El presidente de la Comisión de Fomento de Cañadón Seco, Jorge Marcelo Soloaga, se sumó a la generalizada indignación de una amplia mayoría de la sociedad argentina que, de manera sorprendida, va tomando conocimiento de las directivas del ministro de Economía de la Nación, Luis Caputo, por las cuales se siguen enviando a Inglaterra miles de lingotes de oro que estaban en las bóvedas del Banco Central de la República Argentina (BCRA).
El lunes de esta misma semana se confirmó de manera oficial que ya se concretó el tercer cargamento con destino a la capital del Reino Unido de la Gran Bretaña, Londres, tratándose de 1.500 lingotes valuados en 250 millones de dólares.
La explicación que dio el titular de la cartera económica en una entrevista televisiva es tan confusa como irritante ya que aseguró que de esta manera al precioso metal “se le puede sacar un retorno, a diferencia de cuando está en las arcas del ente regulador financiero” es decir el BCRA.
Sin embargo, Soloaga dejó sentada su propia interpretación sobre esta sugestiva medida del gobierno de Javier Milei al señalar que: “aquí no hay dudas que están enviando el oro de los argentinos a los dos epicentros de los embargos por los juicios de YPF y por los cupones PBI, con el objeto de obtener préstamos, para luego dolarizar, con el oro como garantía, para que después fuguen los dólares y entonces nos quedemos sin dólares y sin oro”, por ello, “enviar oro argentino a Inglaterra es un acto de alta traición a la Patria”.
Al mismo tiempo no tuvo reparos en despotricar contra el argumento “del cipayo ministro Caputo” que habla de “obtener retornos con semejante acto de enajenación nacional e incluso expresa con tanta liviandad que “este metal podría constituirse como garantía de un endeudamiento internacional, teniendo en cuenta que el Estado nacional no puede obtener financiamientos por otra vía”.
“Lo vergonzoso es que la mayoría de la sociedad argentina no sabe ni conoce para qué es, ni cuál es el sentido de esta solapada medida, con un congreso nacional sumiso, anestesiado o cómplice”, disparó el jefe comunal.
Esto lo llevó formular una reflexión que deviene de la historia argentina al recordar, en el mes de su paso a la inmortalidad, que “el Padre de la Patria, el General Don José de San Martín, al frente del gobierno de Mendoza, dispuso un decreto por medio del cual prohibió terminantemente emitir metálico para pagar deudas con el extranjero sin antes resolver los problemas y las necesidades propias”.
En consecuencia, Soloaga dijo que “al ver hoy como se llevan el metálico más importante de los argentinos por directivas del inefable ministro Caputo y de otros funcionarios que pergeñaron esta medida, da a pensar y concluir que si el gran Libertador viviera los fusilaría sin más trámites”.