distintivo del Partido Libertario entrará en el lugar (Pág. 14), es decir, que quienes siguieron a Milei y al Partido Libertario desde un comienzo, fueron impedidos de festejar lo que era en términos electorales un triunfo, es que, a partir de ese momento, fueron reemplazados y desplazados. Cusanelli, no solo manejo la seguridad del Luna, sino que se ganó ese lugar por ser otro aportante de sellos, en este caso “Todos por Buenos Aires”, financiar las “clases abiertas” que Milei daba en Parque Centenario y por último repartir viáticos ($50.000, como el que le brindó a Lemoine). (Pág. 16). En definitiva, quien vino a señalar los métodos punteros de lo más rancio de la política, habría realizado un curso acelerado con lo más rancio de la política bonaerense.

Pero González en su investigación va más allá, no sólo da cuenta de que los métodos punteriles viven y conviven en el armado de la “Libertad Avanza”, sino también tiene relaciones cercanas a barrabravas.

Volviendo al Luna Park, cuenta la investigación, que en la “Libertad Avanza” o alguien de dicho espacio, contrató a la empresa JLYS SRL para realizar el contrato del alquiler del microestadio, por un valor de $ 453.750. La cifra declarada, según González, era diecisiete veces menos que lo que en realidad valía el alquiler que para ese entonces se encontraba en ocho millones de pesos. (Pág. 25). Pero no todo termina en las dudas sobre el alquiler y el financiamiento del evento, sino que la empresa JLYS SRL, era propiedad de Sebastian Romero, quien como documenta la investigación, era gran amigo de los hermanos Schenkler, parte de los “borrachos del tablón”. Quienes fueron condenados: Alan, fue a prisión por el asesinato de Gonzalo Acro, acusado y condenado por un asesinato que tuvo lugar en el 2001 en la Villa Borges, cerca de Munro. Según cuenta en la investigación y se puede realizar un seguimiento desde los medios del momento, Alan Schenkler asesino a Alfredo Sanzi, alias “El gordo Popo”. El crimen fue motivo de venganza, puesto que Sanzi, días atrás de ser asesinado habría sido quien le robo al hermano de Alan, William, y lo hirió con un arma de fuego. William se encontraba con Lombardi en ese momento, por lo tanto, era el único que sabía quién le había disparado al menos de los Schenkler y quien se supone le indico y acompañó a Alan para ejecutar la venganza6.

De a poco y sin que nadie lo notara, dice González, los jóvenes libertarios ya no tenían espacio en el entorno y en el armado del líder “libertario”. Así el Partido libertario de Tucumán, perdió lugar y fue desplazado cuando los que dicen combatir a la “casta” llegaron a un acuerdo con el hijo del genocida Bussi. Rebeca Fleitas, una de las primeras legisladoras fue separada de la “Libertad Avanza”. Carlos Malastón, quien fue el presentador en el Luna Park, también fue perdiendo terreno y denunciando el armado que ahora solo se queda en 3 personas: Milei, su hermana Karina y Carlos Kikuchi (ex asesor de Cavallo).

https://archive.org/details/gonzalez-juan-luis-el-loco-javier-milei-2023-planeta/page/n29/mode/2up

3-2 ¿En defensa de la propiedad privada? 

Milei y gran parte de sus seguidores han puesto al orden del día la defensa de la propiedad privada y la meritocracia: dos postulados centrales del capitalismo, que no son novedosos. En este aspecto, la investigación de González, pone en cuestión la “superioridad moral” que el líder libertario sostiene tener. En el libro el “Loco” posee un capítulo con un título muy sugestivo: “El rincón del vago”. Este capítulo da más muestra de que Milei quien se presentó ante la sociedad argentina como una autoridad en materia económica, esbozando una supuesta trayectoria académica, no hizo más que plagiar estas páginas enteras. Entre los autores plagiados por Milei se encuentran sus referentes económicos y políticos Murray Rothbard, Frederik Hayek, Ludwing Von Mises (Pág. 152). La lista no termina allí, también al mexicano Salvador Galindo Uribarri (quien le inició una demanda) para su libro Padenómics (Pág. 153), y también el español y físico Antonio Guirao Piñeira se encuentra entre las víctimas (Pag.154). Como demuestra la investigación de González,en el líder de la “Libertad Avanza”, la defensa por el “mérito” y la “propiedad intelectual” no aparecen como el defensor que esgrime ser, sobre todo cuando son ajenos. En este punto, González acierta cuando menciona que todas las denuncias por plagio no tuvieron la repercusión que debería haber tenido, una vez más, la protección mediática, salió al rescate de Milei. 

Para el líder de la Libertad Avanza, sostiene González, las acusaciones de plagio indignan a Milei pero no porque no lo haya realizado, sino porque la propiedad intelectual no existe para un libertario anárquico como él, y todos los escritores se basan en trabajos previos, por lo cual es totalmente lícito usar lo que ha sido publicado” (Pág. 151) . Parecería ser que, dentro de Milei, tiene lugar una lucha constante entre el capitalista y el anarquista, cuando le conviene vence el primero y cuando no prevalece el segundo. Milei mismo nos brinda la inconsistencia de su definición de anarcocapitalista, cómo combinar en sí, la afirmación y la negación de la propiedad privada.  

4-.La irrupción de Milei y el ¿avance de la derecha?

Electoralmente la derecha ha tenido un salto, que se ratifica posteriormente a la publicación del libro de González. Javier Milei, se convirtió en el candidato más votado de las PASO 2023 y con muchas posibilidades de convertirse en presidente. González como ya vimos indaga en varios aspectos, que van del apoyo económico, el armado punteril, la facilidad para acceder a los medios de comunicación y tampoco escapa a la descomposición social y al descontento que se manifiesta en el país. 

Así como el Luna Park es la fecha simbólica para marcar el cambio de rumbo en el armado de la “Libertad Avanza”, en lo social esta fecha estaría marcada por la pandemia. El mal manejo comunicacional, la falta de recursos y el “exceso” temporal de encierro marcaron o provocaron, según el autor del “Loco”, una “rebeldía” que fue encabezada por gran parte de la derecha. González sigue a Natanson de Le Monde Diplomatique, quien sostiene que en un “punto la pandemia rompió la sociedad, rompió lazos, matrimonios, vínculos, amistades” (Pág. 183). Esto explicaría en parte el avance de la derecha. González también le suma la crisis económica y social, el descontento ante las variables que gobernaron como Juntos por el Cambio y el Frente para la Victoria. Otro factor que el autor pone de relevancia es que la “nueva derecha” puso en agenda “la batalla cultural”, que hasta ese momento parecía estar “ganando” los sectores progresistas o de izquierda, marcados por el avance del feminismo, la ESI, etc. Es así entonces que la “nueva derecha” sumaría a sectores más conservadores. González suma un factor más, la hipótesis que está muy en boga en la actualidad7, sobre un “nuevo modo de producción”: alejados de los tiempos en los que “trabajo” significaba un lugar en una fábrica, donde los obreros se veían entre sí y compartían sus días, sus sueños y sus quejas, hoy muchas personas trabajan ‘solas’”. Por otra parte, González sigue el análisis de Stefanoni, quien en su libro ¿La rebeldía se volvió de derecha? afirma que pareciera que la derecha vendría a revolucionar, la izquierda a mantener los privilegios vigentes” (Pág. 198). Claro está que ni González, ni Stefanoni, aclaran en este punto cuales serían las características de esa izquierda que conservará el statu quo. Muchos de estos factores han influenciado seguramente en el avance electoral de la derecha, pero vale que nos preguntemos ¿El avance de la derecha se materializa más allá del plano electoral? Sobre este punto, volveremos en las conclusiones. 

Sí merece un párrafo aparte la falta de caracterización de esa “izquierda conservadora”, no puede ser pasada por alto. En parte son los mismos sectores que plantearon desde los diferentes nacionalismos burgueses de Latinoamérica, quienes rescataron el término “batalla cultural”  en “clave gramsciana”. En principio estos sectores progresistas no han planteado la “batalla cultural” desde una perspectiva de clase y como correlato, no se plantean un programa de superación del capital8. En este punto tanto González como Stefanoni, tendrían razón: esos sectores se han vuelto conservadores, de un statu quo, que tiene su expresión más significativa en la subordinación “al mal menor”. Por otra parte, tanto desde una visión progresista, como reaccionaria, el debate sobre la “batalla cultural” termina siendo en gran parte en el plano discursivo y una forma de evadir los debates en torno a la crisis sistémica del capital, factor que se le pasa por alto a los autores a la hora de caracterizar a esa izquierda progresista.

En definitiva, cada uno de los puntos señalados por González, lo llevan a la conclusión que la “nueva derecha” estaría caracterizada por una variedad de posiciones que irían de las más conservadoras y fascistas, hasta las más liberales y promercado. 

5- Algunas conclusiones

En principio el primer análisis que arroja la lectura del “Loco” es que Milei, no es más que un producto de la burguesía, desde su llegada a los medios, su sustento económico, sus arreglos y la colaboración de los mismos partidos del régimen, su acercamiento a la “casta”. Si uno analiza en profundidad el texto de González, estaría más cerca de pensar que Milei es un producto del régimen burgués, que de ser un “político disruptivo”. Que su inestabilidad emocional lo convierta en disruptivo es otro tema. 

En otro punto, el libro nos brinda un detallado contraste entre lo que Milei dice ser y lo que es, entre lo cercano que está a la “casta” y de sus turbios negociados y armadores políticos.

Tanto el “Loco”, como también el libro de Stefanoni ¿La rebeldía se volvió de derecha? (mencionamos este libro, porque González, lo nombra como un referente a la hora de elaborar su investigación) son de mucho valor para comprender cómo piensan, se mueven y diversifican las derechas; pero al centrarse en el análisis de las derechas y no decimos  con esto que esté mal este análisis (porque en definitiva es el objeto de estudio de dichas investigaciones), deja siempre la impresión de que efectivamente estamos en presencia de una derechización de la población tanto en Argentina, como en el resto del mundo. Lo dicho se da, porque por fuera quedan las experiencias cercanas a la izquierda: las rebeliones que enfrentaron posiciones como la de Milei y que un posible gobierno del “libertario” deberá enfrentar, el retroceso observado en EEUU y Brasil con el descrédito de Trump y Bolsonaro entre otros ejemplos. En este punto nos gustaría retomar la pregunta que nos hacíamos más arriba, ¿El avance de la derecha se materializa más allá del plano electoral? La conclusión a la que llega Gonzálezes en parte es ambigua, porque por un lado, sostiene que “Entendemos a Milei como la expresión más descarnada y salvaje de la bronca” (Pág. 235) y por otro lado afirma que el fenómeno Milei se transformó en “(…)ese fantasma que recorre el mundo y que llegó a Argentina con la suficiente fuerza como para instalarse en sus  24 provincias y para empezar a crear dirigentes militantes y partidos”. Si por un lado, Milei es expresión de la bronca, su electorado no estaría reivindicando sus políticas de derecha, puesto que es una mera expresión de la bronca; pero,si no es solo bronca, entonces verdaderamente se tendría la fuerza para crear un partido y  a sus dirigentes, que hasta el momento no lo ha conseguido, por eso recurre como bien documenta González a la casta y a los punteros del PJ y JxC. Sus militantes, los cuales tampoco parecen ser tan numerosos, teniendo en cuenta que una semana antes de las PASO no llenaron el Movistar Arena o como se ve en su recorrido por los partidos bonaerense, donde sus caravanas no son ni masivas ni numerosas (y estas se llevan a cabo luego de su triunfo en las PASO). 

Por el momento podríamos afirmar que Milei está más cerca de un efecto bronca de gran parte de la población que de una derechización de la población argentina. Pero también evidencia un impasse en la evolución de la conciencia política de las masas, una confusión política de las mismas. Habrá que luchar políticamente y seguir su evolución, no descartando que pueda llegar a ser negativa y la población se derechice, como también, desilusionarse de una serie de promesas tales como la dolarización, la educación vouchers, la eliminación del BCRA, la legislación sobre el derecho a la interrupción del embarazo, etc. que comienzan a estar en duda dentro del mismo círculo del “libertario” y  seguramente contarán con una resistencia como se vio en Jujuy o en el acto de reivindicación a la última dictadura militar en la legislatura porteña. 

¿Por qué se asocia a Milei con el nazismo?

A pesar de su alineamiento con Israel y su estudio de la Torá, múltiples analistas coinciden en asociar a Milei con, al menos, una estética del nazismo. El carácter polisémico y contradictorio de este fenómeno.

La comparación entre el nazismo y Javier Milei, algo reiterado en los análisis
La comparación entre el nazismo y Javier Milei, algo reiterado en los análisis | Wikipedia / N

“Vamos a tratar de explicar por qué se asocia a Javier Milei con el nazismo a pesar de que el propio Milei admira a Israel y tiene a un rabino marroquí de guía espiritual”, afirmó Jorge Fontevecchia en la apertura de Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9) del lunes 28 de agosto de 2023.

Ese fin de semana, dos columnas coincidieron en la asociación de Milei con el nazismo. En la columna de Gustavo González se puede leer:

«Peter Fritzsche, historiador y estudioso de fenómenos políticos internacionales, en su libro De alemanes a nazis, muestra cómo la combinación de distintos factores va modificando poco a poco el comportamiento de una sociedad. La alimentación del odio hacia el otro durante años, el síndrome de autoflagelación colectiva, la crisis económica, la decadencia de los partidos tradicionales y, al final, el surgimiento de un salvador de gestos y oratoria espectacular y agresiva que corporiza la necesidad de destruir un sistema y la esperanza de construir otro distinto que traerá gloria y progreso»

“En relación al desarrollo de Milei, Fritzsche planteó: ‘No encontré votantes pasivos, atemorizados o angustiados, llevados de un partido a otro por las circunstancias económicas. Encontré una insurrección juvenil y enérgica que resiste a la izquierda, pero rehúsa también la condescendencia frente a las elites tradicionales’.

El mismo día, sin que tuvieran ningún contacto, se publicó una columna de Beatriz Sarlo en la que se cita al novelista alemán Hermann Broch:

“‘Las masas se encuentran en un estado que todavía no alcanza al pánico declarado, que puede ser llamado como de prepánico, pero donde todos los elementos del pánico, como minimizar el juicio racional, la completa indiferencia respecto de los valores de la vida, la complacencia frente a las órdenes de un führer, ya se distinguen claramente. Es un estado que conviene a toda revolución, la que triunfa y la que es derrotada’. Así escribía Hermann Broch, a quien, como a cientos de miles, le tocó una época amenazadora y desordenada. Una diferencia que no debe pasarse por alto: Broch fue un grande, un pensador complejo y sutil frente a las situaciones más difíciles”.

El estilo de Milei

En el último mes, otros artículos coincidieron en la comparación entre Milei y el nazismo. Varias fueron publicadas en Perfil, pero no es un fenómeno exclusivo de nuestras publicaciones.

Jaime Durán Barba escribió una columna titulada “El huevo de la serpiente”, en la que afirma que “los países en los que se implantó la democracia son los que más han progresado en términos económicos, científicos y culturales. Son también aquellos en los que surgieron y se desarrollaron algunos valores generalmente aceptados en la sociedad contemporánea: los derechos de las mujeres, el respeto a las diversas razas y culturas, a la diversidad sexual, la defensa de la vida, del medio ambiente. Hay sin embargo, muchos países autoritarios en los que no existe una democracia real, y siguen vigentes los valores del pasado”. 

Durán Barba continúa explicando de qué manera, dentro de las democracias, se desarrollan estos “huevos de la serpiente”.

Seduciendo al capital

Casualmente, el título de la contratapa del lunes 14 de agosto, al otro día de las elecciones fue, “El huevo de la serpiente”.

El título remite a la película de Ingmar Bergman estrenada en 1977. En un momento del film, ambientado durante la crisis luego de la primera guerra mundial y el ascenso de Hitler al poder en los comienzos de la década del ‘30, un científico nazi le explica a un joven aprendiz el significado de la lucha del Nacional Socialismo mientras observan, en una proyección, imágenes del pueblo alemán: “Mira esa gente, son incapaces de hacer una revolución, están demasiado humillados, están derrotados. Pero dentro de diez años, los que ahora tienen diez tendrán veinte, los que ahora tienen quince tendrán veinticinco. Al odio heredado de sus padres sumarán su propio idealismo. Alguien surgirá que plasme sus sentimientos en palabras, alguien les prometerá un futuro, alguien les planteará exigencias, les hablará de grandeza y sacrificio. Sólo entonces habrá una revolución y nuestro mundo se derrumbará entre sangre y fuego”.

Momento de outsiders

“La vieja sociedad se basaba en ideas enormemente románticas acerca de la bondad del hombre, era todo muy complicado, las ideas no respondían a la realidad. La nueva sociedad se basará en una valoración realista del hombre, de su potencial y de sus limitaciones”, prosigue el diálogo del personaje nazi del film.

El discurso de Javier Milei

“Estamos frente al fin del modelo de la casta, ese modelo basado en esa atrocidad que dice que ‘donde hay una necesidad nace un derecho’, pero se olvida que ese derecho alguien lo tiene que pagar. Cuya máxima expresión es esa aberración llamada la justicia social que es injusta, porque implica un trato desigual ante la ley, pero además está precedida de un robo”, las palabras eran pronunciadas por el candidato de La Libertad Avanza el domingo de la elección en su discurso tras conocerse los resultados de la elección.

El huevo de la serpiente | Perfil

Algunos días antes, en el cierre de campaña, Javier Milei afirmaba: “El domingo que viene tenemos la oportunidad de que ese grito del 2001, el famoso ‘que se vayan todos’, se convierta en una realidad, y volvamos a abrazar las ideas de la libertad”.

En ocasión del festival Viva 22, organizado por el partido de ultraderecha Vox en Madrid, Milei arengaba al público: “Cada vez que aparece la garra del Estado en lo que funcionaba bien, luego empieza a funcionar mal, y eso demanda más intervención, y demanda más Estado y genera peor funcionamiento, y así sucesivamente. Va creciendo el socialismo y nos van robando la libertad. Quiero dejar el mensaje de que esto no es para tibios, acá no valen las soluciones intermedias, porque son funcionales a más socialismo, son funcionales al comunismo“.

A 90 años de la llegada de Hitler al poder: un ascenso legítimo para el monstruo del siglo | Perfil

Casualmente, la amenaza del comunismo era lo que empujaba a los nacionalsocialistas en Alemania y en Italia. Obviamente, no es comparable la situación histórica, pero existen puntos de comparación, que son los que generan tanta división en la colectividad judía, con personas que ven con mucha inquietud la emergencia de Javier Milei.

El sentimiento religioso del malestar en la cultura

En un artículo publicado en 1930 titulado “El malestar en la cultura”, Sigmund Freud explica que la insatisfacción del hombre por la cultura radica en que ésta controla sus impulsos eróticos y agresivos, especialmente estos últimos, y que el hombre tiene una agresividad innata que puede desintegrar la sociedad.

La cultura controlará esta agresividad, internalizándola bajo la forma de “súper yo”, y dirigiéndola contra el “yo”, el que entonces puede tornarse masoquista o autodestructivo.

Dante Sica: «Si gana Milei, no habrá un gran caos»

Sigmund Freud había escuchado decir que “en todo ser humano existe un sentimiento oceánico de eternidad, infinitud y unión con el universo”, y por ese sólo hecho el hombre es un ser religioso, más allá de que forme parte o no de algún credo. Ese sentimiento religioso está en la base de toda religión. 

Freud no admite ese sentimiento en sí mismo, pero intentó una explicación psicoanalítica-genética del mismo, afirmando que es posible que en la esfera de lo psíquico perdure aquel sentimiento pretérito de cuando el lactante aún no tenía delimitado el yo del resto de los objetos, y eso pueda conservarse en la adultez. Sin embargo, “dicho sentimiento oceánico está más vinculado con el narcisismo ilimitado que con el sentimentalismo religioso”, expresa en su análisis.

Lucas Ghi: «La salida no es ‘que se vayan todos’ sino que ‘nos metamos todos'»

Javier Milei, ¿el candidato que pretende apropiarse del judaísmo?

Daniel Berliner analizó en un artículo las diferentes declaraciones de Javier Milei sobre el judaísmo. Desde sus clases y el estudio semanal de la Torá, la probabilidad de realizar una conversión, hasta el posible traslado de la embajada argentina a Jerusalén si asume la presidencia.

En el artículo citado, el autor expresa: “A estas horas la dirigencia comunitaria argentina ve con enorme preocupación el uso que realiza públicamente el candidato sobre el judaísmo, molestia que se sumó a su posición en contra de declarar ‘Día de Duelo Nacional’ el 18 de julio, en homenaje a las víctimas del atentado a la AMIA, que va a contrapelo de su supuesto gran amor”.

“Milei no pierde oportunidad para hablar de su rabino, el de la comunidad marroquí, quien rápidamente tuvo que recalcular para bajar su exposición dado que las comunidades sefaradíes suelen estar lejos de la política, a diferencia de los ashkenasim que sí lo hacen. Esto significaría que cualquier actividad por fuera de su condición rabínica, lo obligaría a renunciar y así poder trabajar políticamente con Milei”, prosigue el artículo.

Javier Milei, ¿el candidato que pretende apropiarse del judaísmo? | Perfil

“Claramente todos los sentidos de Milei se activaron al percibir que el judaísmo esconde una ingeniería “Divina”, la que ofrecen los libros sagrados, los cabalistas y los eruditos de todas las épocas, desde Moisés en adelante con la entrega de los 10 mandamientos para toda la humanidad en el Monte Sinaí”.

“Milei percibió todo esto y se zambulló en un mundo que cree que puede pertenecerle, por el simple hecho de un estudio semanal de la Torá, su posible conversión, un cierre de campaña con un gran shofar y un viaje particular a la tumba (ohel) del Jabad Lubavitch a Brooklyn”.

“Respecto a Israel, seguro que oportunamente será oficialmente recibido por el Estado judío, tal como ocurrió con Eduardo «Wado» de Pedro, Juan Manzur, Patricia Bullrich, Horacio Rodríguez Larreta y Alberto Fernández”.

“Con respecto al anuncio del traslado de la embajada argentina a Jerusalén, Israel vería con buenos ojos esta iniciativa, al igual que lo hizo con los diferentes países que ya han mudado sus embajadas”.

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La paradoja de Milei

En una nota publicada hoy en el diario Clarín, se menciona que “pese a su admiración por Israel, Milei incomoda y divide a la comunidad judía”.

Es decir que estamos frente a una paradoja, alguien que es asociado con el nazismo que, al mismo tiempo, admira al judaísmo.

En 2019 causó polémica en A24 durante un programa, cuando estalló contra un periodista, al que amenazó enfurecido: “Si me va a provocar, lo voy a estropear, porque no sabe, porque es un bruto”. “Te voy a refregar la cara de él por el piso”, gritaba mientras gesticulaba amenazante con las manos.

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”No puedo discutir con las bestias“, dijo antes de levantarse e irse del programa.

Probablemente la asociación de Milei con ideologías autoritarias de ultraderecha sea una cuestión que tiene que ver con la comunicación analógica y no con lo digital. Quizá tenga que ver no tanto con lo que se dice, sino más bien con la forma, con el cómo. Por ejemplo, su exacerbación o furia cuando es contradecido, como ha ocurrido en varias ocasiones durante debates televisivos.

El negro como signo de lo radical

Otro de los significantes puede ser el color negro, el color de lo radical por excelencia. Representa tanto a los piratas, los anarquistas, como a los fascistas italianos, las Panteras Negras y, más recientemente, al grupo Estado Islámico.

Milei es el segundo político argentino con más consultas en Google desde 2015

La bandera negra, signo de luto y de revuelta a la vez, ondea en 1871 durante la Comuna de París, en una insurrección violentamente reprimida. Once años más tarde, en 1882, el movimiento anarquista francés bautiza su periódico como Le Drapeau Noir (La Bandera Negra), mientras que la escritora feminista y activista libertaria Louise Michel marcha con una enagua negra colgada del extremo de un palo de escoba, en señal de «luto por nuestros muertos y nuestras ilusiones». El negro es entonces visto como un «no color» y se refiere al «no Estado» de los anarquistas, un ideal universal.

La bandera oscura se utiliza en México, donde el revolucionario Emiliano Zapata la adopta en 1910, junto con el lema «Tierra y Libertad«. Por su parte, las «camisas negras» de la Italia de Mussolini aparecen en 1919, ubicadas en el otro extremo de los anarquistas en la escena política.

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Por lo que se ve, la estética es independiente de la ideología, y penetra tanto o más fuerte que las ideas

Vamos a continuar analizando el fenómeno Milei, su carácter polisémico y paradójico, que posibilita que, al mismo tiempo que adora al judaísmo, sea visto como un neonazi.

Conclusión

Abran paso: llegó Javier Milei

Desde su irrupción en la política argentina, en 2021, Javier Milei trastocó el equilibrio de fuerzas y puso en el centro de la discusión su agenda ultraconservadora. Así lo narra este extracto del libro «El loco», biografía política y personal de quien salió victorioso en las elecciones primarias presidenciales del pasado domingo.

Para el arranque del 2023, […] la figura de Javier Milei estaba en pleno apogeo. No había una sola encuesta que no lo situara entre el 15 y el 20% de intención de voto, mientras que la gran mayoría lo mostraba como el dirigente con mejor imagen del país.

Parecía que no había nada que pudiera parar su crecimiento: […] ni la verdad sobre [su perro] Conan [de quien el propio Milei ha dicho que le comunicó la misión de Dios de meterse en la política y no parar hasta ser presidente] y el desequilibrio emocional de su dueño, y ni siquiera las declaraciones que había hecho en los meses previos en las que se mostraba a favor de cosas tan insólitas como la venta de órganos o de niños. Milei era una topadora.

Su espacio estaba por cumplir dos años de vida. La Libertad Avanza había nacido como un proyecto novedoso y afuera de la lógica de la grieta que nucleaba a liberales, libertarios, conservadores, pañuelos celestes, nacionalistas duros, e influencers, una alianza variopinta que había sabido interpretar muy bien el clima de época. En un país de binomios, el lento declinar de la fuerza rupturista que había traído el auge del feminismo en el 2018 había dejado paso a todos los que no se habían sentido parte de esa convocatoria. En 2021, acompañando un fenómeno que sucedía en el mundo entero, llegaba a Argentina el despertar de una reacción contraria al avance progresista.

A la cabeza de eso quedó Milei. Él era una figura extravagante y con pasado de economista mediático, con ideas que sonaban a nuevas que, combinadas con la dosis justa de insultos y gritos y el particular toque de su pelo largo, lo habían transformado en un personaje prácticamente irresistible. Su nombre en la televisión daba rating y en las redes daba clicks, una combinación ideal para la era del recorte de videos en WhatsApp, Twitter, e Instagram (es el político argentino con más seguidores, por arriba de Cristina Kirchner y Mauricio Macri). Si Brasil tuvo a Bolsonaro y Estados Unidos a Trump, muchos vieron o quisieron ver a Milei como la encarnación argentina de estos.

La combinación de Milei y La Libertad Avanza, sumadas a los índices de inflación y a la debacle del Frente de Todos que sucedía luego de la debacle del macrismo, produjeron algo totalmente fuera de registro. Un espacio de seis meses de edad, cuyo líder no había participado ni siquiera en una elección universitaria, con un amplio porcentaje de militantes sin ninguna experiencia política, sacó 17% de los votos en las legislativas del 2021. Y sucedió en el corazón del país, en el lugar de donde salieron los últimos dos presidentes. La Libertad Avanza consiguió dos bancas en la Cámara de Diputados de la Nación, cinco en la Legislatura porteña, una en la legislatura de La Rioja, más otra que conseguirían al año siguiente en Tierra del Fuego.

Pero también lograron algo más intangible pero más importante. Pusieron en jaque el equilibrio de fuerzas entre el kirchnerismo y el macrismo, la postal inalterable de la política argentina desde 2007 hasta hoy. Milei se convirtió en el fantasma que amenazaba el rentable juego de la grieta y, con la sutileza de una trompada en la mandíbula, corrió el eje de cualquier discusión. La privatización de todas las empresas públicas, la dolarización de la economía argentina, la guerra declarada contra el progresismo, el feminismo y la “ideología de género”, la destrucción del Banco Central, la eliminación total de la obra pública, la libre portación de armas, la abolición del salario mínimo, la negación de los treinta mil desaparecidos y la defensa a ultranza de la libertad de mercado y de la “libertad” en general pasaron a ser, gracias a él, elenco estable de las ideas de la política. […]

Ante el pánico por el crecimiento de Milei, y, sobre todo, por la fuga de votos, Juntos por el Cambio pegó un volantazo. Hizo lo que ya había hecho en España el Partido Popular ante la irrupción de VOX: obligado por la aparición de un pez grande en su misma pecera, migró su discurso hacia posiciones mucho más duras. Los halcones fueron más halcones que nunca y empezaron a gritar como Milei, a incorporar sus tesis y a buscar pelea con sus mismos enemigos. […]

El peronismo, por su parte, siguió con atención este tembladeral en el corazón del adversario, a pesar de que cuando Milei se lanzó a la arena política lo tomaron como poco menos que un chiste. Pero luego del 17% el histórico movimiento empezó a tener en cuenta al libertario, sea para levantarlo como el gran cuco de la política —y así bajarle el precio al macrismo—, o para imaginarlo como un aliado táctico a futuro que garantizara robarle votos a la oposición. […]

Es que Milei hizo mucho más que sacudir la escena: se plantó en el centro de la agenda, obligó a todos los actores a seguirle el ritmo y se terminó transformando en uno de los dueños de la pelota. A partir del 14 de noviembre del 2021 no hubo un solo plan de las dos grandes fuerzas para las elecciones nacionales que no tuviera en cuenta al economista y a sus votantes. […]

Fue un crecimiento que tuvo en cuenta no solo la política sino también el círculo rojo. Milei pasó de ser, en el mejor de los casos, el economista de pelos largos que decía por televisión ideas que los empresarios no se animaban a decir en público a convertirse en un actor relevante del ecosistema. Hombres y mujeres de todas las industrias empezaron a consultarlo y a llamarlo para sus cócteles y eventos. […]

Sus seguidores […] soñaban con lo mismo. Eran, en su mayoría, trabajadores en relación de dependencia o profesionales de primera generación, ciudadanos a los que cada aumento del alquiler les duele […]. De hecho, los fans del “león”, que en su mayoría eran hombres, se apropiaron de tradiciones culturales típicas de los partidos masivos, como los bombos y los cantos de cancha. Crearon su propia versión de [l himno de la juventud peronista] “llegó la JP”, para entonarla cuando su líder entraba a los actos y para echarle nafta a sus sueños presidenciales.

Abran paso, llegó Javier Milei
Ponga huevo, la casta va a correr
Militamos con el corazón
Este año la Rosada es del León. ~